El pasado viernes, 24 de octubre, a las 20h, celebramos un nuevo Beers&Politics. En esta ocasión el título de la jornada fue “El futuro electoral de Francia“, a cargo de Xavier Casals y de Ewa Widlak.
Xavier es Doctor en Historia Contemporánea, profesor universitario y colaborador de diversos medios de comunicación. Experto y autor de varios libros sobre partidos de extrema derecha. Ewa es Doctoranda en la Universitat Pompeu Fabra especializada en comunicación política. Desde hace 3 anos trabaja con institutes de opinion publica franceses. Es analista especializada en estudios qualitativo.
El objetivo era entender el próximo escenario electoral francés, con un PS en horas bajas, una UMP dividida, un recién aparecido Sarkozy que puede dividirlos aún más. ¿Qué puede quedar? El Fron Nationale de Le Pen. Analizar este escenario es el objetivo del acto.
Os dejamos los resúmenes de ambos ponentes:
EWA WIDLAK:
Desde los años 2000, la escena política francesa ha quedado expuesta a convulsiones profundas. En 2002 Jean-Marie Le Pen llegó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Las elecciones locales del mismo año empezaron el modelo del bipartismo con la dominación mayor del PS y UMP.
En 2009 Francia nota el nivel de participación más bajo a la ocasión de las elecciones al parlamento europeo. Esta tendencia sigue manteniéndose y muestra que la opinión pública francesa se siente muy cansada de su política. De hecho, la moral de los franceses no para de bajar. En enero 2014 los institutos de sondeos notaron la moral más baja de los franceses desde hace 20 años.
Hoy en 2014 el panorama político se caracteriza por tres factores principales: la caída de los dos gigantes de la escena política francesa, la situación crítica de los principales políticos franceses y la subida del partido FN.
A. Caída de los gigantes
– Luchas internas en PS
Aunque el partido ganó las elecciones presidenciales y legislativas en 2012, el partido vive los momentos más difíciles de su historia.
La debilidad del presidente y del gobierno afecta el partido. Se notaron casos del rechazo de algunos altos cargos socialistas de la política de Hollande (Aubry, antiguos ministros Filippetti, Hamos, …)
En PS las diferencias entre el lado más a la izquierda y más a la derecha han siempre existido, pero ahora se destacan lo más. Esta diferencia se nota lo más con las divisiones entre los aubristas y los vallsistas.
Dificultades de imagen: los franceses consideran que el PS ya no está cerca de sus preocupaciones y no tiene políticos de calidad.
– Luchas internas en UMP
Como en el caso del PS, el mayor problema parece en este momento su antiguo jefe. Sin embrago:
- Las primarias dieron una ocasión a los políticos de l’UMP a una confrontación pública. Las batallas principales tuvieron lugar entre los fillonistas y los copeistas. Utilizacion de twitter por Rachida Dati, Cope y Moreno.
- Caso Bygmalion: Bygmalion – una agencia de comunicación creada por Coppe que colaboraba con el UMP; acusada por la sobrefacturación de prestaciones durante la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy en 2012
B. La debilidad de los políticos más potentes de la escena política
– Baja de popularidad de Francois Hollande
Hollande: el presidente más impopular de la V Republica
No se tiene que olvidad que es el presidente un poco por error (escándalo DSK).
Mayo 2012: taza de popularidad entre el 55% y casi 70%, pero en septiembre 2012: baja de 10 puntos; sus resultados de popularidad eran a 15% menos que Sarkozy
Baja progresiva causada por:
- el pacto de la responsabilidad demasiado lejano de la ideología de izquierda y que sobre todo, no aporta ningún mejora visible por los ciudadanos.
- Además insatisfacción de varios ministros como del Jean Marc Ayrault (al final de su mandato como primer ministro en marzo 2013 Ayrault estaba a más de 70% de insatisfacción), Michel Sapin (ministro del Trabajo del gobierno Ayrault), Pierre Moscovici (Ministro de la Economía del gobierno Ayrault)
- Caso Gaynet que cuestionó las calidades personales de Hollande sobre cuales el construyó su imagen política, es decir simpático y honesto
Este verano fue particularmente difícil – una bajada de unos 20% en septiembre 2014. La media de varios sondeos es de 17.7%. Además, se observó un endurecimiento de la opinión pública. En la mayoría de los sondeos, el resultado “bastante desfavorable” perdió puntos con beneficio para la respuesta “muy desfavorable”:
- El cambio de premier ministro no aportó el resultado querido – para la izquierda el gobierno tiene una política contraria a la presentada en el programa electoral para la derecha y extrema derecha el cambio es únicamente el cambio de apellidos, para todos es una prueba que Hollande es demasiado intransigente
- Caso Thevenoud (problemas de impuestos)
- Libro de Trierweiler rompió su imagen del hombre cercano de la sociedad.
– Vuelta fracasada de Nicolas Sarkozy
Nicolas Sarkozy dejó la política después de su derrota en mayo de 2012. Cuando se fue en ese momento, su taza de popularidad estaba de unos 45%. Muchos esperaban una vuelta a la política del antiguo presidente y en septiembre de 2014 Sarkozy su deseo de volver a ser el jefe del UMP y presentarse en las primarias. Sin embrago, los últimos sondeos muestran que los Franceses de manera global son en contra de la vuelta de Sarkozy (escándalo de las escuchas y del trafico de influencias) y los únicos entusiasmados de esta idea, son los simpáticos de UMP.
RTL informó que la popularidad de Nicolas Sarkozy cayó de 6 puntos en un mes y en este momento se alcanza a unos 31% que es de solo 2 puntos más que en abril de 2011, al momento de su apoyo popular más bajo.
Es también probable que Sarkozy pierda las primarias contra Alain Juppe, que consiguió a crear una imagen del hombre del consenso.
C. FN
El partido aprovecha del más grande apoyo popular jamás notado en la historia de la V República. En una grande base este éxito se basa en la fuerza del partido a atraer a los jóvenes y a los partisanos de la derecha.
– Insatisfacción social
El partido que aprovecha de la insatisfacción de los franceses de los dos partidos principales: visible durante las municipales en 2014.
La crítica del FN hacia el capitalismo salvaje, la desindustrialización y el liberalismo europeo llaman la atención de muchas personas. Además el partido de extrema derecha utiliza de manera muy hábil las redes sociales y consigue a obtener el voto de jóvenes.
– Éxito de la comunicación de Marine Le Pen
Marine Le Pen consiguió a normalizar la imagen del partito y pasar del partido xénofobo al partido antisistema. Su resultado en las elecciones presidenciales ya era alto y siguió creciendo.
Votar FN ya no tiene la misma carga emocional que tenía el mismo voto en la época las controversias de JM Le Pen cuando hablaba de la II GM o de la guerra de Argel.
Este éxito de Marine Le Pen es muy grande y lo ilustra lo mejor un sondeo del Ifop realizado para Le Figaro y publicado el 5 de septiembre: si la elecciones tendrían lugar una semana más tarde, en la primera vuelta Marine Le Pen sería el candidato de la derecha más notado y en la segunda vuelta ganará contra Francois Hollande. Por supuesto el contexto es muy hypotetico porque no estamos en el periodo electoral pero este resultado muestra por una parte un rechazo popular enorme del presidente y la popularidad de la jefe del partido hasta ahora demonizado.
D. Conclusión:
Posibilidad de una crisis política importante:
- El optimismo de los franceses baja de más en más. Los resultados publicados por CSA-BFMTV en septiembre 2014 muestran que menos de 30% de los franceses tiene confianza en el futuro. Todas las clases sociales están afectadas por este resultado, pero lo que es lo más visible es que por la primera vez los simpatizantes de la izquierda están mayormente.
- Hay una desacreditación de la palabra política y un sentimiento popular de la incomprensión por los políticos
- Hay una balcanización de los principales partidos que aprovecha al FN.
XAVIER CASALS:
La primera vuelta de las elecciones locales francesas de marzo de 2014 fue un seísmo político, dada la alta abstención (38,7%, la mayor en 40 años) y el impactante (aunque limitado) crecimiento del Front National [FN, Frente Nacional] que lidera Marine Le Pen. ¿Cuál ha sido la cuenta de resultados de estos comicios? La crónica de Miguel Mora en El País (24/III/2014) la RESUMÍA así, siendo muy notable si se tiene en cuenta que en el 2008 el partido no logró ninguna alcaldía:
El FN […] conquista ahora el 4,5% de los votos globales (que suben al 9,2% en las ciudades de más de 10.000 habitantes), pero gana por primera vez en su historia dos alcaldías en el primer turno: Hénin-Beaumont, en la cuenca minera del norte, y Orange, en el centro del país. Mientras, el centro-derecha se asegura 250 ciudades en la primera vuelta, y la izquierda, 139.
Además, el FN se coloca en cabeza en 17 municipios mayores de 10.000 habitantes, un poco por todo el país, entre otros en Perpignan (34%), Avignon (29,6%), Saint-Gilles (42%), Fréjus (40%), Forbach (35%), Tarascon (39%) y Luc (37%). Se posiciona segundo de cara a la segunda vuelta en 44 más (Nîmes, Cavaillon, Istres o Villeneuve-sur-Lot). Deviene protagonista en Marsella, Metz, Lille, Saint-Etienne, Amiens o Quimper. Y se asegura no solo más de los mil concejales que predijo Le Pen, sino ser la estrella del segundo turno.
Tras provocar 229 triangulares contra candidatos del PS, la UMP o la centrista UDI, los Estados mayores de los grandes partidos no se ponen de acuerdo en reeditar el Frente Republicano. La izquierda lo pide, y la derecha se niega, contribuyendo así a sanear un poco más la imagen de una extrema derecha cada vez menos diabólica, y con la que cada vez la UMP parece identificarse más.
«Otra voz» distinta de todas las demás. El cartel del FN muestra a Marine Le Pen como la única alternativa al conjunto de partidos. «Otra voz» distinta de todas las demás. El cartel del FN muestra a Marine Le Pen como la única alternativa al conjunto de partidos.
Ante este balance de resultados, es interesante analizar cómo se ha producido este cambio. En él han confluido diversos factores. Unos son de carácter general, como la crisis económica, el desgaste del bipartidismo o la erosión política de los principales líderes de las fuerzas tradicionales.
Sin embargo, otros son de carácter endógeno y obedecen al cambio que ha supuesto la dirección política de Marine Le Pen (nacida en 1968), como exponemos a continuación.
El FN «marinista» se ha adscrito igualmente a los valores republicanos, aunque con una lectura propia (por ejemplo, denuncia el «racismo antifrancés»). El FN «marinista» se ha adscrito igualmente a los valores republicanos, aunque con una lectura propia (por ejemplo, denuncia el «racismo antifrancés»).
De le Pen padre a Le Pen hija
Su ascenso en el firmamento político tuvo lugar en el 2011. Su acceso a la jefatura frentista en enero de ese año demostró que las formaciones de ultraderecha no solo pueden sobrevivir a la desaparición de la escena de sus líderes-fundadores, sino que pueden renovarse y hasta ser incluso más atractivas para el electorado.
Recordemos que la dilatada trayectoria de este partido -fue constituido en octubre de 1972- ha sido inseparable de la de su líder inicial, Jean-Marie Le Pen (nacido en 1928), un routier de la ultraderecha que le ha conferido un perfil de partido “anti-sistema”, que la política de coaliciones (los llamados “cordones sanitarios” o “frentes republicanos”) por la que ha optado el resto de formaciones para aislarla, ha acentuado.
En 1999, esta situación originó una crisis interna de la formación, cuando Bruno Mégret intentó darle un giro y orientarla a acuerdos con la derecha mayoritaria. Se generó entonces el Mouvement National Républicain [MNR, Movimiento Nacional Republicano], liderado por el primero, de nulo impacto electoral.
La campaña para la sucesión de Jean-Marie Le Pen se inició oficialmente en septiembre del 2010 y en ella pugnaron su hija Marine -vicepresidenta del partido desde su congreso de noviembre del 2007- con el eurodiputado y también vicepresidente Bruno Gollnisch (nacido en 1950) y se saldó en enero de 2011 con la victoria de la primera.
Mucho más que una sucesión dinástica
Lejos de ser la mera escenificación de una sucesión “clásica”, se produjo en el partido un amplio debate interno. En él, la hija de Le Pen y Gollnisch encarnaban realidades distintas, generacionales e ideológicas: el segundo encarnó al núcleo más “duro” del partido frente a la flexibilidad de la primera, que se alzó con la presidencia del FN con un 67,3% de votos de los delegados al congreso.
Si bien el patriarca continúa siendo presidente de honor y eurodiputado, su hija es el nuevo rostro frentista, fogueada desde que en el 2002 fuera nombrada su portavoz.
Debe subrayarse que el inicio del mandato de la hija de Le Pen coincidió con un reposicionamiento favorable del FN, pues sus resultados en las elecciones regionales de marzo del 2010 anunciaron el abandono de su marginalidad: obtuvo 2.223.800 votos en la primera vuelta, doblando sus pobres resultados de los comicios europeos de junio del 2009 (1.091.691 votos).
Las regionales del 2010: «el retorno» del FN
Esta tendencia fue valorada por el politólogo Pascal Perrineau como “el retorno del Frente Nacional”. Los buenos resultados en las elecciones cantonales de marzo del 2011 confirmaron esta tendencia: logró el 15% de los sufragios y disputó la segunda vuelta en 394 cantones, aunque sólo obtuvo dos consejeros regionales.
Superado este test con éxito, las elecciones presidenciales de abril del 2012 dibujaron un escenario aún más favorable para la nueva líder. Los sondeos ya lo anunciaron y una encuesta de Le Monde (12.01.2012) indicó que su intención de voto se situaba en el 21,5% frente al 23,5% del presidente Nicolás Sarkozy y el 27% del socialista François Hollande, mientras un 31% de franceses estaría de acuerdo con sus ideas. Finalmente, obtuvo un respetable 18% de los votos en la primera vuelta.
Asimismo, en los comicios legislativos celebrados ese mismo año logró que 61 de sus candidatos pasaran a la segunda vuelta, cosechó un 17.3% de los votos y logró dos diputados. Todo un premio a lo que se ha denominado estrategia de «dulcificación» o «desdiabolización» del FN.
Nuevo liderazgo y nuevo partido
El ascenso de Marine Le Pen está asociado a un cambio profundo de su formación. Ésta ha introducido cambios en su discurso, que Perrineau en el 2011 concretó en estos términos: “intenta introducir un discurso exento de referencias sulfúreas a la Segunda Guerra Mundial y a sus dramas, jugando con las referencias al discurso republicano (laicismo, patriotismo) y reforzando el componente cultural y no étnico del discurso identitario (denuncia de la islamización, del bilingüismo)”.
En este aspecto, el «marinismo» se dibuja como -quizá- el más exitoso fenómeno de aggiornamiento de la derecha populista, dado su éxito: ha logrado que el FN deje de ser un partido de oposición al sistema (meta de Le Pen padre) para pugnar por ser un eventual partido de gobierno o, cuando menos, aspira a reemplazar al principal partido de la derecha, la UMP, que pasa por sus horas bajas, a la par que erosiona a un socialismo desnortado.
El espectacular ascenso del FN en la primera vuelta de las elecciones locales celebradas el pasado 23 de marzo ha confirmado que el sistema de partidos francés parece hallarse en una embrionaria transición del bipartidismo al tripartidismo, con el «marinismo» como tercera fuerza emergente, a tenor del crecimiento sostenido que éste experimenta, ya en las europeas de 2014.
La reinvención “republicana” e izquierdista del FN
El FN liderado por Marine Le Pen ha dado un giro hacia la asunción oficial de valores republicanos y de búsqueda de un electorado de izquierdas.
De este modo, el FN también ha hecho suyas manifestaciones de Jean Jaurès o del líder histórico del comunismo francés, Georges Marchais (izquierda).
Marine Le Pen, en su libro Pour que vive la France (2012) citó fragmentos de una carta escrita por éste en 1981 al rector de la Gran Mezquita de París en la que su figura se proyectaba poco menos como la de un frentista avant la lettre. Así, en la misiva mencionada, Marchais sostenía que debía frenarse la inmigración por el riesgo de que llevara a trabajadores al paro.
Pero Le Pen silenció en su reproducción la condena explícita que Marchais hizo en ella de la xenofobia: “lo que nos guia es la […] solidaridad de los trabajadores inmigrantes. Todo el contrario del odio y la ruptura”, escribió.
Más de estas obvias manipulaciones, lo que nos interesa destacar es que el FN se ha convertido en una formación maleable y dispuesta a avanzar hacia la derecha y la izquierda en busca de electorado potencial. Para ello no duda en reivindicar figuras políticas como las de Jaurès o Marchais y presentarse como una fuerza netamente republicana.