Iniciativa para el referendum en Catalunya

MARTA ROVIRA

Presidente, Señorías…

Tenía muchas ganas de que llegase este día para poder explicarles qué está pasando en Cataluña. Y hoy por fin podemos hacerlo, en primera persona, nos podemos mirar a los ojos y debatir. Y seguro que esto nos va a ayudar mutuamente.

De todas formas, creo que si nos conociéramos mejor, nos apreciaríamos más. Y de hecho, es la primera vez que les veo a la mayoría de ustedes… y aunque sea desde el estrado, es un placer conocerlos; Sr. Presidente, Vicepresidenta, Sr. Rubalcaba, Sr. Cayo
Lara, Sra. Díez. Y un abrazo fraternal a los representantes del pueblo vasco, gallego y canario.

Creo que hablo también por Jordi Turull y Joan Herrera si digo que es un privilegio y un honor poder representar hoy al pueblo de Cataluña. ¡Gracias por la oportunidad!

Una abraçada als diputats del Parlament de Catalunya i sobretot a tota la gent que aquests dies ens parava pel carrer i ens enviaven missatges dient: no estareu sols, també hi serem! Us sentim ben a prop!

Señorías, ¿saben lo que pasó en Cataluña el pasado 25 de noviembre de 2012? Que tuvieron lugar las elecciones con más participación de la historia de la democracia en nuestro país. Que los catalanes tomaron la decisión de votar para decidir el futuro de
Catalunya como pueblo. Y esta decisión recibió un apoyo del 70% del censo electoral. Desde las posiciones más conservadoras hasta las más progresistas.

En conclusión: tenemos un mandato emanado de las urnas. Tenemos un mandato democrático encima de la mesa. Y nosotros tenemos la obligación de cumplirlo. Porque esto es la democracia. Por esto hoy estamos aquí. Defendemos un referéndum porque fue la opción mayoritaria en las urnas. Pero también defendemos un referéndum sobre la independencia porque sabemos que es la mejor manera de defender a todos los catalanes. ¡A todos! Porque en un referéndum todos los catalanes están representados, todos los catalanes pueden expresar su opinión.

Hagamos una prueba: Imaginen una urna en un referéndum sobre la independencia de Cataluña; ábranla, ¿qué encontramos dentro? fíjense bien, miren dentro, ¿lo ven…? También están los votos del Sr. Rivera, la Sra. Camacho, el Sr. Navarro… Hay votos del Sí-Sí, votos del NO… . ¡Votos de todos los catalanes! Porque aunque ellos no hayan apoyado el derecho a decidir de los catalanes, ni estén a favor de la independencia, también votaran y podrán escoger libremente su opción de votar NO.

Por eso, sentimos que hoy defendemos no sólo un mandato de la mayoría del pueblo de Cataluña, sino a todo el pueblo de Cataluña.
Y aún diría más, los que defendemos el derecho a voto, defendemos la democracia, porque Votar es democracia.

Muchos de ustedes se preguntarán que está pasando hoy aquí. ¿Cómo es posible que tengamos el atrevimiento, la osadía, de pedir el derecho de voto sobre la independencia de Cataluña?
Miren, es que el país se nos derrite en las manos. No tenemos suficientes recursos, instrumentos, competencias para poder ayudar a los ciudadanos. No podemos hacer nada y hay mucha gente que se queda atrás.
Además, no tenemos la sensación de tener un Estado de nuestro lado en estos momentos de tanta dificultad. Y muchas veces incluso tenemos la sensación de tenerlo sistemáticamente en contra.

Es por ello que ahora somos mayoría, que somos muchos los que pensamos que la mejor manera de trabajar para nuestros hijos es votar para construir un Estado que sea útil para las personas.

Queremos un estado que invierta en trenes cargados de oportunidades y no en trenes de alta velocidad sin pasajeros ni mercancías; que desahucie a los bancos tóxicos y rescate a las buenas personas. Por cierto, en Cataluña ya hemos dado un primer paso en este sentido, la dación en pago, aprobada por unanimidad y que no podemos aplicar porque no somos Estado; que nos diga cuánto vale un kilovatio de luz y que trabaje para que nuestras facturas no sean de las más caras de Europa; que persiga el interés general y no se rinda ante los oligopolios; que haga hombres, y sobretodo, mujeres libres, ¡Con todos los derechos!

Antes de llegar a la conclusión que queremos votar para construir un futuro mejor para nuestros hijos, antes de llegar a esta conclusión lo hemos hecho todo, lo hemos intentado todo, ¿les suena aquello del “encaje”? ¿Les suena el esfuerzo ingente de diálogo y entendimiento del President Pujol y del President Maragall?
Desde el catalanismo político siempre hemos buscado este encaje amable y digno. ¡Siempre!

Lo hemos hecho todo. Hemos hecho pactos políticos, pactos económicos y tenemos la sensación que a cada pacto, hemos perdido oportunidades y bienestar. Hemos llegado hasta aquí después de seis pactos fiscales que el gobierno español nunca ha cumplido; un nuevo estatuto que fue recortado y bien recortado y después liquidado por el TC; Y en esta legislatura: estamos sufriendo muchísimo porque nos quitan de las manos los pocos instrumentos y recursos que tenemos para poder ayudar a nuestra gente y porque vuelven las amenazas sobre la inmersión lingüística y la escuela catalana, pilar fundamental de cohesión social en nuestro país.

Es lógico que los ciudadanos de Cataluña tengan la sensación de frustración, de haber llegado al final del camino: por muchos esfuerzos parece que el encaje no es posible. Es que tenemos la sensación que no nos aceptan tal y como somos, pensamos, hablamos y soñamos…

Si ustedes se encontrasen en esta situación, ¿qué harían?
Los catalanes lo tienen muy claro: votar para decidir su futuro como pueblo. Saben que las urnas son el mejor contrato democrático para su futuro.

Señorías, hoy les pedimos el voto a favor de un pacto político, un acuerdo para la democracia. Queremos llegar a un acuerdo con el Gobierno español para celebrar el referéndum sobre la independencia de Cataluña el próximo 9 de noviembre.

El acuerdo depende de ustedes. ¡Es posible y es legal, y es democrático! Nosotros les tendemos la mano. Miren, nosotros no queríamos llegar hasta aquí sin diálogo previo. Era muy fácil intentar el diálogo y el acuerdo. Creo que todo el mundo sabe cuáles son los ingredientes de un acuerdo político a la británica, por ejemplo: una mesa, dos sillas, papel y bolígrafo, los dos gobiernos y unos cuantos quilos de voluntad política y sensibilidad democrática.

El catalanismo político siempre ha estado sentado en la silla.
En la otra silla encontramos improperios, amenazas veladas, informes apocalípticos… que si vagaremos por el espacio… ¿le suena, Sr. Margallo? Una buena manera de seducir a los catalanes, ¡sí señor! Incluso ruido de sables en un funeral de Estado que no hace justicia a la memoria de Adolfo Suárez.

Y aun así, nosotros seguimos ahí, sentados en la silla, esperando, con las manos tendidas…

¿Se sientan ustedes? Señorías, tienen la oportunidad de pintar de colores la foto de la democracia española que muchos aún vemos en blanco y negro. Que un pueblo vote y decida su futuro es lo más normal del mundo, en democracia.

Para terminar, Señorías, Cataluña ha sido un pueblo abierto y solidario al mundo, receptor de muchas influencias, culturas y personas distintas, venidas del Norte, del Sur. Y sobre todo del Estado Español. Juntos somos un pueblo. Somos un pueblo que durante muchas generaciones se ha dado las manos para construir un estado del bienestar que ha trabajado codo con codo para la igualdad de oportunidades, para que personas como yo, de familia de clase trabajadora, pudiéramos hacer realidad el sueño de nuestros padres, estudiar y mejorar nuestras vidas.

Cuando acompaño a mi hija al colegio y hablo con las otras madres, y con mucha gente, sabemos que la mejor manera de trabajar para el futuro de nuestros hijos es votar para construir un estado porque sabemos que es la única manera de recuperar bienestar y ganar oportunidades. ¡Es nuestra ilusión! ¡Y es nuestra esperanza! Y ni ustedes ni nadie nos la podrán quitar porque lo decidirá el pueblo.

Porque, como decía el poeta Vicent Andrés i Estellés “NO PODRAN RES DAVANT D’UN POBLE UNIT, ALEGRE I COMBATIU!”.

¡Votaremos y ganaremos nuestro futuro!

¡Muchas Gracias!

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