Toma de posesión

MICHELLE BACHELET

Gracias chilenas y chilenos

Gracias por esos aplausos

Gracias por esas sonrisas que me regalan a cada momento

Gracias por los abrazos. Me siento privilegiada por recibir tanto cariño.

Quiero dirigir mis palabras a todos y cada uno de los chilenos y chilenas, sin exclusión

En tiempos pasados hubo ese dramático distingo

Entre unos y otros. Nos mirábamos con recelo, suspicacia, con soberbia.

En estos dieciséis años de democracia hemos trabajado juntos para limar las asperezas de una sociedad dividida, de una sociedad que nos separaba entre los aquellos y los nuestros.

Es el momento en que todos nos sintamos nuestros.

Hoy soplan vientos distintos

Hoy no hay más que futuro. Un futuro donde caben todos, donde todos podemos construir una patria mejor.

Una patria inclusiva, donde ninguna diversidad esté fuera. Donde nadie sienta que su destino está en la intemperie.

Nos hemos preparado para un gran desafío. El siglo veintiuno nos plantea nuevas tareas, tal vez desconocidas hasta ahora.

Más allá de la revolución tecnológica que está ante nuestros ojos y alcance, pienso también en cómo nos relacionamos entre nosotros.

Cómo interactuamos en comunidad, y vencemos al individualismo, la indiferencia y la desesperanza.

Ha llegado el momento en que nos miremos unos a otros, cara a cara, sin resquemores ni suspicacias

El pasado es lo que es: pasado

No lo olvidaremos nunca, pero nuestra mirada está puesta en el mañana.

Un mañana más próspero, más justo, más igualitario, más participativo.

Sabemos que en cuatro años no vamos a resolver todos los problemas.

Nunca estuvo en mi discurso de campaña.

Pero daremos un paso adelante. Un gran paso.

Será el gobierno de la ciudadanía.

Desde los postergados hasta los emprendedores, esa infinita gama de colores, de percepciones y miradas, que dan tanta riqueza a la sociedad.

Esa ciudadanía tendrá en mí una mandataria que les hablará siempre en el lenguaje de la verdad.

Surgirán dificultades, sin duda, todo gobierno las tiene.

Las campañas se hacen en poesía, pero el gobierno se hace en prosa.

Aún así, con todas las dificultades que pueda haber, la relación entre ustedes y nosotros no se verá afectada.

Estableceremos un diálogo basado en la franqueza y la participación.

Un gran pacto entre la ciudadanía y sus gobernantes.

Ustedes lo saben, yo cumplo mis compromisos.

Diré lo que pienso y haré lo que digo. ¡Palabra de mujer!

En nuestro empeño, la oposición no estará fuera.

El parlamento es la expresión que da legitimidad a nuestras leyes y con todos ellos, no importa su cariz político, vamos a lograr un ideal compartido, que es el bienestar de los chilenos y la justicia en toda nuestra patria.

Nuestros afanes estarán puestos en los niños, para que puedan aprender y desarrollarse desde pequeños y eliminemos todo rastro de desigualdad.

Nuestros esfuerzos estarán en todos aquellos que aspiran a un trabajo, pero a un trabajo decente.

Nuestro apoyo para con esos jóvenes llenos de talento que quieren ir a la universidad o al

instituto, que quieren emprender, que quieren forjar su propio destino.

Nuestras fuerzas estarán con las mujeres, porque las mujeres así se lo merecen.

Estarán con nuestros pueblos indígenas.

Estarán con las personas que poseen alguna discapacidad.

El estado debe estar al servicio de quienes sufren la amargura de la indefensión y al lado de los que quieren surgir.

En chile no habrá ningún ciudadano olvidado. Ese es mi compromiso.

Estaremos activamente en las regiones. No habrá un pueblo o localidad que no reciba nuestra preocupación.

Si no es así, chilenos y chilenas, pueden cobrarme la palabra.

Ustedes lo saben: yo nunca tuve ambición de poder, sólo he tenido voluntad de servir.

El cargo que asumo hoy me lo han dado ustedes. Y siento el peso de la responsabilidad.

Todos los chilenos y chilenas están en mi mente y en mi corazón en este momento.

Conozco muy bien la realidad de mi país. Sé de precariedades y desigualdades.

Sé también de éxitos invaluables, como nuestros premios nóbeles, artistas y creadores que han forjado nuestra cultura.

El tesón de nuestros deportistas.

El trabajo y el mérito de nuestros profesionales y trabajadores, que son la fuerza de nuestra tierra.

Pienso en tantos y tantas que han sabido surgir ante la adversidad con gran empeño.

Todos, en nuestra larga geografía, serán el eje de mi gobierno.

Amigas y amigos,

Este es un momento muy solemne para el país.

Les pido que volteen sus cabezas y miren las figuras de los ilustres ciudadanos que adornan esta plaza.

Es la república, amigos y amigas, ésta es la república.

Allá en frente está diego portales y el símbolo de una república naciente, pequeña, modesta en aquella época, pero pujante, amante del orden, que aprendió a resolver sus diferencias por medio de la ley y no de las armas.

Están también en esta plaza Jorge Alessandri, Salvador Allende y Eduardo Frei Montalva.

Un homenaje para todos ellos, que simbolizan nuestra patria moderna, el país del siglo veinte, nuestra vocación democrática y una época de progreso y avance social.

Soy depositaria de toda una historia, que tuvo momentos grises y amargos, pero que ha sabido recuperarse.

Los chilenos hoy vivimos mejor y más libres que antes.

Hemos tenido tres gobiernos exitosos. Me siento orgullosa de continuar una senda que tantos frutos ha dado.

Mi saludo y cariño para don Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

El chile que construimos a partir de hoy se asienta en las bases que ellos construyeron ayer.

Mi gratitud especial con otro ciudadano ilustre, Ricardo Lagos.

Qué gran orgullo sentimos todos los chilenos hoy, al verlo salir de este palacio, ovacionado por su pueblo.

¡Sí, amigas y amigos, aplaudan más fuerte, porque cuando aplaudimos a un presidente que cumplió bien su tarea estamos aplaudiendo a toda la República!

Finalmente, hay un homenaje que no puedo dejar de hacer. un día 12 de marzo, hace 32 años, falleció mi padre, Alberto Bachelet Martínez.

Mañana estaré junto a él, pero sé que él está aquí conmigo.

En el recuerdo de mi padre, general Bachelet, quiero saludar a las Fuerzas Armadas de Chile, que son parte importante de nuestra historia y que hoy día son patrimonio de todos los chilenos.

Amigas y amigos,

Estamos a las puertas de hacer de éste un país desarrollado, con más justicia y mayores oportunidades.

El mundo nos está mirando. El mundo observa con atención la experiencia de este pequeño país al sur del planeta.

Que supo salir pacíficamente de una dictadura, que supo construir una democracia sólida, que supo reencontrarse, que progresa, y que ha sabido sacar a millones de compatriotas de la pobreza, en libertad y dignidad para todos.

Ese pequeño país, que lo sepan las ilustres visitas que aquí nos acompañan, hoy quiere dar un gran paso en su historia.

Un paso de prosperidad para todos sus hijos, es cierto, pero también una nueva forma de hacer política.

Más inclusiva, más participativa, más abierta, más transparente. Una política por y para los ciudadanos.

Chilenas y chilenos, sé muy bien que hay muchas necesidades insatisfechas.

Conozco los justos anhelos que hay en cada familia.

Quiero abocar mi experiencia, mi sensibilidad y mi esfuerzo a la hermosa labor de conducir el país hacia un destino mejor.

Es eso lo que queremos para chile, y sabemos que juntos, lo podemos lograr.

Nace un nuevo tiempo.

Tiempo de alegría, tiempo de hombres, tiempo de jóvenes y de niños, tiempo de mujer.

Es tiempo de todos en ésta, mi querida patria, la patria de todas y todos los ciudadanos.

Muchas gracias amigas, y amigos, muchas gracias.

¡Viva Chile!