Comunicación de crisis en la universidad: IPN 2014

ARMANDO ROCHA

El propósito de este documento es analizar el conflicto estudiantil que vivió el Instituto Politécnico Nacional en 2014, desde la óptica de la gestión y la comunicación de crisis.

Asimismo, se aspira a identificar los errores que cometieron las autoridades del Instituto en el manejo y la comunicación de esta crisis, así como los aciertos que tuvieron los estudiantes en la construcción de su narrativa.

Finalmente, se pretende compartir las lecciones aprendidas de este caso, que permitan a los interesados no cometer los mismos errores a la hora de enfrentar una crisis similar en otra institución, sea educativa o no.

 

I. El Instituto Politécnico Nacional 

El Instituto Politécnico Nacional (IPN) o “El Poli”, como comúnmente se le denomina, es la segunda institución pública de educación superior más importante en México, solo detrás de la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente, tiene 102 unidades académicas desplegadas en 33 localidades dentro de 22 entidades federativas, donde se imparten 273 programas educativos de nivel medio superior, superior y posgrado a 180.801 alumnos. En cuanto a su planta académica, el Politécnico cuenta con 16.380 profesores. Y su presupuesto anual es de: 16,348,897.378 pesos (1).

El Poli se fundó en 1936 durante el gobierno del presidente Gral. Lázaro Cárdenas del Río, quien un año antes, en su Informe de Gobierno, señaló que el establecimiento de la Escuela Politécnica tenía como propósito dar “preferencia a las enseñanzas técnicas que tiendan a capacitar al hombre para utilizar y transformar los productos de la naturaleza, a fin de mejorar las condiciones materiales de la vida humana” (2).

De hecho, en 1932 surgió la idea de integrar y estructurar un sistema de enseñanza técnica, proyecto en el cual participaron tanto Narciso Bassols, como Luis Enrique Erro y Carlos Vallejo Márquez. El proyecto se cristalizó cuatro años después gracias a Juan de Dios Bátiz, quien en aquel momento era senador de la República, y al presidente Cárdenas, como se mencionó en el párrafo previo.

De acuerdo con su primera Ley Orgánica, publicada en 1949, el IPN es una institución educativa del Estado creada para consolidar, a través de la educación, la independencia económica, científica, tecnológica, cultura y política, para alcanzar el progreso social de la Nación, de acuerdo con los objetivos históricos de la Revolución Mexicana, contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (3).

Su misión es contribuir al desarrollo económico y social de la Nación, a través de la formación integral de personas competentes; de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación. A más de tener reconocimiento internacional por su calidad e impacto social. Y su visión es consolidarse como una institución educativa incluyente y de prestigio internacional, que con su comunidad contribuya al desarrollo científico, tecnológico e innovación con impacto social en el país (4).

A lo largo de sus 84 años de vida, el Politécnico Nacional ha tenido varios conflictos estudiantiles, provocados por causas exógenas e internas. El primero fue en 1942, detonado por la displicencia del nuevo gobierno encabezado por el Gral. Manuel Ávila Camacho hacia el Poli, y la falta de normatividad interna. En 1956 hubo otra “huelga estudiantil” que concluyó con la construcción del complejo educativo y administrativo “Zacatenco” y una nueva ley orgánica (5). El Movimiento Estudiantil de 1968 tiene como punto de inicio el ataque de estudiantes de las vocacionales 2 y 5 del IPN en contra de la escuela particular Isaac Ochoterena, el 22 de julio de ese año (6).

En estas ocho décadas de vida, además, el Politécnico ha tenido 26 directores y solo una directora: Yoloxóchitl Bustamante, cuyo periodo inició en 2009 y concluyó abruptamente a finales de 2014, en el quinto año de su administración al frente del Instituto, luego de una serie de errores cometidos en medio de una crisis mal gestionada y peor comunicada que catalizó su salida de la Dirección General del IPN, como veremos más adelante.

 

II. Crisis, Gestión de Crisis y Comunicación de Crisis 

Si bien conceptualmente “crisis”, “gestión de crisis” y “comunicación de crisis” no son lo mismo, están estrechamente entreveradas: una crisis necesita ser manejada, y el componente principal del manejo de una crisis es la comunicación.

Una crisis se puede definir como “un acontecimiento importante que podría afectar potencialmente de forma negativa a una organización, institución, compañía o industria, así como a sus públicos, productos, servicios o reputación. Una crisis interrumpe las actividades cotidianas y puede, algunas veces, poner en riesgo la existencia de la organización” (7).

Una crisis cambia la vida de una organización. Para que una crisis deba considerarse de mayor envergadura debe poner en riesgo vidas humanas, las propiedades, las ganancias, la reputación y, en general, la salud y buen funcionamiento de una organización.

Para considerarse como tal, una crisis, además, debe poseer altos grados de incertidumbre, impredecibilidad y riesgo para la organización.

Por su parte, la gestión de crisis puede ser definida como “un conjunto de herramientas diseñadas para combatir las crisis y reducir los daños que éstas pueden infligir a la institución” (8). Y la comunicación de crisis, como “la recolección, procesamiento y diseminación de información requerida en una situación de crisis” (9).

 

III. La crisis del IPN en 2014  

La crisis que vivió el Politécnico en 2014 tuvo su punto de origen en el paro de actividades que declararon los estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), el 17 de septiembre, como medida de presión para detener el nuevo plan de estudios.

Como suele suceder en las crisis mal gestionadas, un acontecimiento suele acompañarse de otros y son soslayados hasta que explotan dañando la reputación de las organizaciones y sus líderes. Este es el caso. Después del paro en la ESIA, la madrugada del 24 de septiembre, el Consejo General Consultivo del IPN, órgano de gobierno del Instituto, aprobó un nuevo Reglamento Interno, cuyas reformas, de acuerdo con los estudiantes, no fueron debatidas ni consultadas con la comunidad politécnica.

El nuevo Plan de Estudios y las reformas al Reglamento Interno llevaron a los estudiantes politécnicos a movilizarse en las calles el 25 de septiembre. De acuerdo con los organizadores, más de 20 mil alumnos participaron en la movilización (10).

Lo sucedido al día siguiente, 26 de septiembre, después de la marcha estudiantil, marcó el principio del fin de la gestión de la Doctora Yoloxóchitl Bustamante. La movilización de los estudiantes politécnicos fue reportada en las portadas de los principales diarios de México (11). Ante esta cobertura mediática, en una suerte de control de daños, la Directora General salió a primera hora a fijar la postura institucional en una entrevista radiofónica con la periodista Carmen Aristegui (12).

Con un tono notoriamente de enojo, la Directora Bustamante escatimó legitimidad al movimiento estudiantil tras señalar que “las personas que se están manifestando contra las modificaciones al Reglamento Interno del Instituto Politécnico Nacional no pertenecen a un movimiento estudiantil sino a uno externo” (13).

Minutos después de esta entrevista, la periodista y académica Gabriel Warkentin, en su cuenta de Twitter (@warkentin) criticó el tono empleado por la Directora del IPN, quien “se escuchaba enojada, molesta”, y advirtió: “no creo que ésa sea buena estrategia”.

En el tuit de la periodista llama la atención un detalle: sólo arrobó la cuenta institucional del Politécnico (@IPN_MX), pero no la de su Directora General. Yoloxóchitl Bustamante no tenía cuentas oficiales en redes sociales (14), como lo reconoció más tarde en una entrevista en el canal de televisión del Poli, Canal Once.

Un año y cuatro meses antes, otra periodista mexicana, Katia D’Artigues anunció en su cuenta de Twitter (@kdartigues) la entrevista que le haría a la Directora del IPN en su programa de televisión. D’Artigues arrobó la cuenta @YOLO_BD. Era una cuenta falsa. La Directora no tenía redes sociales. Este fue un factor que, en la crisis de 2014, jugó en su contra.

Después de la declaración pública de Yoloxóchitl Bustamante calificando al movimiento estudiantil como “un movimiento externo” en el que no todos los involucrados son estudiantes, los politécnicos convocaron a una asamblea el 28 de septiembre en la que acordaron una nueva marcha para el 30 de septiembre a la que llamaron “La marcha de las credenciales”.

La “Marcha de las credenciales” recorrió algunas de las principales avenidas de la Ciudad de México hasta arribar a la Secretaría de Gobernación, donde el titular de la dependencia, Miguel Ángel Osorio Chong, subió a un templete, reconoció la legitimidad del movimiento y recibió el pliego petitorio de los estudiantes.

Mientras esto sucedía, en medios de comunicación y redes sociales corrió la versión de la presunta renuncia de Yoloxóchitl Bustamante, después de perder su calidad de interlocutora válida frente a los estudiantes. La Directora General continuó ausente en redes sociales. El rumor de su dimisión circuló sin que hubiese un tuit que lo desmintiera.

En contraste, los estudiantes lograron generar un movimiento en redes sociales, particularmente en Twitter, a través del hashtag: #TodosSomosPolitécnico, el cual fue tuiteado más de 40 mil veces entre los días 25, 26, 29 y 30 de septiembre y el 1, 2 y 3 de octubre de 2014. Ver Tabla 1.

25 sep 26 sep 29 sep 30 sep 01 oct 02 oct 03 oct
5498 8399 1399 2299 6199 10000 10000

Tabla 1. Número de tuits que conforman el corpus de cada día para #TodosSomosPolitécnico. Fuente: Abascal, Cerrillo y López (2016). 

En las Tablas 2 y 3 se enlistan los 10 términos más frecuentes por cada día. Como señalan Abascal Cerrillo y López (2016), a través del conjunto de términos “podemos entender el conflicto sin tener que leer la totalidad”. Las palabras marcha, apoyo, movimiento, paro, pliego y petitorio reflejan la narrativa construida por los estudiantes del IPN en Twitter. A partir del 1 de octubre aparecen Osorio, Chong y osoriochong debido al encuentro que sostuvieron los estudiantes con el entonces secretario de Gobernación. Este encuentro fue transmitido en vivo por la televisión y la radio.

25 sep 26 sep 29 sep 30 sep
ipn

estudiantes

marcha

zacatenco

unam

alumnos

apoyo

noalplandeestudios

educación

reglamento

ipn

estudiantes

reglamento

nuevo

yoloxóchitl

alumnos

ingenieros

educación

voca

unam

ipn

estudiantes

mañana

marchará

pliego

petitorio

marcha

paro

presentar

octubre

ipn

hoy

marcha

estudiantes

todossomosipn

unam

reglamento

México

Politécnico

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Tabla 2: Términos más frecuentemente utilizados (en ese orden) para los días 25, 26, 29 y 30 de septiembre dentro del movimiento #TodosSomosPolitécnico. Fuente: Abascal, Cerrillo y López (2016). 

1 oct

2 oct 3 oct
estudiantes

ipn

marcha

chong

osorio

México

osoriochong

todossomosipn

marchadelascredenciales

hoy

ipn

estudiantes

marcha

2deoctubrenoseolvida

unam

chong

osorio

televisa

apoyo

todossomosipn

2deoctubrenoseolvida

ipn

estudiantes

marcha

unam

televisa

chong

movimiento

hoy

osorio

Tabla 3: Términos más frecuentemente utilizados (en ese orden) para los días 1, 2 y 3 de octubre dentro del movimiento #TodosSomosPolitécnico. Fuente: Abascal, Cerrillo y López (2016). 

El análisis del hashtag #TodosSomosPolitécnico permite identificar las temáticas vinculadas al movimiento y promovidas por los estudiantes. Entre los hashtags más utilizados están: #MarchaDeLasCredenciales, titulada así ante las aseveraciones de la Directora General, quien aseguraba que el movimiento estudiantil era de carácter exógeno al IPN; #IPNNoEsManoDeObraBarata y #NoAlPlanDeEstudios, mediante los cuales se promovía el rechazo al nuevo Plan de Estudios de la ESIA y a las reformas al Reglamento Interno.

Los estudiantes, también, produjeron un video en el que explicaban las razones de su movimiento. Lo subieron a YouTube y éste fue retomado por medios como El Universal (15).

El éxito estratégico y comunicativo del movimiento estudiantil es directamente proporcional al fracaso estratégico y comunicativo de las autoridades del Politécnico. Los medios, las redes sociales y la opinión pública medida a través de encuestas así lo reflejaron.

El 1 de octubre de 2014, el Gabinete de Comunicación Estratégica publicó una encuesta en el que se revelaba que para la mayoría de los entrevistados (58,5%) los estudiantes del IPN tenían la razón al pedir que se cancelaran el nuevo reglamento y el plan de estudios y que se elaboraran unos nuevos en consenso con ellos.

De acuerdo con ese mismo estudio, la Directora Yoloxóchitl Bustamante era la principal responsable del conflicto en el Instituto Politécnico Nacional (21,5%). Además, para el 86,3% estuvo bien que el secretario de Gobernación se reuniera con los estudiantes.

En el mismo sentido, una encuesta publicada por BGC en el periódico Excélsior el 6 de octubre, mostraba un punto de inflexión en la crisis del IPN, ya que para prácticamente 8 de cada 10 entrevistados (79%) con la respuesta del gobierno a las demandas del movimiento estudiantil del Politécnico, los estudiantes debían aceptar terminar el paro y volver a clases. No fue así.

El 3 de octubre el secretario de Gobernación aprueba las exigencias de los estudiantes plasmadas en su pliego petitorio (16). Y confirma la renuncia de la Doctora Yoloxóchitl Bustamante a la Dirección General del Instituto Politécnico Nacional.

El 6 de octubre el periódico Milenio da a conocer el vínculo del vocero del Movimiento Estudiantil del IPN con Morena, el partido político del entonces principal líder opositor del gobierno, Andrés Manuel López Obrador (17).

El 7 de octubre, la Asamblea Politécnica rechaza la respuesta de la Secretaría de Gobernación al Pliego Petitorio. Osorio Chong ya no se reúne con los estudiantes. El subsecretario Luis Miranda recibe la respuesta de los estudiantes. Y la interlocución la trasladan a la Secretaría de Educación Pública.

El movimiento pierde fuerza mediática y digital al radicalizarse. Nombran a un nuevo Director General, se reactivan las clases y la normalidad académica y administrativa vuelven al Instituto a principios de 2015.

 

Lecciones del (mal) manejo de crisis en el IPN en 2014 (18) 

La crisis que vivió el Instituto Politécnico Nacional en el último tercio de 2014 arroja un cúmulo de lecciones sobre la forma de cómo no se debe gestionar una crisis en una institución, sea educativa o no.

1. Reconocer la crisis. El primer error que cometieron los directivos del IPN en septiembre de 2014 fue no reconocer la crisis que estaban viviendo. Por ello, no pudieron contenerla e incluso la agravaron, al no valorar en su justa dimensión el paro contra el Plan de Estudios de la ESIA, y al aprobar las reformas al Reglamento Interno. Abrieron nuevos frentes sin cerrar los anteriores.

2. Identificar cuando un problema deja de ser académico y se vuelve mediático y político. En el caso de una institución educativa, para enfrentar con éxito una crisis, es determinante identificar cuando un problema deja de ser académico. Esto sucede una vez que la problemática atrae la atención de los medios de comunicación, y (ahora) de las redes sociales. Una vez que el problema académico se convierte en mediático y político, la solución debe ser política.

3. Actuar políticamente. Para ello, se debe partir de un diagnóstico en el que se identifique “lo que hemos hecho mal”, para corregirlo, y “lo que no hemos hecho”, para empezar a hacerlo. En el caso del IPN nunca se reconoció la legitimidad del Movimiento Estudiantil, tuvo que hacerlo la Secretaría de Gobernación, lo que le costó el cargo a la Directora General. Los directivos del Politécnico no tuvieron la disposición de dialogar con los estudiantes, porque consideraban que sus demandas no eran legítimas y que sus motivaciones eran generadas por agentes externos a la institución, en otro orden de palabras, que los estudiantes eran “manipulados”. Los directivos del IPN nunca reconocieron sus errores, por ello jamás pudieron corregirlos. Tampoco tuvieron la disposición de enmendarlos, y olvidaron que otros llegarían a remediarlos, pero en su lugar.

4. Evitar cometer errores de cálculo, juicio y comunicación. Los directivos del Politécnico se equivocaron al no prever las probabilidades de contagio del paro en la ESIA. Sin embargo, los errores más graves fueron el de juicio al no reconocer la legitimidad del movimiento estudiantil y lo que esto provocaría; y el de comunicación al descalificar públicamente a los estudiantes.

5. Aprender de la historia. En 1999 el rector Francisco Barnés de Castro impulsó cambios en el Reglamento de Cuotas, que provocaron la movilización de los estudiantes universitarios cerrando las instalaciones de la UNAM durante nueve meses. Barnés declaró que no cedería ante presiones y se empeñó en no dar marcha atrás a los cambios. La Universidad se fue a “huelga”, el rector dimitió, los estudiantes fueron desalojados, se nombró un nuevo rector y los cambios al Reglamento de Cuotas fueron derogados.

Lo mismo le sucedió a la doctora Yoloxóchitl Bustamante, quien declaró el 27 de septiembre que el Reglamento Interno del IPN no se modificaría, y que la oposición a éste solo reflejaba “la gran desinformación que tenían quienes se han manifestado en contra del mismo”. Finalmente, le sucedió lo mismo que a Barnés de Castro: no entendió que, en una institución, los problemas que no resuelves tú, los vendrá a resolver otro, pero en tu lugar.

Otra lección histórica que los directivos del Politécnico no asimilaron, fue la del Movimiento Estudiantil #YoSoy132. En mayo de 2012, el entonces candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, se presentó en un auditorio de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México. Al terminar su presentación, un grupo de estudiantes lo abuchearon. Algunos de los acompañantes de Peña Nieto descalificaron a estos estudiantes asegurando que eran personas ajenas a la institución educativa. Así lo consignaron algunos medios. Como respuesta, 131 estudiantes de “La Ibero” grabaron un video donde mostraban su credencial de la universidad. Ese fue el detonante de un movimiento estudiantil que salió del mundo virtual al mundo real.

Los directivos del IPN, en 2014, no tomaron en cuenta esta lección y regatearon legitimidad al movimiento de los estudiantes politécnicos, provocando una marcha, #LaMarchaDeLasCredenciales, que unificó al estudiantado y despojó a la doctora Yoloxóchitl Bustamante de la interlocución con la comunidad estudiantil. Esto provocó que un conflicto académico, se tornara mediático y político. Por lo tanto, la solución era política. Ésta ya no se dio dentro de las instalaciones del Politécnico, sino en la Secretaría de Gobernación, con la consecuente destitución de la Directora General.

6. Enfrentar las crisis del siglo XXI con los medios del siglo XXI. En 2014, había 53,9 millones de usuarios de Internet en México. No obstante esta realidad, la Directora General del IPN no tenía presencia en redes sociales. Esto le impidió fijar posicionamientos en tiempo y forma, o desmentir “fake news”.

7. Ganar la “guerra de narrativas”. El relato de los estudiantes se impuso por su contenido emocional en el que ellos quedaron como los “underdog”. Su narrativa fue eficiente y eficaz, también, por su capacidad para aprovechar  las nuevas plataformas de comunicación (fundamentalmente, redes sociales como YouTube, Twitter, Facebook), atrayendo la atención de los medios y de la opinión pública.

Por parte de las autoridades, quedó en evidencia que adolecían de todo tipo de estrategia de comunicación y política para hacer frente a la crisis. Al final, como lo evidencian las encuestas, los directivos quedaron como los “villanos”, impositivos e insensibles de esta historia.

8. Designar un vocero. Una de las primeras acciones que se deben tomar para enfrentar una crisis es designar un vocero, a fin de concentrar y controlar la información. La designación de una vocería, además, permite desmentir rápidamente cualquier rumor. Los directivos del IPN nunca designaron a un vocero. El posicionamiento institucional se hizo tarde y mal, poniendo en riesgo, además, a la cabeza de la institución. La Directora General tuvo que salir a fijar el posicionamiento del IPN, pero ya sin el dominio emocional de sus declaraciones. Como vimos, las entrevistas radiofónicas y televisivas que dio la doctora Yoloxóchitl solo catalizaron y cohesionaron el movimiento estudiantil.

9. Brindar información permanente. La alternativa más eficaz para combatir los rumores es brindar información a la comunidad permanentemente, a través de los medios de comunicación y de las redes sociales. En el caso del IPN, esto no se hizo o se hizo tarde y mal. Mientras los estudiantes generaban contenido constantemente utilizando los medios del siglo XXI, los directivos recaudaban firmas para publicar un desplegado en un medio del siglo XX.

10. Controlar la información que sale al exterior. Sin la designación de un vocero y sin una estrategia de medios ni de contenido, las posibilidades para generar aliados entre la opinión pública son prácticamente nulas, porque no hay control de la información que se filtra al exterior y suelen generarse posiciones encontradas o lagunas informativas que son llenadas por rumores o “fake news”.

 

Armando Rocha es Consultor de comunicación política.Con más de 10 años de experiencia a nivel nacional e internacional.(@armandorocham)

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Ver el resto de artículos del monográfico 12: Comunicación de crisis

 

  1. Informe Anual de Actividades, Instituto Politécnico Nacional, 2018. Disponible en: https://www.ipn.mx/informeanual2018.pdf
  2. Citado por Enrique G. León López, El Instituto Politécnico Nacional. Origen y evolución histórica, México, 1975, p. 27.
  3. Disponible en: https://www.aplicaciones.abogadogeneral.ipn.mx/leyes/leyorganica.pdf
  4. Disponible en: https://www.ipn.mx/conocenos/mision-historia.html
  5. Armando Rodríguez, Luchas en el IPN: Del cardenismo a la huelga de 1956. Disponible en: https://www.ses.unam.mx/docencia/2015II/Rodriguez2010_LuchasEnElIPN.pdf
  6. Ver: https://www.excelsior.com.mx/nacional/pleito-inicio-el-movimiento-estudiantil-de-1968-la-refriega-entre-las-vocas-2-y-5/1253995
  7. Thimothy Coombs, “Parameters for Crisis Communication” en Handbook of Crisis Communication,
  8. Op. Cit. 20
  9. Ibidem
  10. Ver: http://www.ejecentral.com.mx/cronologia-de-la-lucha-de-los-estudiantes-del-ipn/
  11. De acuerdo con Rocío Abascal Mena, Omar Cerrillo Garnica y Erick López Ornelas, el 26 de septiembre de 2014, los cinco diarios nacionales de mayor circulación (El Universal, Excélsior, La Jornada, Milenio y Reforma) le dedicaron 13 notas a la marcha estudiantil. Ver: #TodosSomosPolitecnico: un estudio comparativo de las estrategias de comunicación virtual y la prensa escrita, Paakat: Revista de Tecnología y Sociedad, Año 5, Número 9, septiembre 2015-febrero 2016. Disponible en: https://www.academia.edu/33304774/_TodosSomosPolit%C3%A9cnico_un_estudio_comparativo_de_las_estrategias_de_comunicaci%C3%B3n_virtual_y_la_prensa_escrita
  12. Disponible en: https://youtu.be/Km4DVPUlQeQ
  13. Ver: https://www.animalpolitico.com/2014/09/marchan-estudiantes-del-ipn-en-protesta-por-cambios-en-regalamento/
  14. Así lo reconoció en entrevista con la periodista Adriana Pérez Cañedo en Canal Once el 26 de septiembre de 2014. Disponible aquí: https://youtu.be/Xo8xQZB7oMU
  15. https://archivo.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2014/estudiantes-del-ipn-explican-en-video-sus-protestas-1042035.html
  16. El Pliego Petitorio de los estudiantes aquí se puede consultar: https://www.animalpolitico.com/2014/09/marchan-estudiantes-del-ipn-en-protesta-por-cambios-en-regalamento/
  17. Disponible en: https://www.milenio.com/politica/vocero-de-politecnicos-muy-ligado-a-morena
  18. Como consultor en comunicación política, tuve la oportunidad de presenter una propuesta de Gestión de Crisis ante algunos directivos del IPN los primeros días de octubre de 2014. Sin embargo, nunca tuve la oportunidad de reunirme con la directora Yoloxóchitl Bustamante. Las reflexiones incluidas en este apartado son producto de la experiencia que viví en esos días.