HUGO ZAVALA
Merecemos más empleos bien remunerados…
Mejores servicios de salud…
A ti que vives con miedo por la inseguridad…
Voy a transformar el ministerio público y hacer una mejor policía…
Seguiré trabajando por el bien de México…
México y su pueblo, merecen un mejor destino…
Por nosotros, por nuestros hijos…
Con tu apoyo, vamos a reducir el precio del gas, de la luz… Desde el congreso, apoyaré la vivienda…
Lucharé para que la economía te beneficie a ti…
¿Qué tanto ha evolucionado la comunicación política?
Con una muy breve investigación en youtube, podemos encontrar spots de televisión de varias décadas, algunos con muy buena producción, otros, muy básicos. Sin embargo, el común denominador, son los guiones. Frases como las arriba mencionadas la contamos por cientos, algunos desde un sillón, otros desde la calle, algunos más con su logo al fondo, los menos con una buena dirección y un buen manejo de lenguaje corporal, otros de plano, como Dios les dio a entender.
En muchos sentidos, como sociedad hemos evolucionado, las películas y series, no se diga. Desde la producción, hasta los guiones, vemos una clara evolución del lenguaje, de las acciones, de los personajes y no se diga de los efectos visuales. Aunque sabemos que es ficción y que los súper héroes no existen, o que difícilmente podremos entrenar un dragón, cada vez les creemos más y no dejamos de verlas.
En comunicación política sucede lo contrario, aunque el acceso a tecnologías y equipo ha democratizado la producción y permite que prácticamente todos tengamos la posibilidad de grabar un spot y subirlo a redes sociales, la calidad, va en reversa. Por calidad me refiero, al manejo de la narrativa visual, a la calidad de la grabación, pero sobre todo, a la calidad del mensaje, específicamente, el guion. Esa parte fundamental de las películas y de los mensajes políticos que tenemos profundamente olvidada y reciclada.
En el cine, sabemos que un mal guion nunca hará una buena película. Lamentablemente en comunicación política, olvidamos o ignoramos eso. Un mal guion nunca hará un buen mensaje, o sencillamente, nunca hará un candidato memorable, o peor aún, tendremos un mensaje que aunque sea recordado, insultará la inteligencia de nuestra audiencia.
Como consultores, nuestra responsabilidad es grande, como candidatos o gobernantes, la responsabilidad es aún mayor. Pero como audiencia, no tenemos perdón. Seguir aceptando y confiando en quien usa las mismas frases trilladas de toda la vida, seguirá degradando la política, y aún más grave, seguirá degradando nuestras expectativas.
Así que trabajemos el guion, después vemos si el candidato camina, se sienta, brinca o se para de cabeza.
Hugo Zavala es Licenciado en Cinematografía. Consultor. (@hugozavala)