Lo que la Dra. Jill Biden le dice al mundo con su ropa

JAVIER LUNA

La ropa tiene un poder de comunicación hoy más que nunca. Desde los colores y materiales, hasta el diseñador y el contexto social en el que la ropa está siendo utilizada, cada elemento se vuelve fundamental para comunicar un mensaje.

En la política, los personajes son vistos por sus colegas y opositores, sus votantes, y los medios de comunicación de diferentes partes del mundo, por lo que la selección de ropa tiene que ser cuidadosa y firmemente planeada.

La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, llegó a la Casa Blanca a revolucionar varias formas de pensar no sólo de su rol en la política sino de su forma de llevar la ropa. Desde la entrevista que dio para Vogue en enero de 2021, cuando apareció en la portada de la revista, Biden evitó contestar preguntas sobre moda, asegurando que había temas en los que buscaba enfocarse durante los siguientes cuatro años. En medio de una pandemia donde las vacunas apenas estaban llegando, donde había más de 100,000 casos activos por día en Estados Unidos, y un país dividido por el ataque al Capitolio motivado por el presidente anterior a Joe Biden.

Y no es que la Dra. Biden no aprecie la moda, sino que al comenzar a hablar de la agenda política para los próximos años, le estaba diciendo a la revista Vogue y a sus lectores, que ella como Primera Dama, estaba lista para involucrarse en temas políticos necesarios para el país, y que ella está profesionalmente preparada para hacerlo. Esta es una declaración importante, ya que varios medios de comunicación tendían a subestimar con comentarios machistas, los esfuerzos políticos que hicieron en su tiempo Hillary Clinton o Michelle Obama durante su tiempo como Primeras Damas.

Jill Biden es una de las primeras damas más educadas en la historia de Estados Unidos. Tiene un posgrado en Educación y en Inglés, y un doctorado en Educación. Biden también es la primer Primera Dama en tener un trabajo mientras ejerce su rol en la Casa Blanca, dando clases en Northern Virginia Community College.

Y aunque la moda no sea una prioridad para la Doctora Jill Biden, esta es sin duda una gran herramienta de comunicación para comenzar conversaciones sobre sus valores, y la agenda política del gobierno de Biden. Aquí algunos ejemplos de como la ropa se convirtió en protagonista de momentos políticos de la Primera Dama de Estados Unidos.

La Primera Noche en la Casa Blanca

La llegada de los Biden a la Casa Blanca representaba un importante cambio en la política de Estados Unidos. La tensión que el racismo, los crímenes de odio, y las reclamaciones no fundamentadas por fraude electoral pedían a gritos un mensaje de unión celebrando la diversidad que enriquece la sociedad, economía y política de Estados Unidos.

Gabriela Hearst es una diseñadora uruguaya graduada en comunicación. Se dedicó al modelaje para después fundar su primer marca de ropa Candela con 700 dólares en Nueva York. Este proyecto le ayudó a emprender su segundo negocio de moda, creando una marca auténtica que se diferencía por su lujo artesanal, sus esfuerzos en cuestiones de sustentabilidad, y un estilo sobrio pero distinguido que han usado grandes personalidades como Oprah Winfrey, Demi Moore y Meghan Markle.

La historia de Hearst, es la historia del sueño americano. Una persona que llega de Sudamérica a una de las capitales de moda del mundo para tener una carrera exitosa como diseñadora de moda.

Así que la Primera Dama celebró la historia de Gabriela Hearst y la diversidad de Estados Unidos utilizando un atuendo de esta diseñadora uruguaya, comunicando así los valores de aceptación e integración para todas las personas que forman parte de Estados Unidos.

La Sustentabilidad

Jill Biden utilizó un vestido azul estampado de Oscar de la Renta para conmemorar un evento por el Día Internacional de la Mujer, pero esta no fue la única ocasión en que se le vio utilizando este vestido. Imagen de PopSugar.

 

El movimiento de sostenibilidad, como en diferentes partes del mundo, es bastante controversial en Estados Unidos. Bernie Sanders y Alexandria Ocasio Cortez hablan de la importancia de que todas las industrias deben reducir sus emisiones de carbono a la brevedad posible, mientras personajes de derecha como Ted Cruz o el gobernador de Texas, Greg Abbott, niegan absolutamente la necesidad de hacer algo para combatir el cambio climático.

Ante este debate de extremos, la doctora Biden deja que la ropa hable por sí sola. Invitando a la gente a tener conciencia sobre el uso de la ropa para que esta dure más y se reduzca la cantidad de desechos textiles, todo esto lo dice únicamente con su ropa.

La Primera Dama ha utilizado prendas en múltiples ocasiones para eventos de mucha visibilidad. No sólo se le ha visto repitiendo vestidos, si no que los combina con diferentes accesorios, sin siquiera dejar pasar mucho tiempo desde el último evento que lo utilizó.

​​A finales de abril de 2021, se vio a Jill Biden utilizando el mismo vestido de Oscar de la Renta que había utilizado hace un par de semanas, aunque esta vez fue para conmemorar los 100 días de presidencia de Joe Biden en Georgia. Imagen de OK Magazine.

Y aunque parezca superficial y para muchas personas incluso irrelevante, la frecuencia con la que la Primera Dama repite prendas, es un mensaje realmente poderoso en contra del consumismo masivo de moda rápida que caracteriza a Estados Unidos. Esta cultura de utilizar ropa diferente para cada evento, que se ha acelerado por las redes sociales y los bajos precios de la moda rápida.

Al final, la ropa de la Primera Dama se vuelve tema de conversación para programas de chismes, revistas, y en esta época de redes sociales, aparece en miles de Tik Toks, hilos de Twitter, y blogs de moda o análisis.

La doctora Jill Biden tiene acceso a grandes diseñadores y marcas de ropa, tiene una agenda política bastante ocupada, y una posición de privilegio que le da acceso a viajes, eventos y encuentros con personas relevantes de diferentes industrias, y aún así, decide repetir vestidos de marcas de ropa americanas, ¿por qué el americano promedio no puede también reducir el número de prendas que compra y usa también?

La Dra. Jill Biden utiliza el mismo vestido por tercera vez. En esta ocasión fue para regresar de la boda de su sobrino Cuffe Owens. Imagen de Yahoo!

Las personas en política se han vuelto como una especie de celebridades. Son vistas por todo el mundo, tienen redes sociales, y muchos de ellos son inspiración para otras generaciones por lo que su imagen se vuelve aspiracional. Así que la doctora Jill Biden manda un poderoso mensaje de no caer en tentaciones de consumismo que terminan deteriorando el planeta.

La ropa puede reflejar tu personalidad, hacerte sentir espectacular y radiante, pero no tiene por qué ser desechable aunque ya haya sido vista en un evento de mucha visibilidad. Ese es el poderoso mensaje de esta iniciativa sobre reutilizar ropa en un mundo tan visual, dónde la forma en que te ves y te vistes es fundamental para tu carrera.

No me pregunten de moda, dijo Jill Biden a Vogue. Hablando quizás de que a las mujeres en la política se les analiza su apariencia con mucha más crueldad e intensidad que a los hombres en la política. Aunque quizá lo dijo porque sabe que su ropa mandará mensajes contundentes y la ropa hablará por sí sola. Será sujeto a interpretación y a seguir analizándolo posteriormente.

 

Javier Luna es egresado del Máster de Comunicación Política de la Universidad Camilo José Cela. Actualmente, trabaja como consultor asesorando candidatas al Congreso y a ayuntamientos en Estados Unidos. Es autor de Political Fashion. (@javieerLG)