GUSTAVO MENIN, EZEQUIEL MILLER y MARINA SUÁREZ
El Partido Socialista (PS) gobierna la Provincia de Santa Fe, en Argentina, desde 2007 y busca desde hace algunos meses una reforma que incorpore la reelección y el ballotage a la Constitución Provincial para aumentar su competitividad electoral, actualmente restringida a un solo mandato. Si tenemos en cuenta los antecedentes electorales, el PS perdió las legislativas del año 2017 de manera sustancial y ganó las elecciones ejecutivas del 2015 con solamente 1714 votos de diferencia con el segundo candidato.
Tal como propone Colomer (2004), los oficialismos tienden a modificar las reglas de juego electoral cuando se sienten amenazados o en contextos de alta incertidumbre. Y Argentina no es ajena a ello, sucedió con el peronismo en 1952 con el cambio de sistema de colegio electoral a voto directo para presidente y con la inclusión de la reelección a nivel nacional en 1994 (Abal Medina, 2009).
Espiteme Consultores realizó un relevamiento cuantitativo para evaluar la percepción de los rosarinos -la ciudad más poblada de la Provincia de Santa Fe- sobre la propuesta oficial de reforma constitucional. Y estas son las dos principales conclusiones:
- El 76% de los rosarinos aseguran no conocer los temas o cambios que se proponen en la reforma constitucional
- El 51% está a favor de la reforma, el 15% en contra y el 24% cree que debe reformarse, pero no es el momento
La pregunta es entonces ¿Porqué tienen una posición tomada si aseguran no conocer los temas de la reforma?
Cuando se indagó sobre el porqué de su opinión, la mayoría de los que dijeron estar a favor respondieron “porque está desactualizada”, los que quieren que se reforme pero creen que no es el momento, la mayoría lo justifica diciendo que hay “cosas más urgentes”, mientras que los que no quieren la reforma tienen justificaciones muy variadas y poco consolidadas.
Ahora bien, que los rosarinos estén a favor de la reforma no implica que acepten la reelección como cambio de las “reglas de juego” electorales. A saber, el 51% de los encuestados que están a favor de la reforma, solamente la mitad opina que debe haber reelección a gobernador. Entonces, la posición general sobre la reforma constitucional no significa la aceptación de posiciones particulares o una sumatoria de las mismas.
Profundizando en el grupo que está a favor, allí se agrupan los “votos duros” del socialismo, alrededor de un 10% según nuestra medición. Es decir, se observó un valor mayor a lo esperado en favor de la reforma de quienes votarían seguro al socialismo. Por otro lado, lo paradójico de quienes están a favor de la reforma es que también agrupan a la mitad de quienes “jamás votarían al socialismo”. En este sentido, el socialismo conecta con ciudadanos ajenos a su fuerza política, ya que creen que la Constitución está “desactualizada” o que la reforma “mejorará las cosas en general”. De modo que la dependencia entre variables, se da principalmente en el grupo que votaría seguro al socialismo.
Evaluando la posición de quienes aseguran que “debe reformarse pero no es el momento”, un 60% de los encuestados asegura que el principal problema de Santa Fe es la inseguridad y el narcotráfico. El “principal problema” de los ciudadanos, tal como se evalúan en las teorías de agenda-setting, claramente es un factor influyente a la hora de definir posiciones sobre temas de coyuntura y, en este caso, sobre la reforma constitucional. No obstante, en todos los grupos se evidencia que el 60% cree que la inseguridad es el principal problema. Entonces ¿por qué un 24% le da relevancia a las prioridades a diferencia de los otros grupos? Porque el 57% de quienes aseguran que “hay que reformar pero no es el momento”, asegura que jamás votaría al oficialismo. De modo que, el comportamiento de la transferencia de relevancia de la agenda pública, se da por una base en la posición política.
En el caso del referéndum en España en el 2005 por la Constitución de la Unión Europea, “la preocupación de los ciudadanos españoles al igual que del resto de ciudadanos europeos es mayor hacia temas de seguridad, regularización de la inmigración y miedo por el terrorismo (…) Además un 70% dijo que estaría “a favor” de una ‘política de seguridad y defensa común’ entre los estados miembros, frente al 13% que estaría “en contra” también de esta política” (Eurobarómetro, 2005: 25). En el caso español, las prioridades están conectadas con la propuesta de Constitución de la Unión Europea, llegando a un 70% de aceptación, si en el caso santafesino, las prioridades de la reforma fueran coherentes con las prioridades del público, la reforma podría conseguir valores de consenso similares.
Respecto a quienes están en contra, no pueden verbalizar de manera homogénea una justificación sobre su postura, no obstante tienen bien en claro que Miguel Lifschitz -el gobernador que impulsa principalmente la reforma- la busca “para mantenerse en el poder”. De modo que la percepción sobre la responsabilidad política negativa de quien es el principal impulsor de la reforma, es determinante para quienes están en contra. De los que opinan que debe reformarse, 48% piensa que lo hace para mantenerse en el poder, mientras que de los que creen que no debe reformarse alcanza al 75%. Esto da cuenta también que el concepto de opinión pública no implica solamente lo que es verbalizable para los entrevistados.
En conclusión, los rosarinos no tienen un pensamiento deductivo tradicional, sino más bien, utilizan “carriles rápidos” o “atajos cognitivos” para tomar posición sobre la reforma. Vemos cómo la posición política “pro-socialismo”, una visión optimista sobre el reformismo, el “principal problema” de la Provincia -tal como se utiliza en los estudios de agenda-setting- y, la percepción sobre la intención política de quien impulsa la reforma, son “atajos cognitivos” con significación estadística a las posiciones tomadas para la reforma.
Asimismo, que las posiciones a favor de la reforma no coincidan con posiciones sobre modificaciones específicas, tal como la reelección, pone en evidencia que son otras las demandas ciudadanas. No obstante, también deja entrever que la posición favorable no implica una sumatoria de posiciones particulares a favor. Este comportamiento ha sido estudiado de manera sustancial en contextos electorales en el caso de la ideología (Miller, 1979) y la evaluación retrospectiva (Fiorina, 1981).
El aporte nodal del presente artículo, es que los rosarinos ante la reforma, a pesar de ser un issue de coyuntura, igualmente utilizan “atajos cognitivos” de manera similar como sucede con una variable de largo o mediano plazo, tal como la ideología o la evaluación retrospectiva. De modo que abriría la discusión sobre cómo se generan las variables de mediano o largo plazo a partir no, de una sumatoria de posiciones particulares sobre issues de coyuntura, sino de cuál es la relación entre atajos cognitivos de largo, mediano, y corto plazo.
Gustavo Menin es Licenciado en Comunicación Social (UNR). Maestrando en Comunicación Estratégica (UNR). Twitter: @gustmenin
Ezequiel Miller es Licenciado en Ciencia Política (UNR). Especialista en Comunicación Política (UNR). Doctorando en Ciencia Política (UNR). Twitter: @ezequielmiller
Marina Suárez es licenciada en Estadística (UNR)
Bibliografía:
Abal Medina, J. M. (2010). Manual de ciencia política. Buenos Aires: Eudeba.
Colomer, J. (2004). La ciencia política va hacia delante (por meandros tortuosos). Un comentario a Giovanni Sartori. Centro de Investigación y Docencias Económicas: Política y Gobierno.
Eurobarómetro. (2005). Opinión pública en la Unión Europea. Primavera 2005. Informe Nacional España. Comisión Europea.
Levitin, T., Miller, W. (1979). Ideological Interpretations of Presidential Elections. The American Political Science Review. 3, 751-771.
Fiorina, M. (1981). Retrospective Voting in American National Elections. New Haven: Yale University Press.