DAFNE REYES
Considerado uno de los líderes políticos más influyentes a nivel mundial (incluido en la Revista Forbes del 2015), Vladimir Putin, es el actual jefe de Estado de la Federación Rusa, exmiembro de la agencia de inteligencia KGB y un personaje con amplia experiencia en política. Muchos lo califican como un hombre duro y de mucho carácter, lo cual le ha servido para manejar situaciones complejas como la anexión de Crimea en el 2014 y las relaciones que Rusia mantiene actualmente con Ucrania.
La presencia de Putin en el ámbito político internacional no pasa desapercibida, es uno de los líderes más importantes de la región europea y del escenario político internacional. En una de sus últimas presentaciones en la 70ª Asamblea General de la ONU en septiembre de 2015 dio un discurso que ha sido considerado por la prensa internacional como histórico, pues tras 10 años de ausencia, nuevamente el líder ruso se dirigió a los jefes de Estado y representantes de los países que conforman la ONU –al igual que al mundo entero– para, a partir de referencias históricas, reflexionar sobre el origen de la organización en 1945 en Yalta al término de la Segunda Guerra Mundial, esto último como un recordatorio del papel histórico de Rusia en el establecimiento del orden internacional. Habló también sobre la lucha contra el Estado Islámico y las posibles causas del origen de éste.
Al iniciar su discurso, Putin señala que la ONU es “un sistema que ha ayudado a la humanidad a atravesar acontecimientos turbulentos y a veces dramáticos, y que ha preservado al mundo de problemas aún mayores”, con lo cual resalta la importancia de la ONU como organización internacional a lo largo de estos setenta años para preservar la paz mundial muy a pesar de las diferencias que se han presentado en algunas ocasiones entre sus miembros y que ha significado también el uso del derecho al veto. Señala además, que la ONU no puede ignorar los cambios que se vienen dando en el mundo. Asimismo, manifiesta la buena predisposición de Rusia a trabajar con los demás estados miembros sobre la base del consenso; esto último dejando en claro el rol que asumiría su país como un socio para la preservación de la paz mundial y que le devolvería protagonismo para recuperar la condición de gran potencia.
Putin hace una reflexión sobre la situación que se vive en Oriente Medio y el norte de África, sobre cómo la intervención extranjera lejos de ayudar a estas naciones a resolver sus problemas internos los ha llevado a un ambiente donde reina el caos por actos de violencia, un alza en los índices de pobreza y conflictos sociales que lo único que han ocasionado es el debilitamiento de sus instituciones nacionales y perjudica su forma de vivir. Además, lanzó al público oyente la siguiente pregunta: “¿se dan cuenta ustedes ahora de lo que han hecho?”, lo cual se puede entender que es en alusión a Estados Unidos, el Reino Unido y Francia.
En un contexto en el cual el terrorismo internacional se ha vuelto una amenaza para la paz internacional por los actos cometidos por el Estado Islámico, quien fuera responsable del último atentado sufrido en Francia, al igual que otros actos terroristas que solo confirman que estos grupos extremistas ven en la violencia una forma de protestar contra la intromisión de los países de Occidente. Es en este sentido, que Putin señala que “el garantizar la paz y la estabilidad regional y mundial sigue siendo objetivo clave de la comunidad internacional con la ONU a la cabeza” y propone, en su calidad de presidente del Consejo de Seguridad, convocar una reunión ministerial para analizar a fondo las amenazas para el Oriente Medio.
Es evidente el interés de Rusia por posicionarse como el país líder en la lucha contra el terrorismo internacional, incluso por encima de Estados Unidos y los esfuerzos de este último por controlar la presencia del Estado Islámico en Siria ya que ambos mantienen estrategias distintas para luchar contra el mismo enemigo. Mientras que Putin propone defender la legitimidad del gobierno de Bashar Al Asad y apoyarlo en su lucha contra el Estado Islámico, su par norteamericano considera que Al Asad debería retirarse del gobierno dado que el autoritarismo que éste ejerce genera inestabilidad en el país sirio.
Otro de los puntos que Putin mencionó en su discurso es la situación de los refugiados y la necesidad de que los países miembros de la ONU apoyen a estos países en el restablecimiento de la estatidad donde se haya visto afectada y el fortalecimiento de las instituciones estatales de manera que poco a poco se recuperen de la crisis que viven y no se vean obligados a abandonar sus hogares.
Finalmente, el líder ruso consideró importante pronunciarse sobre el tema del cambio climático y los recursos naturales, y comprometió a Rusia como estado a reducir para el 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero proponiendo convocar un foro especial para tratar estos temas bajo el auspicio de la ONU y el copatrocinio de Rusia, otra prueba más de que Putin tiene como objetivo posicionar nuevamente a Rusia en un rol protagónico en la escena mundial.
Dafne Reyes es politóloga por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Miembro fundador de GICP. @Darep_Cp
Publicado en Beerderberg
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