Reseña de «Superman: Hijo Rojo»

MARC LLINARES CODINA

Superman: Hijo Rojo es la historia de doce horas que cambiaron el mundo. Doce horas que hicieron que la nave de Superman cayera en la Ucrania comunista y no en Kansas. Así, el símbolo americano de la libertad pasa a ser el símbolo del poder comunista y del dominio mundial.

La historia cuenta el ascenso al poder de Superman, quien en un principio era reticente a ser el líder del partido ya que esto iba en contra de la doctrina marxista. Una vez en el poder, el Hombre de Acero logra convencer a todos los Estados del mundo, excepto a los Estados Unidos y Chile, de unirse a la URSS. 

En oposición a esta versión de Kal-L, tenemos a Lex Luthor y Batman. 

Luthor, pese a que es visto como un héroe por los estadounidenses, su objetivo principal sigue siendo derrotar a Superman. Batman, por el contrario, es presentado como una fuerza del caos, un revolucionario que pretende acabar con la tiranía del Gran Hermano.

Sin embargo, la historia es un pretexto para abordar cuestiones mucho más profundas. ¿Qué es la justicia? ¿Qué es la moral y quien la dicta? ¿A qué estoy dispuesto a renunciar por la seguridad? ¿Qué es lo correcto?

Mark Millar logra tratar todas estas preguntas a la perfección alejándose del bien y el mal para presentar una obra de grises llena de matices.

Esta versión de Superman, en el fondo, no se aleja tanto de su versión tradicional, al menos no en el primer acto. Sus intenciones siempre son buenas, a su modo de ver, está ayudando a la humanidad, les está dando paz, seguridad, orden. Sin embargo, los métodos no son precisamente los mejores.

El control que llega a ejercer nuestro protagonista sobre la Tierra y la humanidad es total, llega incluso al extremo de poder decidir cuando llueve y cuando no. 

Pese a este escenario de control absoluto el late motive de la obra es la libertad, tanto la libertad del mundo y los ciudadanos como la libertad del propio Superman.

Cuando el Hombre de Acero toma las riendas del partido, la URSS pasa por uno de sus peores momentos. Tras la muerte de Stalin y en plena guerra fría, el hambre, la guerra y la inestabilidad es el día a día para millones de personas. 

Superman consigue crear una sociedad de paz, orden y seguridad en la que la hambruna y la guerra no es más que un mero recuerdo. Esto, por supuesto, a cambio de libertades civiles. 

Sin embargo, es curioso como Superman no considera que coarta la libertad de nadie, al menos no hasta el final de la obra, cuando se da cuenta de lo que ha hecho realmente. Ha dictado el destino de una raza para él inferior, impidiéndoles evolucionar y crecer. Deja de verse a sí mismo como el garante de la paz y el orden para verse como una fuerza invasora que ha robado el libre albedrio a un planeta entero.

En cuanto a la libertad de Superman podemos distinguir tres fases.

Al principio él se considera libre de las órdenes del partido, no es un soldado, es una persona que hace lo correcto, lo que considera justo, salvando incluso vidas de ciudadanos estadounidenses. Sigue siendo el mismo de siempre que no puede ver a nadie sufrir.

En el segundo acto pasa a ser una persona cansada de la humanidad que sigue en el poder para cumplir su sueño utópico y darle a la humanidad la paz y la tranquilidad. La vocación con la que finaliza el primer acto da paso a la obligación que arrastra en el segundo. 

Finalmente, en el tercero, ya no es ni libre ni esclavo, es amo. Esta posición choca con su firme creencia en el comunismo y en la idea de que todos son iguales. Pero eso le da igual, no como al principio. El fin justifica los medios, y los resultados lo justifican todo. 

En definitiva, Hijo Rojo es un pretexto para que nos cuestionemos aspectos tan fundamentales como la justicia y la moral o el sistema político en el que vivimos. ¿Cuál es el equilibrio perfecto entre seguridad y libertad? ¿Acaso somos nosotros, personas de carne y hueso, más libres que los ciudadanos de la URSS del Hombre de Acero?

 

Marc Llinares Codina es estudiante de Ciencias Políticas de la Universitat de València (@MarcLlinCodi)

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