La Barbiemanía tiñe de rosa el marketing político: 11 casos exitosos que han revolucionado la comunicación política

JORDI SARRIÓN I CARBONELL

Se han dicho muchísimas cosas y han corrido río de tinta sobre el que, sin lugar a dudas ha sido el fenómeno del verano: la Barbiemanía. Que sí, que ya sabemos que aquella carrera frenética en Chevrolets sirve para hacer gala del American way of life. También sabemos que Barbie redefinió los cánones de belleza, que fue fundada por una mujer, Ruth Handler, tomando como referencia a su propia hija Barbara. También sabemos que supuso una revolución del marketing con la introducción de los complementos y que fue un auténtico revulsivo en la forma en que jugaban las niñas porque les permitió, por una vez, soñar con futuros brillantes más allá de la crianza de los niños y de un rol secundario en la sociedad. 

Hemos aprendido, como exponen las compañeras de Estudio La Base, que crear tu propio universo y conseguir que la gente quiera formar parte de él es clave para aquellos que nos dedicamos a la comunicación política. Y, cómo no, hemos aprendido reflexionado sobre género, estereotipos y el cine que, en definitiva, es la fábrica de sueños. Pero… ¿Qué impacto ha tenido el fenómeno Barbie en la comunicación política? Analizamos 11 casos de todo el mundo en los que esta se ha teñido de rosa… Y por motivos muy variopintos. Si viendo Barbie os quedasteis con ganas de más estáis a tiempo de poneros vuestras mejores galas rosas, preparar vuestras palomitas, escoger vuestro refresco favorito y sentaros en el sofá. Life in plastic is fantastic!!

La IA barbificadora: de Barack Obarbie a Barbie Margaret Thatcher

La IA ha llegado para quedarse y lo sabemos. Y, con las enormes dimensiones que ha tomado el fenómeno Barbie, no iba a ser menos. Nadie ha escapado a la ‘barbieficación’, el proceso en que Inteligencias Artificiales como el software Midjourney han convertido en Barbie o en Ken a algunos de los personajes más relevantes de la política. Desde Barack Obarbie hasta Ken Biden y pasando por Barbie Kate Middleton o la mismísima Margaret Thatcher se han convertido en Barbies y Kens, despertando las más variopintas reacciones en las redes, como explican en el New York Post. 

¿Campañas institucionales a ritmo de Barbie? Por qué no intentarlo

En consultoría política siempre decimos que hay que ser creativos. Si bien es verdad que en el gobierno estadual del Estado brasileño de Rio Grande do Norte puede que se hayan pasado con la creatividad, hay que reconocerles la originalidad de su campaña. Así, “no sea igual que Ken. Tenga su propia identidad” ha sido la frase escogida por este ente público para promover una campaña de renovación de documentos de identidad, junto a una revisión del póster oficial de la película en que Barbie sostiene un documento de identidad junto a un Ken en blanco y negro. Lo que parece seguro a juzgar por los 54.000 “me gusta” que acumula el tuit de la cuenta Crazy Ass Moments in Latin American Politics, la campaña ha conseguido volverse viral y, por tanto, la institución ha conseguido que su mensaje llegue. Aplauso para el equipo que la ideó. 

La Barbie Cristina Kirchner, la más polivalente

A pesar de su tez y su pelo morenos, si hay una política latinoamericana a la que sus seguidores identifican con Barbie esa es la Vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner. Ahora que la marea de la barbiemanía ha arrasado con todo, Twitter estalló con un hilo en que se comparan los atuendos y estilismos de la política argentina con los de Barbie. Kirchner, que ha sido siempre criticada y adorada por su fuerte estilo, personalidad e impronta política, se ha atrevido a lo largo de estos años a emular desde a la Barbie vaquera a la Barbie Chanel, pasando por morados y todos los tonos posibles de rosa. 1.3 millones han visto ya este hilo. ¿Es Kirchner la Barbie presidenta de carne y hueso?

Dina Boluarte: ¿La “Barbie dictadora”?

Más allá de la cuestión meramente estética, la película de Barbie ha servido también para la protesta. Y si no, que se lo pregunten a la presidenta del Perú Dina Boluarte. Durante las protestas contra la legitimidad de su gobierno tras el impeachment contra el presidente Pedro Castillo y la crisis política que vive el país, manifestantes han tirado de ingenio para protestar contra la represión de Boluarte. Y qué mejor forma de protestar que dando luz a la Barbie dictadora, ataviada con su rifle de asalto de juguete , su cinta presidencial y su “certificado de impunidad”. Sin lugar a dudas, una forma original y fresca para hacer llegar un mensaje político en una era de saturación informativa. El mismísimo Antonio Gramsci estaría orgulloso de esta manifestante, sin lugar a dudas. 

Dina Boluarte ataviada como “Barbie dictadora” en una manifestación en Perú // @loscuatrochulls 

Claudia Sheinbaum y el uso de la narrativa de Barbie en una campaña política

Otro caso muy curioso es el de la aspirante a la candidatura a la presidencia de México por MORENA Claudia Sheinbaum, feminista confesa. Partiendo del eslógan de que “tú puedes ser lo que quieras ser”, la política mexicana reivindicó que “ya ha pasado el tiempo en que las mujeres están más guapas calladitas” y que es hora de que las mujeres puedan trazar su propio futuro sin que nadie les diga lo que deben o no deben hacer, relacionando su proyecto político con la narrativa de la película y el concepto de “empoderamiento”. Al tiempo, la aspirante compartió en las publicaciones de su Instagram una imagen de Ciudad de México que simula ser Barbieland, incorporando algunas de sus últimas obras al frente de CDMX, realizadas antes de su dimisión para buscar la nominación como candidata del partido del actual presidente de México MORENA. 

El cartel que Claudia Sheinbaum publicó en su cuenta de Instagram.

Justin Trudeau: cómo romper los estereotipos gracias al cine

No resulta una novedad que la comunicación política de Justin Trudeau está muy cuidada y no deja al azar prácticamente ningún detalle. Más todavía de la mano de su emblemático fotógrafo Adam Scotti. Pero esta vez, Trudeau ha conseguido sorprender a propios y extraños posando días después de su separación con su hijo en la puerta de una sala de cine donde se proyectaba Barbie, ambos vestidos de rosa. Si bien los sectores más conservadores del país han sido críticos con su decisión, el premier ha decidido llevar el asunto más allá, y se ha ido con su hija a ver Oppenheimer, la obra del cineasta Cristopher Nolan, y ambos lo han hecho vistiendo tonos marrones y negros. Una forma de dejar claro que él y su gobierno defienden que es hora de dejar atrás los roles de género y, al tiempo, generar conversación y ser parte de uno de los debates que más repercusión han tenido este verano: ¿Barbie u Oppenheimer? La polémica está servida. 

Justin Trudeau posa con su hijo a la hora de ver Barbie y con su hija a la hora de ver Oppenheimer // Instagram de Justin Trudeau. 

Malala: la Barbie Premio Nobel y “just Ken”

“Esta Barbie tiene un premio Nobel. Él es sólo Ken”, bromeaba la premio Nobel Malala Yousafzai en sus redes sociales al tiempo que posaba junto a su marido Asser Malik dentro de una caja de Barbie. Y es que han pasado 9 años desde que Malala se convirtiese en la ganadora más joven del premio Nobel de la Paz por su activismo en pos de los derechos de las niñas. Si bien muchos hombres se ofendieron con su comentario, no lo hizo su marido, quien declaró en un comentario en su publicación que él es “Kenough” (juego de palabras que mezcla Ken y enough, esto es, suficiente). La película, así, ha servido para poner el dedo en la llaga de los matrimonios de celebrities y reivindicar el papel que ostenta la mujer dentro de estos. Chapeau. 

En Estados Unidos, los demócratas van a Oppenheimer y los republicanos a Barbie

¿Qué película eligió el presidente Joe Biden para ir a ver junto a su familia? Exacto, Oppenheimer de Cristopher Nolan, una película sobre Julius Robert Oppenheimer, padre de la bomba atómica. Y es que, a pesar de su mensaje feminista, una parte muy importante del público de Barbie es el electorado más conservador. De hecho, como se refleja en la política, todavía existen importantes prejuicios hacia la muñeca de Mattel por parte de los progresistas estadounidenses (en una escena, una niña llama “fascista” a Barbie ante su estupefacción más absoluta). Por ello, no es casual algunos de los Estados más conservadores de los Estados Unidos, proclives a Trump, como es el caso de Texas, hayan elegido a Barbie, al tiempo que los Estados de la Costa Este (más liberales / progresistas) han elegido mayoritariamente Oppenheimer. Luego dicen que si la cultura política de un territorio no es determinante. Por eso es tan importante en la #compol conocer bien a nuestros electores y saber segmentar. 

Preferencia en Google Trends (Barbie u Oppenheimer) // Twitter.

Voto en los Estados Unidos por Estado // WikiMedia Commons.

Y en España…¿Quién es Barbie?

Me van a perdonar lectores de izquierdas y de derechas, pero la Barbie española por antonomasia es Cristina Cifuentes, que se fue al estreno del filme con media colección Barbie del Zara encima, pendientes de Barbie incluidos. Si bien el protocolo del evento exigía del rosa, la Barbie expresidenta escogió un total look en rosa, incluso con unas gafas de corazones que causaron sensación. Desde luego, Cifuentes se merece un 10 a la mayor fan de Barbie en España. Por hacer de abogados del diablo, también debemos decir que su apariencia y su pelo rubio le ayudan, y mucho. 

El día que Barbie entró de lleno en la campaña electoral española

La Barbiemanía también entró en la campaña electoral española del pasado julio. Vimos decenas de memes de Yolanda Díaz como Barbie y de Pedro Sánchez como Ken. Incluso la actriz que encarna a Barbie, Margot Robbie, fue preguntada sobre el parecido del presidente español con Ken, a lo que respondió, coqueta, que “lo buscaría después en Google”. Pero, sin dudas, el momento más divertido fue cuando el creativo español Ayo Vega hizo su propia versión del spot de la película, pero… ¡Incluyendo a los políticos españoles! En él, el gris cemento de Madrid y el icónico edificio de Schweppes se tornan rosas para convertirse en Barbielandia. Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Feijóo, Ayuso, Baldoví, Rufián o Miquel Iceta son barbieficados en un spot que termina con el cartel incendiario de V0X en esta campaña contra la izquierda y las feministas siendo pasto de las llamas en pleno corazón de Barbielandia. Todo comunica, ya lo decía el constructivista Watzlawick. 

Adrián Barbón y los carteles rosas de Barbie

Hay quien ha entrado motu proprio a esta moda de Barbie, y hay quien ha entrado sin querer. Es el caso del renovado presidente socialista de Asturies Adrián Barbón, quien, por el parecido de su apellido con la palabra Barbie, también ha sido barbieficado con unos carteles divertidísimos. “Tengo que hacerme con una”, declaraba el presidente tras ver sus pegatinas y pósters por las calles de una ciudad asturiana. A veces, más vale tomarse con humor las cosas cuando uno se convierte en meme y surfear el momento, en vez de avinagrarse y enfadarse. Al fin y al cabo, le están ayudando (intencionalmente o no) a trabajar su propia marca política, y eso siempre es un valor añadido, ya que le están ayudando a humanizarse. Chapó por su actitud y por tomarse las cosas con humor, claro que sí.

Bonus track: El graffiti de J. Warx en València y caballos

Ya sé que os he prometido sólo 11 curiosidades en clave #compol sobre la película y el fenómeno de Barbie, pero no podía pasar por alto que, en València, ya tenemos un graffiti de Barbie a cargo de J. Warx. ¿Qué tienen que ver el patriarcado con los caballos? Quizás os estéis haciendo esa misma pregunta aquellos que no habéis visto la película. Estad tranquilos, que no os pienso revelar la respuesta a la pregunta. Sólo os diré que el graffiti lo podéis encontrar en el barrio de Benimaclet, y que, si no la habéis visto todavía, dejéis de resistiros, os pongáis vuestras mejores galas rosas y acudáis a vuestros cines de confianza (y, si son de los de toda la vida y no los de un centro comercial, mejor que mejor). ¡Y ya nos contáis qué os ha parecido la película!

 

Jordi Sarrión-Carbonell es periodista, politólogo y @mastercompolin por la UPF. Fundó y dirigió Mirall València y actualmente cursa el máster en Estudios Latinoamericanos del Instituto de Iberoamérica de Salamanca (USAL). Colabora en medios como Contexto y Acción, El País o TVN24 (@jsarrion_)