FELIPE CRESPO
¿Qué tienen en común un musical de corte comedia/histórico de Broadway, de letras estilo hip hop, jazz, R&B, cantada estilo ópera, con los padres fundadores de los Estados Unidos?
Esto es solo una parte de lo que se encuentra en la obra musical de Broadway “Hamilton”, una historia ubicada a fines de 1700 contada en este género teatral. Creada por Lin-Manuel Miranda y presentada por primera vez el año 2015, luego de que este leyera la biografía del padre fundador, primer secretario del tesoro de los Estados Unidos y principal escritor de los “Papeles Federales”, Alexander Hamilton, del Historiador Ron Chernow del año 2004.
Le tomó 7 años escribir la obra, siendo primeramente presentada la letra de las canciones en la Casa Blanca, en lo que se denomina “La noche de poesía” en presencia del presidente de Estados Unidos de aquel entonces, Barack Obama, hasta la presentación de la obra en las tablas, e incluso, pasar a estar disponible en el catálogo de “Disney plus” desde el 04 de julio del presente año, fecha clave acorde al contenido del show.
Pero “¿cómo es que un bastardo, huérfano, hijo de una mujerzuela y de un escoces (…)” llega a tener un musical? La mezcla de la interesante historia de Hamilton ―basada en el libro antes mencionado―, junto con un estilo distinto de ser presentada produjo un gran éxito, que no solo sirvió para volver a hablar de un “padre fundador” como lo es Alexander Hamilton (ciertamente menos conocidos en comparación a los otros), sino que también de la historia de independencia y de los primeros años de la construcción política, institucional y económica de los Estados Unidos.
Su éxito alcanza tal magnitud que no solo era difícil en su momento adquirir boletos para presenciar la obra en vivo, debiendo ser adquiridos con mucha anticipación o con precios elevados en reventa, sino que también dio para que una gran marca de contenido familiar, como es Disney, la adquiriera con planes originales de ser presentada en cines (con fecha de estreno, Octubre 2021), pero que, producto de la pandemia mundial, decidieran estrenarla en la plataforma de streaming “Disney Plus”.
No es necesario conocer la historia de Estados Unidos para ver esta producción, porque el mismo musical va introduciendo los personajes y los contextos históricos según acontecen. Claramente ―y para hacer más completa la obra en sí―, no solo se tratan contenidos relativos al padre fundador o de carácter históricos, sino que incluye pasajes de amor, conflictos, amistades, miedos, engaños, infidelidad, duelos, ambición, determinación, errores y aciertos, entre muchos otros temas, que hacen más atractiva y sabrosa la obra (Muy al estilo Broadway).
Pero “¿podemos volver a la política?”: personajes históricos destacados como George Washington, Thomas Jefferson, James Madison, y el antagonista, Aaron Burr, e incluso el Rey Jorge III son retratados en esta obra, solo por mencionar algunos nombres. Increíblemente en los primeros minutos, y con la primera canción, se hace mención de lo veremos a lo largo de la puesta en escena. No es mi intención aquí hacer adelantos explícitos del mismo, por lo que los invito a que puedan ver el musical, no solo por los premios y éxito obtenido, sino que también por los elementos, conceptos y discusiones políticas que se dan en la historia, que hace que el tiempo de duración avance muy rápidamente, apoyado por elementos escénicos, coreográficos y tomas con las que fue grabada, que completan la experiencia de verlo en las butacas en las noches neoyorquinas.
Es cierto que hay público objetivo para los musicales y que no todos le puede gustar, pero considerando el contenido de la obra, sobre todo para aquellos que les gusta la política y la historia de Estados Unidos, hace que sea un imperdible. ¿Qué otra obra pone a rapear a dos padres fundadores al estilo “batalla de gallos” para decidir una cuestión económica-institucional, sobre el sistema financiero de Estados Unidos?, solo “Hamilton” lo puede lograr.
No deja de ser interesante también ciertos detalles, como son la representación de los personajes históricos por actores mayoritariamente afroamericanos o latinos, junto con la particular comedia que presenta y las referencias, no solo haciendo una hábil mezcla de la situación que ocurría en aquel entonces con elementos o discusiones actuales, como son el racismo, el rol de los inmigrantes en la construcción del país, la importancia (o ausencia) de la mujer en los procesos, las disputas políticas, los conflictos entre partidos, entre otros. Para más créditos todavía, el musical no solo tuvo impacto en el mundo del entretenimiento, o la discusión, el debate o comentarios en general respecto al rol de los denominados “padres fundadores” o sobre la historia misma del país del norte, sino que incluso provocó que se revirtiera la idea del Banco Central de Estados Unidos, de eliminar la imagen de Hamilton del billete de $10 dólares.
El espectáculo “Hamilton” nos hace reflexionar de forma notable, dejando algunas interrogantes que podrían ser resueltas durante las más de 2 horas de duración de los dos actos que componen la obra (con un pequeño intermedio), sobre todo para quienes nos interesa el ámbito de lo público, al enfrentar aspectos como el presente, el futuro, el éxito, el legado, entre otras. Algunas de estas preguntas son: ¿cuál es costo por tener el éxito?, ¿cuánto te importa tu legado?, ¿hasta qué punto se está satisfecho?, ¿se está dispuesto a arriesgar hasta la familia por tu proyección frente a los demás? Y, cuando ya no estés “¿quién recuerda tu nombre? ¿Quién mantiene viva tu luz?”. Sin lugar a dudas, son cuestionamientos que se ponen presente durante la historia y que estoy seguro que, luego de ver el show, tendrás más de alguna reflexión sobre el tema, pero definitivamente, si hay algo a considerar luego de revisar aquellas interrogantes ―dicho en la voz del personaje de Washington―, es que, definitivamente: “no puedes controlar quién vive, quién muere y quién cuenta tu historia”.
Estoy muy seguro que esta obra te sacará más de una sonrisa, o quizá agregarás alguna de sus canciones a tu lista de favoritos en tu aplicación de música preferida, puede que incluso te haga revisar y profundizar uno que otro pasaje de la historia de Estados Unidos o te deje reflexionando sobre los temas allí tratados, sea como sea, te recomiendo que veas esta obra maestra, que a estas alturas ya es parte de la cultura popular. Un muy buen guion, una premiada banda sonora, notables actuaciones y representación de personajes, entre otros factores que la hacen un imperdible estos días.
Felipe Crespo es Licenciado en Ciencias Jurídicas. Ex Dirigente Estudiantil (@Fcrespoav)
