Turismo Político en México D.F

PABLO DE LA VEGA Y LLEÏR DABAN

Si vienes a visitar Ciudad de México o vives en ella pero el trajín de la vida en esta ciudad no te ha permitido conocerla, aquí te recomendamos algunos de los lugares más emblemáticos que están ligados con la historia y la política de esta ciudad. Sin duda alguna, el peso histórico que tiene Ciudad de México no lo tiene otra ciudad en el país. Esta es una ciudad donde la política y la historia se respira en cada esquina.

El primer lugar emblemático de Ciudad de México es el Paseo de la Reforma, avenida que abraza el poder político y económico de la ciudad. Este paseo va desde el Castillo de Chapultepec hasta  el Palacio Nacional, pasando por el Ángel de la Independencia, el Senado, la embajada americana, el monumento a la Revolución hasta llegar al Palacio de Bellas Artes, la bolsa de México y la Torre Latina, la cual durante muchos años fue la más alta del país y que fue superada por la Torre Mayor y la Torre BBVA, por cierto ambas también sobre Reforma.

Desde que comienzas a caminar por el Paseo de la Reforma –antaño llamado Paseo de la Emperatriz, ya que fue construido durante el efímero imperio de Maximiliano, entre 1864 y 1867– se desprende un aire de modernidad mezclado con historia, magnífico momento para dejar ir nuestra mente e imaginarnos los diferentes episodios históricos ocurridos a lo largo de su trayecto.

En esta avenida no solo está uno de los principales monumentos del país, el Ángel de la Independencia, regalo del gobierno francés durante los festejos del centenario de la independencia de México, sino que sobre ella han pasado incontables acontecimientos históricos, y políticos. Desde la marcha de Francisco I. Madero, del Castillo de Chapultepec al Palacio Nacional durante la decena trágica que culminaría con la muerte de éste, hasta el plantón de protesta a favor de Andrés Manuel López Obrador tras el presunto fraude electoral en 2006 que le dio la presidencia de la república a Felipe Calderón, pasando por los diferentes movimientos sociales del siglo XX mexicano, como los movimientos estudiantiles de 1968, 1988 y 1999, los diferentes conflictos entre el gobierno de la época dorada del PRI y los sindicatos ferrocarrilero y magisterial a finales de los años 50. Sin duda alguna, esta avenida es la que ha vivido más  sucesos y eventos históricos que tuvieron una repercusión directa en el presente del país. A demás de que de ella, se desprenden calles y avenidas que te llevarán a otros sitios y monumentos de gran importancia, como el Monumento a la Revolución, que se encuentra en la Plaza de la República, cuya calle principal desemboca en el paseo de la Reforma.

Castillo de Chapultepec: Si te encuentras deambulando por esta hermosa avenida puedes tomar la entrada principal del bosque de Chapultepec que te llevara directamente al Altar de la Patria, monumento alzado para conmemorar a los héroes que cayeron durante la invasión estadounidense del año 1847 que culminó con la derrota del ejercito mexicano y la toma del Castillo de Chapultepec. Ya estando ahí, es imperante visitar el mencionado castillo, el cual fuera residencia presidencial desde 1884 hasta 1935, y ahora alberga el Museo Nacional de Historia. Entre las curiosidades que puedes encontrar en este museo, están los carruajes de Benito Juárez y Maximiliano, así como una sala completa dedicada a la obra de David Alfaro Siqueiros y probablemente la obra más famosa del pintor mexicano Jorge González Camarena “La Fusión de dos Culturas”, entre otras cosas muy interesantes.

Monumento a la Revolución: En cambio, si decides caminar hacia el centro de la ciudad por Reforma, puedes pasar a visitar el interior de la columna del Ángel de la Independencia, que no toma más de 10 minutos, y algunas cuadras más adelante puedes visitar el Monumento de la Revolución, cuya gran cúpula en una inicio estaba planeada como la primera parte del palacio legislativo del país, durante el gobierno de Porfirio Díaz. Sin embargo, el inicio de la revolución detuvo la construcción del mencionado palacio, y en 1942 se decidió convertirlo en recinto funerario para los caudillos de la Revolución Mexicana, como Pancho Villa, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. También justo abajo de este recinto funerario se encuentra el Museo Nacional de la Revolución.

El Monumento a la Revolución, fue a su vez, el espacio elegido el 6 de marzo de 1994 por Luis Donaldo Colosio, en ese momento candidato presidencial por el PRI, para hacer su discurso emblemático que pasó a la historia por sus reivindicaciones y propuestas de cambio para el país, discurso que algunos sectores interno de su partido no se terminaron de tomar bien.

Siguiendo con el recorrido por los lugares de esta ciudad, tras caminar por la avenida Juárez, vale la pena visitar la Alameda Central. Entre las muchas fuentes y estatuas que adornan este parque, encontrarás unos de los monumentos más importantes de la ciudad, el Hemiciclo a Juárez, construido durante la última parte del gobierno de Porfirio Díaz, y el cual ha servido y sirve como punto de encuentro para el inicio de marchas y mítines populares de movimientos como el estudiantil de 1968 y el de Andrés Manuel López Obrador en 2006. Por otro lado, el Hemiciclo a Juárez ha sido durante años el punto final de la Marcha Gay en la Ciudad de México.

Un poco más adelante, se encuentran dos edificios de una belleza extraordinaria. Uno de ellos es el Palacio de Bellas Artes, el cual alberga una serie de murales de los grandes exponentes del muralismo mexicano, como son “El hombre controlador del universo”, de Diego Rivera; “El tormento de Cuauhtémoc”, de David Alfaro Siqueiros; y “Liberación”, de Jorge González Camarena, entre otros.

A un costado del Palacio de Bellas Artes, justo en la equina del eje central Lázaro Cárdenas y avenida 5 de Mayo, se encuentra el imponente Palacio de Correos, edificio que fue escenario de una de las gestas de solidaridad más importantes de la historia de México: la recolección de donaciones que hizo el pueblo mexicano al gobierno para que éste pudiera llevar a cabo la expropiación petrolera de la mano del general Lázaro Cárdenas.

Muy cerca del Palacio de Correos, en la esquina de 5 de Mayo y Filomeno Mata, se encuentra una de las cantinas más antiguas del país, La Ópera, muy frecuentada a lo largo de su historia por políticos y en la cual se puede observar la marca de bala que disparó el general Francisco Villa, quien haciendo sentir su poder disparó su pistola y un tiro quedo incrustado en el techo. Otros de los clientes selectos que han pasado por la cantina han sido el propio Porfirio Díaz, Emiliano Zapata, Miguel Alemán y Adolfo López Mateos. Por parte de la cultura y las artes también la frecuentaron Carlos Fuentes, Gabriel García Marquez, Octavio Paz, Sofía Basi y Diego Fernández de Ceballos.

Caminando por la avenida Francisco I. Madero encontrarás la Casa de los Azulejos, hoy convertida en un restaurante de una famosa cadena mexicana, donde desayunaron los ejércitos de Francisco Villa y Emiliano Zapata durante la toma de la ciudad de Mexico durante la segunda parte de la revolución. Unos metros más adelante encontraremos el templo jesuita de la Profesa, donde se llevó acabo la conspiración que promulgaba nuevamente la independencia de México después de que el gobierno virreinal había prácticamente aniquilado al ejercito Insurgente, salvo en algunas partes del país como es el caso del hoy Estado de Guerrero. Dicha conspiración culminará con la consumación de la independencia de México el 27 de septiembre de 1821.

Exactamente enfrente del mencionado templo de la Profesa encontrarás el Museo del Estanquillo, que se encuentra justo arriba de una famosa tienda de discos. Vale la pena visitarlo, en particular por las maquetas que cuentan pasajes de la historia de Ciudad de México y que son verdaderamente impresionantes. Siguiendo el camino por avenida Madero, llegarás a la Plaza de la Constitución, popularmente conocida como el Zócalo. Es ahí donde te das cuenta del porqué la Ciudad de México fue llamada la “ciudad de los palacios”.

Esta plaza está coronada por sus cuatro lados: en la izquierda, la Catedral de la Ciudad de México; de frente, el Palacio Nacional, que ha sido escenario de los momentos más gloriosos y más perversos de la historia de México, desde el triunfo de la república juarizta, a la deposición y traición al gobierno de Francisco I. Madero por el Chacal Victoriano Huerta; a la derecha el Palacio del Ayuntamiento; y a nuestros lados, casas coloniales ahora convertidas en majestuosos hoteles y restaurantes.

También en el Palacio Nacional se encuentra un excepcional museo sobre Benito Juárez donde podrás ver la historia de la verdadera vida del Benemérito de las Américas, además de estar presente en  donde se desarrolló su historia y sus últimos días de vida.

Otro lugar de visita obligada es el Café Tacuba, ubicado en la calle Tacuba, a unos metros de la estación del metro Allende. Este bello restaurante fue escenario del asesinato en 1936 de Manlio Fabio Altamirano, que llevó a Miguel Alemán al gobierno de Veracruz y lo que al tiempo le valió llegar a la Presidencia de la República, gobierno sin el cual es imposible entender el presente mexicano.

Ya saliendo del centro de la ciudad, es importante dirigirse al lugar de donde nacieron los grandes líderes, activistas y políticos de la segunda parte del siglo XX mexicano, la Ciudad Universitaria de la UNAM, cuna de la mayoría de los movimientos sociales que tuvieron lugar en la Ciudad de México y en el país. Fue ahí donde en 1968, y gracias a la valiente intervención del rector Javier Barros Sierra, los estudiantes defendieron la autonomía universitaria y donde por primera vez los jóvenes de una generación supieron que eran libres, oponiéndose al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, en lo que llamaríamos la primavera de la Ciudad de México, que concluiría con la masacre de los estudiantes del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco o Plaza de las Tres Culturas.

Después de la visita a la Ciudad Universitaria, otro de los lugares emblemáticos se encuentra en la Colonia Coyoacán. El solo hecho de caminar por sus calles ya vale la pena, sin embargo, escondida entre las calles empedradas que recuerdan a la vieja ciudad, aparte de la casa estudio que la pintora Frida Kahlo compartiera con el artista y activista Diego Rivera, encontraremos la casa donde en 1940 fue asesinado el revolucionario y filósofo ruso Leon Trostsky. Hoy alberga un museo totalmente dedicado a él y, como dato curioso, apuntar que allí se encuentran las cenizas del revolucionario soviético.

Pablo de la Vega es consultor político en El Equipo de Campaña. Lleïr Dabán es Socio fundador de Strategic.cat. Consultor en Estrategia, Comunicación y Marca Territorio. Coordinador de los Beers&Politics en México. (@lleirdaban)

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