HELENA VÁZQUEZ
Una marcha de 2.000 ultranacionalistas invadía uno de los barrios de Atenas que albergaba mayor proporción de migrantes el 12 de mayo del 2011. Al grito de “Fuera extranjeros”, los manifestantes arrasaban con todos los inmigrantes que se cruzaban por su camino, aporreando y golpeando a sus víctimas hasta dejarlas en el suelo. Aquella misma noche, después de ser perseguido y apuñalado por dos hombres montados en una motocicleta, Alim Abdul Manan, un blangladesí de 21 años de edad, fue hallado sin vida en una calle del distrito de Patissia, en Atenas.
Amanecer Dorado era el partido que estaba detrás de la razia contra migrantes, activistas de izquierdas y homosexuales que Grecia vivió en los primeros años de la crisis que irrumpió en el país a partir de 2008. Amenecer Dorado es un partido que se fundó en 1980 con un ideario que congeniaba con las ideas del nacional socialismo. Las primeras publicaciones aparecidas en el diario Emeis (Nosotros, en griego) ya revelaban cuál era la ideología que marcaría su actividad política. “Somos nazis […] porque en la milagrosa revolución alemana del 1933, nosotros vimos la fuerza que salvará a la humanidad de la putrefacción judía”.
Asalto a las calles y a las instituciones
Un partido abiertamente nacionalista, xenófobo y con una clara simpatía hacia el nacional socialismo pasaba de ser un partido marginal con un 0,3% de los votos en las elecciones de 2009, a obtener en las elecciones de mayo de 2012 el 7% de los votos. En las últimas elecciones, de setiembre de 2015, mantuvo el porcentaje de votos recibido. Estos resultados se enmarcan en una Grecia duramente golpeada por la crisis y rescatada financieramente con tres rescates.
La actividad del partido vivió su etapa más sangrienta en 2011, justo cuando dio el salto a las instituciones. En junio de aquel mismo año, Nikos Michaloliakos, el líder de la fuerza de extrema derechista, consiguió una silla en el ayuntamiento de Atenas. Un hecho que fue relevante no sólo porque representaba el inicio de una cascada de victorias electorales, sino porque en su primer día de trabajo como cargo electo, dejó bien clara su proximidad con el nacional socialismo. Michaloliakos empleó un saludo hitleriano en el curso de la primera sesión del pleno del ayuntamiento de la capital griega.
Amanecer Dorado crecía en los espacios de representación democrática mientras ganaba presencia en la calle. El partido sembraría el terror en la Atenas del 2011 y sus dos años consecutivos. Había creado un modelo organizativo y estratégico para conquistar el espacio público. Se trataba de las “escuadras locales” de Amanecer Dorado, con una referencia embrionaria a las escuadras hitlerianas. Se trataba de grupos de hombres armados que patrullaban las calles persiguiendo aquellos quienes consideraban ser sus “enemigos”: inmigrantes, activistas de izquierda y homosexuales. Durante este período, la organización habría cometido tres asesinatos y varios intentos de homicidio. No obstante, el último ataque mortal, en setiembre de 2013, dio un giro a la evolución de los eventos. Giorgos Roupiakas, miembro del grupo de extrema derecha, acabó con la vida de Pavlos Fyssas, un famoso cantante de rap conocido por sus tendencias “antifascistas”. Su asesinato fue la gota que colmó el vaso e hizo enervar a buena parte de la población. La opinión pública empezó a cuestionarse por qué el gobierno dejaba con cierta impunidad los crímenes cometidos por la organización.
Amanecer Dorado a juicio
El 28 de setiembre de 2013 se materializó el primer intento de procesar judicialmente al partido político, con el objetivo de declararlo organización criminal. Sus diputados fueron esposados y detenidos. Entre ellos estaba Michaloliakos, su número uno. Antes del inicio del juicio, que empezó el 20 de mayo de 2015, las magistradas Ioanna Klapa y Maria Dimitropoulou empezaron una investigación exhaustiva en la que recopilaron más de 100 casos de violencia cometidos por sus miembros, susceptibles de ser perseguidos por el código criminal griego. Una vez recopilado todo el material, empezó el macro juicio contra un partido político con representación parlamentaria.
En este macro proceso judicial con 69 imputados se pretende, por una parte, enjuiciar los crímenes cometidos por la organización, por ello acumula la instrucción de varios ataques violentos y, por otra, declarar al partido político “organización criminal”. Esto implica ilegalizarlo y poner en prisión a su dirección y a los que perpetraron sus crímenes. Este macro juicio demuestra a día de hoy la voluntad de enjuiciar una organización que hasta el momento había desarrollado sus crímenes con cierta impunidad. Según declara el abogado Dimitrios Zotos, abogado de la acusación en este proceso judicial: “Antes de empezar el juicio [refiriéndose al juicio contra Amanecer Dorado], veíamos como los fiscales encargados [de los juicios relacionados con los miembros de Amanecer Dorado] rebajaban siempre las penas, lo que eran claros intentos de homicidio, para ellos eran daños.”
Sin embargo, este proceso judicial no ha impedido que el partido político continúe con su actividad parlamentaria. No todos los que están siendo procesados están encarcelados. Es más, su presencia en la cámara legislativa no ha cesado, ni siquiera para los mismos diputados imputados que a día de hoy continúan ocupando sus escaños. Su presencia en el Parlamento tampoco ha molestado con exceso a Syriza, el partido autodenominado de “izquierdas” que en la actualidad gobierna junto a Anel. Zoi Konstantopoulou, expresidenta del Parlamento durante la primera legislatura de Syriza, en enero del 2015 propuso una serie de medidas consideradas favorables para la participación de Amanecer Dorado en el Parlamento durante el encarcelamiento de sus miembros.
Ilegalizar un partido político
Sostuvo su posición basándose en principios constitucionales. Ahora bien, la postura de Syriza y de otros partidos refleja la batalla legal y política que está detrás de la persecución judicial de Amanecer Dorado. La prohibición de un partido político por su ideología está prohibida por la Constitución griega. Por el contrario, esa disposición podría no cerrar las puertas a condenar su ideología fascista. El mismo Tribunal Supremo griego, en una sentencia de 2007, concluyó que los “partidos fascistas impiden el adecuado funcionamiento de una democracia”.
Además, sus principios antidemocráticos se combinan con su actividad criminal. La faceta criminal del partido fue precisamente lo que el ministro de Orden Público y Protección Civil resalta en el texto que presentó al Tribunal Supremo al inicio del juicio. “Estos actos criminales parecen relacionarse con los de una organización criminal y los de una organización criminal que va más allá de los incidentes, que crea repugnancia pública, que mina la autoridad de la ley, infringe los derechos humanos y la dignidad humana y supone un riesgo para el orden público y para la seguridad interna del país”.
El juicio puso freno al clima de violencia in crescendo que se vivía desde el 2011. Sólo de octubre de 2013 a diciembre de 2013, la Red de Violencia Racista vio como los incidentes violentos de los escuadras locales pasaban de 50 de media a 18 por el mismo periodo. A día de hoy, los ataques se han reducido aunque se siguen registrando, en menor grado, agresiones puntuales a migrantes y activistas. Sus dirigentes pretenden desvincularse de estos ataques y las escuadras locales no pueden pasearse con el mismo desparpajo. Será la sentencia judicial que culmine el proceso contra Amanecer Dorado la que decidirá si encerrar el nazismo en la papelera de la historia o darle, de nuevo, el aliento que tuvo recientemente y con la historia del fascismo europeo que le precede.
Helena Vázquez es jurista y periodista. Trabaja como reportera freelance en Atenas y colabora regularmente con RAC1, el diario ARA, Infolibre y la revista Directa. (@_helenadetroia)
Publicado en Beerderberg
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