Ana Roós Krause es ex-asesora política de Salvador Allende y actual miembro del Sindicato de Guionistas Alma, Círculo de Periodistas de Bogotá y novelista
Entrevistado por Francisco Collado y Davinia Burgos
Cuéntenos cómo fue su experiencia profesional junto a Salvador Allende durante su etapa en el Senado chileno
Mi experiencia personal al lado de un líder reconocido internacionalmente fue muy rica. Durante esa etapa simultaneaba mis estudios en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile por la tarde y por la mañana trabajaba en la oficina del Senado. Además, esta experiencia me permitió conocer a los grandes líderes y jefes de Estado del mundo que en ese momento influían internacionalmente en la política chilena en el contexto de la Guerra Fría cono Indira Gandhi, Pablo Neruda, Nikita Kruschev y Fidel Castro. Durante mi estancia en el senado chileno bajo la dirección de Allende aprendí a ser diplomática para dar las respuestas correctas y en el tiempo oportuno a los periodistas que llegaban tras las noticias a mi despacho, a respetar las ideas ajenas y el tiempo de los demás, a ser responsable y asumir mis fallos, a organizar las actividades políticas y sociales y a tomar decisiones adecuadas y rápidas. En fin, aprendí a madurar y a crecer al lado de un gran estadista.
¿Cuál es su valoración sobre el liderazgo político que ejerció Salvador Allende?
Lo admiro por su gran cultura humanística, científica, y democrática ya que logró ser un gran líder y llegar a la población chilena para satisfacer sus necesidades económicas, sanitarias y educativas. Dentro de la izquierda compitió con grandes rivales como Pablo Neruda para ser elegido como único candidato para poder llegar al poder. Esa era la cuarta ocasión que se presentaba como candidato a la presidencia. En todos sus discursos repitió la idea de respetar los derechos de todos los chilenos. Organizó una reunión con todos los jóvenes de para trabajar sobre la transformación del país. Gracias a su carácter de líder, afianzó el apoyo de la clase media, los intelectuales y de los numerosos partidos del bloque de la izquierda (Partido Comunista, Partido Radical, Partido Socialdemócrata, MAPU: (Movimiento de Acción Popular de obreros y campesinos, y al API: Acción Popular Independiente, Partido de Izquierda Cristiana) proponiéndoles un programa común de gobierno y naciendo de esta forma la Unidad Popular en 1969. En uno de sus breves discursos al ser elegido como único candidato de izquierda dijo: “Las discrepancias entre comunistas y socialistas no han destruido esta unidad, porque si hay cosas que desunen, son mucho más las que unen”. Poseía además una gran memoria ya que se recordaba de los nombres de cada persona que recibía al visitar personalmente las ciudades y los pueblos del país y le interesaba dialogar directamente con la gente de a pie para conocer sus inquietudes. Entre los partidos opositores como el democristiano, a través de su Ministro de Gobierno, Enrique Krauss, lo visitó en su casa de la calle Guardia Vieja a mediados de octubre de 1969 ya que temían un golpe militar. Allende les responde que tanto él como los partidos de la izquierda defenderán el sistema democrático de los ataques de la ultraderecha y de toda su corrupción y que si salía electo como Presidente, cambiaría el sistema desde la raíz. Confiaba en las fuerzas militares porque ellas no intervendrían. Allende estaba informado de que la CIA y el Pentágono habían desarrollado desde Panamá campos de instrucción militar para controlar los movimientos del gobierno en Chile y en otros países de América Latina. Sin embargo, él llego a ser elegido Presidente de la República democráticamente.
¿Cuál era su proyecto político y qué estrategias utilizó para lograrlo?
Su proyecto político fue sacar al país del analfabetismo y del hambre y unir a todos los partidos de izquierda y ofrecerles la participación en su programa de gobierno. Aspiraba terminar con las empresas extranjeras, los monopolios y los terratenientes en la agricultura. Profundizar en la democracia, y en el logro de los trabajadores y obreros para mejorar la situación social, política y económica del país. Para eso creó la Asamblea del Pueblo. El presidente denunció la falta de seiscientas mil viviendas sin servicios públicos, los salarios insuficientes de los obreros que trabajaban en las minas, el régimen latifundista, la injusta distribución de la renta, la desnutrición y la parálisis del crecimiento económico. Además, suprime los sueldos excesivos. Creó un sistema para facilitar el suministro de leche para todos los niños de Chile. También, desarrolló la Reforma Agraria y fomentó la honestidad administrativa. Su objetivo fue claro: presidir un gobierno que diese justicia, bienestar, cultura, libertad, independencia, dignidad nacional y paz a sus ciudadanos. Creó un Consejo Económico Nacional para anular decretos que el antiguo gobierno en el año 1932 provocaba la subida de precios, expropiando la fábrica de textiles Bellavista Tomé. Por su parte, operó en empresas, con la aprobación total del Congreso, de acuerdo al Código del Trabajo, que aprovechándose de los conflictos laborales; saboteaban la producción. Rusia le ayudó económicamente con muy poco dinero, asistencia técnica en la construcción de fábricas y en la producción de petróleo, con tractores y en la industria alimentaria de la pesca. Las transformaciones políticas en las que trabajamos fueron: vivienda digna a precios asequibles, acceso popular a la enseñanza media y a la universidad, construcciones de escuelas infantiles, instalaciones deportivas, atención médica y odontológica, extensión del alumbrado público en Santiago y en las provincias del país, distribución del agua potable, pavimentación de calles y caminos y establecimiento de pensiones dignas.
¿Cuál fue la estrategia de comunicación para trasladar las transformaciones políticas y sociales que llevó a cabo?
A través de las reuniones del Senado cuando presentaba sus proyectos de ley. En general, Allende se dirigía directamente a la masa. Ya fuera desde el balcón de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH) o desde “El Tren de la Victoria” en el que recorrió el país de Norte a Sur gestando sus tres campañas políticas anteriores y la gente lo esperaba en las estaciones de ferrocarriles para saludarlo. Siempre recorrió cada pueblo del país de Norte a Sur tocando la puerta en las poblaciones más paupérrimas y hablando con las mujeres que le abrían la puerta.
¿Cómo se desarrolló el proyecto de alfabetización de la población analfabeta?
Con la reforma educativa y a través de la creación de la Escuela Nacional Unificada en cada población del país se enseñó a leer a los adultos, los campesinos, los obreros y las mujeres. Se destinaron presupuestos para los profesores y se crearon cartillas para los adultos. Fue un proceso de democratización de la educación. Incorporaron a todos los niños y jóvenes al nuevo sistema nacional de educación, integrándolos en las necesidades culturales, económicas y sociales de su región. De esta forma, la cobertura educativa se incrementó en todos los niveles: desde la educación parvularia, primaria, secundaria, técnica y universitaria. El concepto de “emancipación” significaba poder discutir los problemas de la comunidad y este concepto educativo encerró también todo un proceso económico y social donde se vio involucrada la sociedad.
¿Cómo eran las relaciones de Allende con aquellos partidos con los que formaba gobierno?
Las relaciones con los miembros de los diferentes partidos políticos fueron muy respetables. Cuando el Partido Socialista de Chile se definió como marxista-leninista propuso una estrategia revolucionaria que le llevara a la toma del poder como objetivo estratégico para instaurar un estado revolucionario que sacase a Chile de la dependencia y del retraso económico e iniciase la construcción del socialismo. Ellos pensaban que podrían construir un gobierno socialista si destruían el aparato burocrático y militar del estado burgués de Frei Montalva. Allende no estuvo de acuerdo. Jamás se consideró marxista-leninista y se opuso inmediatamente a esas ideas. Para la búsqueda del consenso, él creó el movimiento político de Unidad Popular y propuso una política de alianzas en el Congreso. Se dedicó a negociar con los candidatos de las elecciones parlamentarias de marzo de 1969 para mantener su presencia en el Congreso, para unirlos y ser un único partido para poder lograr, así, el triunfo frente a la derecha y a la democracia cristiana.
Entrevista realizada por Francisco Collado Campaña, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Málaga y experto en liderazgo, comunicación política y teoría política. (@fcolladocampana) y por Davinia Burgos, licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Málaga y Directora en Ojos Abiertos Films una productora y distribuidora de formatos audiovisuales con obras seleccionadas en diversos festivales internacionales.