Una Europa sin Merkel

ROGER ROSICH

Todos la echaremos de menos. Su liderazgo, sus valores, su capacidad de gestión, su consistencia política. Angela Merkel se va. Se nos está yendo.

Dieciséis años al mando en los que lo ha sido todo en referencia a Europa: la primera mujer a liderar la gran nación alemana, la cara fría de la austeridad en la crisis iniciada en 2008, una defensora seria y comprometida con el proyecto europeo, un referente en la acogida de refugiados, pero también un puntal en otros muchos valores que han hecho de ella una estrella polar de la Unión Europea.

Ni Armin Laschet por los democratacristianos, ni Olaf Scholz por los socialdemócratas, ni Annalena Baerbock por los ecologistas llenaran su vacío. Lo van a intentar en las elecciones del 26 de setiembre, pero el perímetro del vacío será muy ancho. El legado Merkel tendría que ponerle las cosas fáciles al candidato de la CDU en los comicios, pero tampoco eso es claro.

La demoscopia hace meses que nos indica que en el futuro ejecutivo alemán se puede casi dar por hecho un pacto que incluya a los Verdes. Posibilidades: los Verdes liderando la Cancillería gobernando con los socialdemócratas, esta suma incluyendo los liberales a falta de los escaños necesarios, o la CDU de Laschet gobernando con los Verdes en vez de con los socialdemócratas.

En cualquier caso, la llegada de los ecologistas al gobierno federal alemán supondrá un salto político importante en la agenda política europea. Un salto que pondrá nuevos temas encima de la mesa. Temas que ya están encima de muchas mesas en otros países, que no en todos, pero que están guardados en carpetas y archivos de “No Urgente”.

¿Pero a escala europea quiénes son los grandes beneficiarios del adiós de Frau Merkel? Por supuesto todas las miradas se ponen en Emmanuel Macron, a menos de un año de unas elecciones presidenciales inciertas que le pueden dar una reelección que le colocaría claramente a ese nivel.

Macron y Merkel, Merkel y Macron. Macron ha sido el cuarto partenaire francés de la líder alemana, después de Chirac, Sarkozy y Hollande. Juntos han creado un tándem en sintonía con capacidad de gestionar cambios, acuerdos, progresos. Macron disparaba, proyectaba, mordía. Ella temperaba, ordenaba, cerraba.

Pero de no salir reelegido Macron, quien sorpresivamente aparece en primer plano es el Dottor Draghi. ¿Un tecnócrata de altos vuelos como líder europeo? ¿Quizás Mr Euro influya más que la misma Ursula von der Leyen?

Mario-whatever-it-takes-Draghi parece ganar opciones como salvador del Euro, expresidente del Banco Central Europeo y presidente del Consejo de ministros italiano con amplio consenso político. Alguien valorado y reconocido en toda la Unión. Alguien al que cualquier jefe de gobierno le coge el teléfono. También Joe Biden.

Ya se habla de la entente París-Roma para dar rumbo a la Unión Europea, con una mirada diferente, los próximos meses.

Pero Mario Draghi puede abandonar el Palazzo Chigi en cualquier momento. Por dos razones. La primera es que su excepcional gobierno de amplísima coalición salte por los aires por cualquier motivo, pero sobre todo por los nervios de Matteo Salvini al ver que apoyar al ejecutivo le resta en los sondeos. La segunda posibilidad es que Draghi consiga otro gran consenso a su alrededor el año que viene, al que tampoco creo que diga que no si se le ofrece: suceder a Sergio Mattarella a la presidencia de la nación italiana.

Si esto sucediera a principios de 2022, junto con una derrota de Emmanuel Macron,  ¿entonces qué? ¿El holandés Mark Rutte? Insuficiente. ¿La misma Von der Leyen? No hablamos de ese tipo de liderazgo europeo…

Después de Angela Merkel, pues, ¿qué viene?

 

Roger Rosich es asesor en comunicación política e institucional (@rogerosich)