El pasado viernes tuvo lugar un nuevo Beers&Politics, donde contamos con la participación de Jordi Pérez Colomé, periodista y autor del blog Obamaworld, y a quien agradecemos su presencia. Os paso un resumen:
No hay partida. Romney lo tiene ganado y solo una sorpresa mayúscula podría hacer que las cosas cambiaran. El interés por darle interés a la contienda electoral está más en los periodistas para animar estos meses que no en la campaña en sí. Especialmente es interesante la gran campaña negativa y sucia entre los candidatos, y que a su partido no le importa demasiado, ya que mejor que salgan ahora los trapos sucios que no después, cuando solo quede uno y el enemigo a batir sea Barack Obama. Así, a pesar que pueda parecer que los ataques contínuos entre los candidatos republicanos ayudan a los demócratas en su campaña, el vencedor no tendrá nada que ocultar y Obama no podrá criticar nada nuevo y sorprendente. Ya no habrá conejos en la chistera.
Otro aspecto interesante a destacar en estas primarias es el papel de Ron Paul. Aunque ya le quedan pocas posibilidades, mueve a muchas personas y tiene influencia. Es por eso que el ganador deberá ofrecerle algo a cambio de su apoyo a los republicanos. Con Paul nunca se sabe y es capaz de lanzarse a por la presidencia con un tercer partido, lo que le restaría votos a los republicanos.
Respecto a Romney, basa su candidatura en su rol de empresario de éxito, de creador de empleos. Su handicap es que es de Massachussets, donde para ganar hay que ser moderado. Lo que dijo los anteriores años desde su Estado y lo que dice ahora no es siempre lo mismo. Ese, a parte de tener cuentas en las Caiman, es su principal problema. En muchos Estados no se le ve como un conservador “real”.
El ganador, también por primera vez no será protestante (solo lo es Ron Paul). Romney es mormón -unos 10 millones en todo Estados Unidos- mientras que Gingrich y Santorum son católicos.
Por otro lado, los candidatos republicanos son bastante “normalitos” y no hay ningún gran valor de futuro. Todos los potenciales grandes líderes republicanos del futuro se esperan a 2016, por ejemplo Chris Christie o Marco Rubio. Ir en 2012 era una apuesta difícil. También por eso, la expectación y el movimiento activista republicano es menor de lo esperado.
Si se comparan los votos de Romney en 2008 y en 2012, lo cierto es que en Iowa y en New Hampshire logró los mismos. No hay entusiasmo en esta campaña ni en las bases republicanas. Veremos si se reactiva con la victoria de Gingrich en Carolina del Sur.
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