ROBERTO PLASENCIA
Desde hace unas décadas y actualmente, en nuestro país, se encuentra en momentos de fragmentación. Por tal motivo existe un incremento de la violencia y delitos en procesos de individualización que obstruyen la identificación de lo común, así mismo por la precariedad laboral a la desigualdad social, la violencia, la delincuencia y la cultura del miedo; estos, van debilitado los vínculos entre las personas (tejido social[1]), vulnerando la paz e integridad de todas y todos los que conviven en una comunidad[2]. Ante este escenario, es menester la implementación de procesos a mediano y largo plazo que contribuyan para transformar una comunidad, una sociedad o un grupo, esto también implica una visión diferente, cambiar prácticas en las “costumbres y tradiciones” y sobre todo en las instituciones y autoridades, y a su vez, en actitudes personales que necesitan una imperante transformación.
En la Ciudad de México (CdMx), durante el gobierno de Claudia Sheinbaum, se implementó un proyecto innovador conocido como “PILARES” (Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes). Este programa tiene como objetivo central crear espacios comunitarios que ofrezcan accesos gratuitos a actividades educativas, culturales y recreativas, con la finalidad de reducir desigualdades sociales, combatir la exclusión y regenerar el tejido social.[3] Asimismo, en la alcaldía de Iztapalapa, su alcaldesa Clara Brugada implementó su programa Las UTOPÍAS (Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y Armonía Social). Las cuales representan un planteamiento en cuanto a planeación urbana, no solamente en términos de diseño de infraestructura e instalaciones para desarrollar actividades recreativas, culturales y sociales que faciliten la apropiación y el tránsito de una zona densamente poblada y atravesada por problemas de inseguridad y violencia estructurales, sino también la incorporación de la comunidad a actividades de divertimento y humanísticas que puedan llevarse a cabo en instalaciones habitando, compartiendo, conviviendo y así apropiarse de los espacios públicos, una forma de rehacer y repensar la comunidad. [4]
Actualmente, las UTOPÍAS serán replicadas en cada alcaldía de la Ciudad de México y, PILARES su implementación en todo el país. Sin embargo, ¿qué impacto podría tener este modelo si se implementara a nivel nacional? En este artículo, exploraremos las ventajas de PILARES, sus desafíos y su potencial para convertirse en un eje transformador en todo el país. Estosprogramas similares, buscan transformar comunidades. Mientras las Utopías se enfocan en grandes centros recreativos con infraestructura de primer nivel, PILARES opta por espacios más pequeños y descentralizados, lo que facilita su replicación en un mayor número de comunidades.[5]
Ambos modelos tienen puntos fuertes, pero PILARES destaca por su enfoque multidisciplinario y su capacidad de llegar a una mayor cantidad de personas en poco tiempo. Sin embargo, podría beneficiarse de integrar elementos de las Utopías, como infraestructura deportiva de alto impacto.
Hasta este punto, entonces, ¿Qué son los PILARES? Los PILARES son espacios multidisciplinarios ubicados estratégicamente en zonas de alta marginación de la Ciudad de México. Su objetivo principal es democratizar el acceso a recursos educativos, culturales y tecnológicos[6]. Cada PILAR está diseñado para ofrecer:
- Educación: Cursos y talleres en línea, asesores para concluir la educación básica y media superior.
- Arte y Cultura: Clases de música, danza, teatro, pintura, entre otras disciplinas artísticas.
- Deporte y Recreación: Actividades físicas para promover un estilo de vida saludable.
- Tecnología: Centros cibernéticos con acceso a internet y capacitaciones tecnológicas gratuitas.
Este enfoque integral busca atacar las causas estructurales de la desigualdad, generando oportunidades para que la niñez, la juventud, personas adultas y demás grupos considerados vulnerables tengan acceso a herramientas que mejoren su calidad de vida. Tan solo en la CdMx, para el año 2021, se habían realizado 9 millones 300 mil 500 atenciones, activando a más de 920 mil personas: niñas y niños, mujeres, juventudes, personas con discapacidad y personas adultas mayores.[7]Con datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, en México había aproximadamente 38.2 millones de niñas, niños y adolescentes (0 a 17 años), lo que representaba el 30.4% de la población total. De este grupo, el 49.3% eran mujeres y el 50.7% hombres.[8] En cuanto a la población femenina total, el Censo 2020 reportó que las mujeres constituían el 51.2% de la población nacional, es decir, alrededor de 65 millones de mujeres. El mismo censo reporta que 6,179,890 personas tienen algún tipo de discapacidad, lo que representa el 4.9% de la población total.[9] Si se considerara una expansión hipotética de este programa a nivel nacional, y asumiendo que se pudiera atender al 100% de la población objetivo, se podría estimar que aproximadamente 65 millones de mujeres y 38.2 millones de niñas, niños y adolescentes podrían ser beneficiarios potenciales. No obstante, y siendo un poco realistas; si se logrará aplicar y atender un 70% de cobertura a los grupos poblacionales vulnerables y objetivo considerados, las cifras estimadas podrían ser y poder llegar y acercar estos servicios a 45.5 millones mujeres, 26.7 millones de niñas, niños y adolescentes, 4.33 millones de personas con discapacidad y 5.66 millones de personas adultas mayores. Siendo un total de población potencialmente atendida de 82.19 millones de personas beneficiadas.[10]
Además, ¿Cuáles serían las ventajas de PILARES a Nivel Nacional?
- Inclusión Social: Ampliar este modelo a nivel nacional podría cerrar brechas en comunidades marginadas al ofrecer oportunidades de desarrollo para poblaciones históricamente excluidas.
- Prevención del delito: PILARES fomenta actividades recreativas y educativas, lo que desvía a los jóvenes de conductas de riesgo, como la delincuencia y el consumo de sustancias.
- Fortalecimiento del Tejido Social: Al recuperar espacios públicos y transformarlos en centros comunitarios, PILARES promueve la convivencia y el sentido de identidad, pertenencia y comunidad.
- Movilidad Social: Los talleres y cursos ofrecidos permiten a la ciudadanía adquirir habilidades que mejoran sus oportunidades laborales y educativas.
- Adaptabilidad: El modelo es flexible y puede ajustarse a las necesidades específicas de cada región, desde zonas urbanas hasta comunidades rurales con una buena implementación con planeación, de logística, financiamiento y ejecución.
No obstante, cabe señalarque, si bien el programa PILARES presenta numerosas ventajas, también enfrenta algunos desafíos que deben considerarse y trabarlos para su implementación a nivel nacional, algunos de esos desafíos son:
- Infraestructura: Se debe tomar en cuenta que, en nuestro país, existen diversas regiones rurales o aisladas, el construir y mantener estos espacios podría ser un reto logístico, humano y financiero.
- Sostenibilidad: El éxito del programa dependerá de un financiamiento continuo (actualmente los talleres son a cargo de personas becarias, sin prestaciones, ni otros servicios); definir que talleres son los más funcionales, efectivos y prácticos de realizar; en los PILARES también nos comentan la falta de material para los talleres, por ejemplo en el de serigrafía el cual es taller para que aprendan a emprender al estampar playeras u otros objetos y así poder tener un oficio y/o negocio; así como también la capacitación constante del personal encargado.
- Articulación con Otros Programas: Es fundamental coordinar PILARES con otras iniciativas gubernamentales y/o casos exitosos de creación de comunidad para maximizar su impacto.
Finalmente, es menester la implementación de proyectos que fomenten la reconstrucción del tejido social, para mejorar el entorno, impulsar el desarrollo social y alcanzar la cohesión y bienestar social. La importancia de la reconstrucción del Tejido Social:
- Permite generar un desarrollo positivo en las comunidades.
- Promueve la relación entre todas las personas habitantes, desde una colonia y/o la comunidad, hasta un municipio o estado.
- Fomenta el respeto entre todas y todos, promoviendo la paz social positiva y los derechos humanos.
- Cuida y procura a la familia, como núcleo de la sociedad o comunidad.
- Fortalece y promueve la relación e interacción de todos los miembros de la familia, mediante el involucramiento en su comunidad.
- Promueve la participación ciudadana como eje fundamental de las sociedades equitativas.
Asimismo, ¿cómo la ciudadanía puede promover el fortalecimiento del tejido social?
- Fomentando una buena convivencia entre vecinas y vecinos.
- Promover el consumo local de una comunidad comprando en las tienditas y recauderías, etc.
- Participar en programas que beneficien el entorno de las colonias, comunidades, etc.
- Promover iniciativas de transformación positiva del entorno, difundiendo y participando en ellas.
- Fomentar la prevención de la violencia familiar y violencia de género.
Por tanto y a manera de conclusión, la expansión de PILARES a nivel nacional representa una oportunidad para contribuir a al combate de las desigualdades sociales, delincuencia, violencia, medio ambiente y demás casos locales desde sus raíces. Al combinar educación, arte, cultura y deporte en un solo espacio, este modelo tiene el potencial de transformar comunidades enteras, regenerar el tejido social y ofrecer nuevas oportunidades a millones de personas.
Para que este programa sea una realidad, es crucial garantizar su sostenibilidad financiera, adaptabilidad regional y coordinación con otras políticas públicas. PILARES si se aplica efectivamente, puede ser más que un solo un proyecto; sino un escalón del proceso hacia un México más equitativo e incluyente que tanto nos hace falta.
Luis Roberto Plasencia Rodríguez es politólogo y administrador público por la UNAM, cuenta con Máster en Comunicación Política Avanzada en Madrid, además de especialidades en Administración Municipal, Derecho electoral y Comunicación política. Cuenta con más de 14 años en experiencia y participando en diversas campañas políticas como asesor, analista electoral, operador territorial, capacitación a estructuras, redes sociales y promotor del voto. Está comprometido en contribuir con las mejoras del país y del quehacer político. (@RobertoPlasenci)
[1] El tejido social se entiende como la configuración de vínculos sociales e institucionales que favorecen la cohesión y la reproducción de la vida social. Esto quiere decir que todas nuestras actividades diarias, desde la convivencia familiar, en nuestros trabajos, escuelas, y con nuestros vecinos componen el “tejido social”. ¿Por qué reconstruir el Tejido Social? https://bit.ly/42xxqwJ
[2] ¿Por qué reconstruir el Tejido Social? https://bit.ly/42xxqwJ
[3] Suplemento, periódico El Universal. https://bit.ly/4hxHsST
[4] Zaragoza Ramírez, M. A. (2024). Las UTOPÍAS de Iztapalapa. habitar, convivir, apropiar. Acta Sociológica, (94), 191–220. Recuperado a partir de https://www.revistas.unam.mx/index.php/ras/article/view/89582
[5] Clara Brugada da inicio a la expansión del programa de Utopías en Ciudad de México
[6] Pilares CDMX https://es.wikipedia.org/wiki/Pilares_CDMX
[7] https://bit.ly/3PXc2JW
[8] https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/
[9] https://bit.ly/3Q0p35E
[10] Nota: Estos números representan una estimación propia de cuántas personas podrían ser beneficiadas. Es importante destacar y señalar que estas cifras son estimaciones basadas en datos del Censo 2020 y que la implementación real del programa de esta magnitud requiere una mayor planificación detallada y recursos significativos.