Moreno Bonilla y la apropiación de Andalucía: la feijooización del PP andaluz

JORDI SARRIÓN I CARBONELL

Hace algunos años nadie cuestionaba la hegemonía inenarrable del Partido Socialista en Andalucía. Y es que, desde que casi dos millones y medio de andaluces votaran a favor de que Andalucía se conviertiese en autonomía por la vía rápida en 1980, sus resultados han sido incuestionables. Así, el Partido Socialista de Andalucía fue la primera fuerza en las elecciones al Parlamento de Andalucía desde el año 1982 hasta el año 2012. En minoría, en coalición con el Partido Andalucista o con Izquierda Unida, la formación política apenas bajaba del 40% de los votos de los andaluces.

Pero nada es para siempre. Como dijo el pensador británico Lord Acton, si “el poder genera corrupción, el poder absoluto genera corrupción absoluta”. A pesar de que, en las elecciones del 2015 Susana Díaz recuperara la primera posición, el coqueteo con Ciudadanos —entre otros muchos factores, que necesitarían de un análisis politológico mucho más extenso— le pasó factura. La consecuencia fue el mayor desplome de la historia para el Partido Socialista Andaluz, una pérdida de 14 escaños y el primer registro por debajo del 30% de voto en la historia del socialismo andaluz. Tras 36 años de socialismo andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla se hacía con el poder, tras un pacto con Ciudadanos y la abstención de VOX.

El color, la bandera y todos esos detalles que no se ven

El color y las banderas, aunque la mayoría de políticos niegue darles importancia, son fundamentales en política. Cuando Moreno Bonilla llegó al gobierno de Andalucía, una de sus primeras decisiones —no exenta de polémica— fue el rediseño del logo de la Junta de Andalucía. Después de 36 años de Partido Socialista, esta decisión le permitió crear una nueva imagen institucional de Andalucía para una nueva etapa política. Esta estrategia de rediseño de la imagen corporativa para simbolizar un cambio de época también lo llevó a cabo la Generalitat Valenciana tras la irrupción del gobierno del Botànic, también después de un largo período de gobierno (aunque, en este caso, del Partido Popular). 

El PP andaluz: un camino simbólico para identificar al partido con Andalucía

Cuando llegó al poder en Andalucía, el PP apenas lucía elementos andaluces en su imagen corporativa en Andalucía. Como vemos en la de portada de este artículo, apenas una bandera andaluza minúscula complementaba al logo del partido. No obstante, el PP lleva ya unos años intentando consolidarse a nivel discursivo como la formación que defiende y representa los intereses de Andalucía, que en su día ocupó el Partido Socialista de Andalucía.

Imagen de campaña de Juanma Moreno Bonilla para las elecciones autonómicas del 2018.

Para ello, el verde y la palabra Andalucía han ido ganando peso de manera paulatina en la cartelería y en los eslóganes del PP. Si bien en las anteriores elecciones de 2018 el verde de Andalucía ya aparecía unido al azul del Partido Popular y la palabra “cambio”, el PP ha ido apropiándose poco a poco del color verde y de la palabra Andalucía. Todo un “significante vacío” que cada partido se empeña en llenar de unos u otros valores y contenidos en función de su ideología (en el caso del PP, asociado a la bajada de impuestos, el emprendedurismo y las políticas de corte liberal). Muy paradigmática de este cambio es una frase de la parlamentaria popular Virginia Pérez, quien aseguró que “la Junta de Andalucía ya no sirve a un partido, sino a los andaluces”.

Un PP andaluz que se parece más a Feijóo que a Casado

Después de todo lo que hemos explicado, no es casualidad que, entre 2019 y el 2020, el Partido Popular de Andalucía “robara” a Macron su “En Marche” (que coincidía con el acrónimo de Emmanuel Macron) para lanzar el eslógan “El cambio en Marcha”. Y esto lo hacía al tiempo que impulsaba el autodenominado “Plan Marshall Andaluz”, también llamado “Andalucía en Marcha”. De nuevo, “cambio” y “movimiento” asociados al PP y envueltos en la bandera de Andalucía, maridados con el hashtag #DefiendeAndalucía. Un nuevo paso hacia adelante para robarle al PSOE la bandera de la defensa de los intereses de los andaluces en Madrid, aprovechando que es el Partido Socialista quien está en la Moncloa también desde el año 2018, y ejerciendo como contrapeso y baluarte del “poder andaluz”.

El PP consolida su apuesta por la palabra Andalucía y el verde de la bandera andaluza.

Pero la consolidación de este proceso ha tenido lugar en el congreso del Partido Popular Andaluz, celebrado en el mes de noviembre de 2021. A diferencia del PP español, que insiste en envolver a la gaviota en los colores de la bandera de España, en el azul intenso y en la palabra “España”, el PP andaluz consolida su proceso de rediseño y “feijooización”. Igual que hizo Feijóo en Galicia, Moreno Bonilla se rodea del color de su bandera autonómica (en el caso de Feijóo, abandonó el azul intenso del PP para tomar como referencia el azul claro de Galicia). Así, el verde es el protagonista por primera vez en solitario, y lo acompañan un “Andalucía” gigante y el eslógan “el cambio funciona”. El PP aparece en fondo verde en la parte superior, más pequeño que en otras ocasiones.

Panorama general de la imagen del PP de Andalucía lanzada para el nuevo congreso autonómico de noviembre del 2021.

Aunque parezcan detalles insignificantes o decisiones sin importancia, los rediseños, los eslóganes y el color tienen un protagonismo notable, ya que son capaces de modificar la manera en que vemos las cosas y, sobre todo, la manera en que una imagen llega a nuestro subconsciente. Decía precisamente el filósofo Carl Jung, que “el color es la lengua materna del subconsciente”, y por eso es tan importante, porque nos transmite sensaciones, emociones y percepciones sin darnos cuenta. Y por eso nunca es inocente, a no ser que los estrategas de campaña sean primerizos. Para entender el color debemos recurrir a quienes mejor lo conocen: los pintores. Lo explicó a la perfección Paul Goguin: ¡Color! ¡Qué lenguaje tan puro y misterioso; el lenguaje de los sueños!

 

 

Jordi Sarrión i Carbonell es periodista y politólogo. Fundador y director de la revista Mirall País Valencià. Colaborador de medios de comunicación. Actualmente en el master @compolin de la UPF (@srcarbonell)