ALEIX ANSELMO
«Es war mir eine große Freude, es war mir eine Ehre“ (fue para mí una gran felicidad, fue un honor), con estas palabras dejaba el liderazgo de la Unión Democristiana (CDU) en diciembre de 2018 la Canciller Merkel. La líder de la Unión daba su primer paso para la retirada, después de anunciar que no volvería a concurrir en las elecciones al finalizar su mandato.
El fin de semana pasado tuve la oportunidad de vivir des de Berlín las primeras elecciones sin Merkel en las papeletas desde 2006. Fueron las elecciones que auguraban un resultado más incierto de los últimos años. Enterrando el mito de que la política alemana es aburrida, a 3 días de las elecciones un 35% del electorado alemán manifestaba en una encuesta no tener todavía clara su decisión para el domingo. A lo largo de 2021, tanto la CDU y su candidato Armin Laschet, como Los Verdes de Analena Baerbock tuvieron sus “momentums” que los situaron en torno al 25% del voto en las encuestas, cifra que les daba por seguros ganadores, pero varios errores y la incapacidad de reacción ante los ataques impidieron el liderazgo verde en las encuestas. Por parte democristiana, la división interna, un candidato que no convencía a su electorado y errores como las risas en medio de las inundaciones impidieron que la CDU sacara rédito de la herencia merkeliana. Finalmente, los socialdemócratas alemanes supieron llevarse el gato al agua con una campaña sin sobresaltos ni errores destacados, contrastando con la inestabilidad de verdes y democristianos.
Más allá de la correcta campaña del SPD, hay que destacar a su favor que supieron leer en todo momento lo que quería el electorado alemán. Tal y cómo comentaban Raúl Gil y Franco Delle Donne en su podcast “El fín de la era Merkel”, el histórico partido alemán ha sabido sacar rédito de tener un candidato que se pareciese a Angela Merkel (la actual canciller bate récords de popularidad a su salida). La alargada sombra de la todavía Canciller (ahora en funciones) ha hecho que en mayor o menor medida todos los candidatos de partidos que aspiraban a ganar (CDU, SPD y Verdes) hayan intentado parecerse a la Canciller: Armin Laschet de la CDU por ser de su partido y ser el candidato que apoyaba Merkel, Analena Baerbock de Los Verdes por su condición de mujer joven, meticulosa y entregada, y finalmente Olaf Scholz, del SPD, por haber sido su vicecanciller, haber gobernado con ella en varias coaliciones y representar la ala moderada de los socialdemócratas. El centroizquierda alemán supo pues satisfacer la demanda de cambio de los electores, apelando a la vez a la certidumbre y seguridad que tanto gustan al electorado germano.
¿Qué nuevo gobierno esperar?
Las elecciones nos dejan un tablero de juego fragmentado, en el que para formar un gobierno distinto al de ahora (CDU+SPD, con muy pocos números que se repita), van a ser necesarios 3 partidos. Descartando cualquier colaboración con la extrema derecha de AfD, con quién se mantiene un cordón sanitario, y también descartado el tripartito de izquierdas entre SPD, Verdes y Die Linke por no llegar a la mayoría absoluta, todo apunta al gran peso que van a tener en el nuevo gobierno Verdes y liberales, que quedaron en tercera y cuarta posición respectivamente.
Este resultado electoral, descartadas AfD y Die Linke, otorga un gran poder de decisión a Verdes y liberales (FDP), y de hecho ambos partidos empezaron a negociar una posible coalición entre ellos, antes de empezar a tener en cuenta a un socio mayor (CDU o SPD). Por ideología y afinidad, en la Ronda de los Elefantes, donde los partidos –resultados en mano- manifiestan públicamente con quién querrían aliarse, Christian Lindner del FDP ya dijo que prefería coalicionar con la Unión, mientras que Analena Baerbock de Los Verdes hablaba de su afinidad con Scholz del SPD, por lo que entre ambos habrá que limar asperezas y llegar a un consenso.
Volker Wissing (FDP), Analena Baerbock (Verdes), Christian Lindner (FDP) y Robert Habeck (Verdes) en un selfie que colgaron los 4 en Instagram tras la primera reunion para abordar las negociaciones de coalición.
El precedente de verdes y liberales poniéndose de acuerdo para luego coalicionar con CDU o SPD existe ya en Alemania. En el norteño land de Schleswig-Holstein se dio una situación parecida en su parlamento estatal tras las elecciones regionales de 2017. En aquel caso, liberales y verdes se adelantaron en alcanzar un acuerdo y fue entonces cuando ellos, en tanto que tercera y cuarta fuerza parlamentaria, terminaron decidiendo si elegían al frente del gobierno a CDU o SPD. Aquel embate se lo llevó la CDU, sin embargo, parece poco probable que pueda suceder lo mismo a escala nacional. Aunque pueda suceder numéricamente hablando, todas las encuestas otorgan una preferencia de la población alemana por una coalición Semáforo (SPD-Verdes-FDP) y que Scholz sea canciller. Además, durante toda la campaña las preferencias se han decantado siempre hacia el socialdemócrata, en el que confían los alemanes más que Laschet y que ahora dispone del 26% de los votos frente al 24% del democristiano. De momento, la CDU está presente en las primeras reuniones exploratorias, sin embargo, su poder de negociación es muy menor visto su descalabro electoral, la guerra interna del partido y unas encuestas que favorecen a un canciller del SPD.
Un 51% de los encuestados preferían tras las elecciones una coalición entre SPD, Verdes y liberales frente al 18% que daba su apoyo a una formada por la Unión, Verdes y liberales. A la foto de la derecha vemos el calendario que han hecho público los partidos con las distintas reuniones exploratorias, en las que de momento está presente la Unión. Fuente: Instagram de Tagesschau
En definitiva, se hablaba mucho del tradicional mensaje de año nuevo de 2021 como el último que daba Merkel como Canciller, sin embargo, con la complejidad de las negociaciones puede que el de 2022 lo siga dando Merkel en tanto que Cancillera interina. En 2017 fueron casi 6 los meses que se necesitaron para formar la coalición de gobierno, en esta ocasión, de momento las partes han mostrado buena voluntad de llegar a un acuerdo, veremos si eso se traducirá en un gobierno nuevo por Navidad o si bien Merkel batirá el récord de Kohl en cuanto a longevidad en la Cancillería.
Aleix Anselmo es Politólogo por la UPF y Máster en Comunicación y márketing político por CESCOMPOL y la UAH (@aleixanselmo97)