7 claves para entender la exitosa estrategia comunicativa de Lula da Silva

JORDI SARRIÓN I CARBONELL

Fue en noviembre del año 2019 cuando el expresidente de Brasil Lula da Silva salía de prisión, tras demostrarse que no había pruebas tras las acusaciones de corrupción que se vertían sobre él. Tras su entrada en prisión estaba el juez Sérgio Moro, que después se convertiría en ministro de Justicia del presidente Bolsonaro hasta su dimisión en 2020. 

Un Lula resucitado salía de la cárcel y, entre lágrimas, anunciaba: “No tengo dolor en el corazón para los carceleros. No tengo resentimientos por nadie. Deseo demostrar que este país puede ser mucho mejor cuando tiene un gobierno que no miente tanto en Twitter como Bolsonaro”. Lula había entendido del dolor que la polarización había hecho a su país y se presentaba de nuevo, dispuesto a absorber una posible tercera vía que le quitase votos y disputarle la presidencia a Bolsonaro.

Lejos quedaba aquella imagen degradada de su Partido dos Trabalhadores (PT), que dio paso a las revueltas populares de 2013 contra su delfín Dilma Rousseff. La entrada en prisión de Lula forjó un mito que permitió al PT volver al ring político. Lula salía de la cárcel en 2019 acompañado de Janja, una socióloga que había conocido en prisión, con la que anunció que se casaría pronto, ya que la cárcel le había enseñado el valor del tiempo y de la vida.

Los bajos índices de popularidad de quien se presentase como un mito enviado por Dios años atrás, Jair Bolsonaro, favorecieron la preparación de Lula da Silva para la carrera electoral de 2022, que ahora mismo lidera en las encuestas. Su unión con el centroizquierdista Partido Socialista do Brasil ha llevado al moderado ex gobernador de Sao Paulo Gerardo Alckmin a ser candidato a la vicepresidencia de Lula. Si algo le ha enseñado la historia política de Brasil al PT es que no se gana sin un vicepresidente moderado que tranquilice a las élites empresariales del país. Analizamos algunas de las claves #compol para entender el liderazgo de Lula.

1. Una fotografía cuidada

En el ámbito de la comunicación política se habla mucho de la fotógrafa de Macron Soazig de la Moissonière o del fotógrafo de Justin Trudeau Adam Scotti, pero no se habla de otro de los grandes fotógrafos #compol: Ricardo Stuckert. Este es Ricardo Stuckert, fotógrafo oficial de Lula da Silva desde que, en 2002, desarrollara una relación de confianza con Lula, que lo llevaría a convertirse en su fotógrafo oficial en el año 2023. Conocido también por sus fotos de la Amazonia y de los Pueblos Originarios, Stuckert lleva acompañando a Lula desde que salió de prisión, y dice sentirse preparado para acompañarlo durante los cuatro años de su nuevo (previsible) mandato.

2. Un gran uso de los Reels de Instagram

A veces, ldar con el canal de comunicación adecuado puede resultar complicado. Lula lo ha conseguido gracias a los Reels, una herramienta que su equipo utiliza para contar historias, para dar voz a sus votantes, a la militancia y para conseguir convertir al candidato en un meme, que es replicado por simpatizantes y por adversarios. De esta manera, mediante los Reels se consigue transmitir propuestas y mensajes de manera sencilla, coral y mucho más efectiva de la mano de la música y la colaboración de artistas e influencers.

3. Una historia y una imagen coherentes

Hace poco escuchaba que una de las claves para conseguir una buena comunicación consistía en enviar mensajes muy similares, pero contados de maneras diferentes, desde diferentes ángulos. Esta, pienso, es una de las claves de la #compol de Lula da Silva, unida a la coherencia que muestra. Su mensaje es claro, simple y entendible: él representa una gestión que permite a los más desfavorecidos vivir mejor, a las empresas obtener más beneficios y a su país recobrar su prestigio internacional. Su imagen está muy cuidada para conseguir enviar el mayor número de percepciones positivas posible y el menor de negativas, en un tono moderado y en positivo, que apela constantemente a la esperanza y al futuro.

4. Un nuevo candidato influencer

Al igual que analizamos en el caso de Gabriel Boric en Chile, el uso de las redes sociales y las narrativas de la generación Z es una constante en el caso de Lula. Si bien muchos candidatos mayores acaban haciendo un papelón en plataformas como Tik Tok, Lula da Silva se vale de su “Equipe Lula”, que lo asesora y aparece con él en los vídeos. Así, rodeándose de gente joven que le lleva Tik Tok, le pone unas gafas de sol con estética trap o lo lleva de ruta a conocer las problemáticas jóvenes de la mano de influencers brasileños hace que el candidato pueda comunicar de manera fresca y diferente sin renunciar a su esencia.

5. Un candidato preparado

Un elemento clave en muchas campañas en las que el candidato tiene una cierta edad es el hecho de presentarlo como alguien maduro, experto y preparado. De hecho, en el caso de Lula, se le presenta constantemente como alguien sano, activo y que vive para gobernar. Vimos cómo Trump aprovechó enormemente la senectud y las confusiones constantes de Joe Biden para intentar desacreditarlo por su edad y, en este contexto, el equipo de Lula trabaja duramente para evitar este tipo de especulaciones. 

Asimismo, desde que ha salido de la cárcel, Lula ha mostrado en numerosas ocasiones que esta es su última oportunidad para transformar su país, y que es esa “la razón de su vida, como diría Evita Perón. Y, para muestra un botón. Esta fue la portada de la revista TIME, que mostraba a Lula preparado para un segundo asalto al Palácio do Planalto.

6. La personificación

Otra de las características necesarias para el triunfo de una campaña política, y especialmente en una presidencial, es la personificación de una serie de ideas y valores en una persona. La persecución que tuvo lugar contra Lula ha favorecido, de la mano de herramientas como documentales, testimonios de familiares de Lula o de compañeros de su etapa como sindicalista, la percepción de que Lula da Silva encarna un proyecto de cambio para Brasil. Un cambio que le devuelva la autoestima y la posición internacional que un día ocupó su país, que llegó a estar entre las economías más potentes del mundo.

7. El papel de la música

Como nos explicaba en La Trivial Iago Moreno, la utilización de la música fue uno de los aspectos más importantes de la campaña de Bolsonaro en 2018 fue su uso de la música: desde el trap hasta la música tradicional brasileña. En este contexto, Lula ya ha lanzado desde hace meses su canción funk ‘Traz de volta o Lula e manda embora o Bolsonaro’, una canción de funk con el lenguaje de los jóvenes que analiza cómo ha encarecido la cesta de la compra en Brasil desde que Bolsonaro está en el poder.

Por otro lado, es fundamental entender el papel que tiene la música a la hora de configurar los imaginarios populares. En en este sentido, antes de su boda con Lula, su esposa Janja le regaló al candidato una versión de su jingle de campaña más famoso: ‘Lula lá’, que ya acumula más de medio millón de reproducciones en YouTube, además de los millones que lleva ya en otras redes sociales como Instagram o Tik Tok. Esta versión, donde participan artistas de todos los géneros musicales de Brasil y que es un canto a la esperanza, sirve al candidato para ligar su proyecto político a sus orígenes, y venderlo como una continuación mejorada de sus primeros años de gestión. 

 

 

 

Jordi Sarrión i Carbonell es periodista, politólogo y máster @compolin de la UPF. Fundador y director de la revista Mirall País Valencià, colabora en medios como Contexto y Acción, Chilevisión o À Punt (@srcarbonell)