MICHELLE BACHELET
Queridos compatriotas, en mi calidad de presidenta de la República he querido llegar a sus hogares con un mensaje de tranquilidad, ánimo y esperanza en estos difíciles momentos que estamos viviendo como país.
Durante esta madrugada, un terremoto de gran fuerza destructiva afectó el territorio nacional, desde la región de Antofagasta a la región de Los Lagos, lo que representa prácticamente el 80 por ciento de la población nacional. Estamos hablando de una tragedia que, según las primeras estimaciones, se ubica entre los terremotos más grandes de los que se tenga conocimiento en la historia mundial y el de mayor magnitud registrado en Chile en los últimos 50 años.
Aún no es posible conocer completamente la magnitud de esta catástrofe. La evaluación efectiva del impacto de este evento no se logrará obtener antes de las próximas 48 o 72 horas. Las informaciones reunidas hasta ahora nos indican que tenemos 214 víctimas fatales, 15 personas desaparecidas, cerca de 2 millones de damnificados y alrededor de un millón y medio de viviendas con algún grado de daño, además de hospitales, infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria seriamente afectada.
A nombre de todos los chilenos y chilenas y en el mío propio, quiero hacer llegar mi más profundo sentimiento de pesar a todos los familiares de las víctimas de la misma forma, expresar nuestra solidaridad a todas aquellas familias que tienen seres queridos lesionados, o que deben lamentar la pérdida de sus bienes más esenciales.
En conocimiento de esta grave situación desde el primer momento, me trasladé a la Onemi donde conocí en detalle las devastadoras consecuencias de esta catástrofe. Durante el día he sobrevolado las regiones metropolitanas del Libertador Bernardo O’Higgins, del Maule y Bio Bio. Sostuve reuniones con las autoridades locales para enterarme en terreno de lo acontecido y coordinar las acciones necesarias para ir en ayuda de la población afectada.
Las fuerzas de la naturaleza han golpeado duramente nuestra patria. Y una vez más ponen a prueba nuestra capacidad reenfrentar la adversidad y ponernos nuevamente de pie. Por eso, estamos tomando todas las medias necesarias para normalizar paulatinamente el funcionamiento de todos los servicios básicos del país. Pero queda mucho por hacer.
He decretado zona afectada por catástrofe en seis regiones. Esto nos permitirá disponer de inmediato de los recursos necesarios para ir en ayuda de las personas y áreas afectadas. Los ministros tienen la misión de hacer un pormenorizado catastro de las diversas áreas y determinar las primeras acciones.
Se ha aplazado el inicio del año escolar hasta el 8 de marzo con el fin de proteger la integridad de nuestros niños y niñas. Y habilitar albergues para acoger a los damnificados cuando eso es necesario. Sin perjuicio de ello, se mantendrá la entrega de raciones alimenticias a los escolares que la reciben.
Se ha resuelto suspender todos los actos masivos en principio por las próximas 72 horas. Se transportan por vía marítima elemetnos de socorro y equipos electrógenos para la población de Juan Fernández. Se están haciendo todos los esfuerzos, para lograr el total abastecimiento de agua y energía, normalizar el transporte público, reestablecer las comunicaciones, y garantizar una atención oportuna de salud.
Llamo a todos los chilenos a confiar y seguir las indicaciones de las autoridades. A mantener la calma, a evitar riesgos innecesarios, a hacer un uso racional de la energía eléctrica, del agua y de los combustibles para asegurar su suministro durante la emergencia.
Quiero hacer un reconocimiento a los medios de comunicación, que han estado desde el primer minuto informando a la ciudadanía sobre los hechos. Así mismo quiero valorar la incansable y anónima labor que están cumpliendo las Fuerzas Armadas, los carabineros, bomberos, trabajadores de la salud en estas difíciles horas. He estado en terreno, los he visto ahí, trabajando junto a la gente sin descanso.
Agradezco, a nombre de todo el país, las muestras de solidaridad que he recibido de los presidentes y jefes de Estado de México, Estados Unidos, Rusia, Argentina, Bolivia, España, Ecuador, Gran Bretaña, Naciones Unidas y diversa cantidad de organismos internacionales. En estos dramáticos momentos sentimos una vez más el apoyo de la comunidad internacional. Ayer nos tocó a nosotros acudir en apoyo de Haití, de la misma manera que hoy día nosotros recibimos esta solidaridad.
Chilenas y chilenos, quiero que sepan que todos mis ministros, ministras y autoridades de gobierno se están dedicando y dedicarán con todas sus energías para normalizar lo más pronto posible la situación en el país. Sin embargo, como ustedes ven, el sismo ha tenido una tremenda magnitud y por eso tenemos por delante una ardua tarea tanto de enfrentar la emergencia como de reconstrucción. No será fácil. Requiere de tiempo, de muchos recursos pero sobre todo de la voluntad y colaboración de todos nosotros.
Nuestra historia está plagada de desastres naturales que ponen a prueba la voluntad, el tesón, y la solidaridad que nos caracteriza como nación. Pero también nuestra historia registra la fortaleza y perseverancia de nuestra gente. Como lo hemos hecho ante cada dificultad no tengo dudas de que saldremos adelante una vez más, fuerza Chile. Muchas gracias.