ÀLEX COMES
Nessie, haggis, kilts, William Wallace, whiskey, sol los 365 días del año, castillos espectaculares, lagos, praderas, Ewan McGregor en Trainspotting, bueno lo del sol todos los días del año no es exactamente así, ovejas, gaitas, Sean Connery… ¿Quién puede resistirse al encanto de Escocia?
En este viaje por Edimburgo realizaremos dos tours. Uno, el monumental, en el que descubriremos todos los rincones históricos que tengan una relación directa e indirecta con la historia política escocesa. El segundo, nuestro favorito, recorrerá los principales bares de la ciudad donde poder tomarnos una pale ale o un single malt en un entorno especial.
Estamos en una ciudad con un aire místico, que atrapa, que enamora, y así lo designa la UNESCO, que nombró, tanto a la Old Town como a la New Town, Patrimonio de la Humanidad en 1995.
Bienvenidos a la tierra de William Wallace.
RUTA MONUMENTAL
Arrancamos el viaje en el corazón de la ciudad, en Holyrood, justo al final de la famosa Royal Mile. Estamos en el Parlamento Escocés. Informalmente conocido como Holyrood, es obra del arquitecto catalán Enric Miralles y fue inaugurado por Isabel II en 2004, tras el referéndum escocés de 1997, donde los scotts respaldaron la recuperación de la institución legislativa. Si te apetece visitar el Parlamento por dentro, la entrada es completamente gratuita, tanto en días con actividad parlamentaria, como en los que no hay.
Desde 1997 hasta 2004, la asamblea legislativa escocesa se situó, temporalmente, en la Cámara de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, a escasos metros del actual Parlamento. The Kirk, como se conoce de manera informal a la Iglesia de Escocia, tiene su principal sede en el 121 de George street.
Una vez hemos visitado las principales instituciones políticas actuales, cogemos el Delorean y hacemos un viaje al pasado, concretamente al siglo XII, y llegamos a uno de los iconos culturales más importantes de Edimburgo, su castillo.
Al Castillo de Edimburgo, originalmente construido en el siglo IX, aunque nada queda de ese edificio, tradicionalmente de origen y servicio militar, ha sido recientemente cuando se le ha otorgado algunas funciones civiles, como, por ejemplo, ser una de las sedes del Festival de Edimburgo. Pero, sin embargo, la historia militar sigue presente en el emblema escocés. Una de las tradiciones más espectaculares que sigue albergando, concretamente en su explanada, es la Military Tattoo, así que, si visitas esta ciudad en agosto, no te lo puedes perder.
Siguiendo con la ruta histórica, viajamos justo detrás de la Iglesia de San Gil, donde actualmente se sitúan los juzgados de la ciudad pero que, en su momento, albergó al último parlamento escocés previo a la Union Act, durante los siglos XVII y XVIII.
Justo en Calton Hill, también se encuentra el Monumento Nacional de Escocia, dedicado a los soldados escoceses y los marineros que murieron luchando en las guerras napoleónicas. En esta colina, también se albergan diferentes edificaciones históricas, como el monumento a Nelson, a Dugald Stewart o el Observatorio de la ciudad.
Antes de abandonar Calton Hill, una de las visitas recomendadas es su cementerio, lugar de mística e historias variopintas, es el lugar del filósofo escocés más conocido de la historia, David Hume, el cual, tiene una estatua en la Royal Mile, y dicen que si le tocas el dedo gordo, te da suerte. Dentro del camposanto, podrás encontrar el Monumento a los Mártires Políticos, un obelisco dedicado a cinco reformistas que fueron asesinados en el siglo XVIII por motivos políticos.
Cualquiera que visite Edimburgo, o más bien dicho, Escocia en general, tiene que tener una mínima noción de la importancia que tiene el sentimiento de pertenencia e independentista que existe en Escocia. Y para muestra, un botón: una de las figuras más importantes del país gira en torno a la independencia escocesa, y esa persona, no es otra, que William Wallace.
El monumento a William Wallace, situado a hora y media en transporte público de Edimburgo, está en Stirling, y fue posible gracias a un crowdfunding durante el auge del sentimiento nacionalista en el siglo XIX. Además, como nota característica, la propuesta traspasó fronteras ya que, Giusseppe Garibaldi, destacado político italiano, también apoyó la causa.
Volvemos a Edimburg, y visitamos el Palacio de Holyroodhouse, una de las actuales residencias de la reina de Inglaterra y tradicional residencia de la monarquía británica en el país. Construido en 1503, ha albergado durante muchos años las visitas reales a la ciudad.
Una de las guerras que ha dejado mella en, prácticamente, toda Europa, fue la Segunda Guerra Mundial. Y, Edimburgo, no iba a ser para menos. Pero, curiosamente, vamos a hablar de una estatua un tanto “divertida” situada en los jardines de Princess Street. Esta no es otra que la de Wojtek, un oso soldado polaco, amante de la cerveza, y que pasó sus últimos días en el zoo local.
Siguiendo con la parte más freak del tour, llegamos a la casa de uno de los independentistas más importantes, probablemente el que más, a nivel mundial. Un actor que ha declarado públicamente, en reiteradas ocasiones, su voluntad de que Escocia sea un estado independiente. Este no es otro que Sean Connery, oriundo de la ciudad, concretamente en el 176 de Fountainbridge.
Como dato curioso, también cabe señalar que los dos últimos primeros ministros británicos del partido laborista son escoceses, Tony Blair, de Edimburgo, y Gordon Brown, de Glasgow. En ambas ciudades, puedes visitar los lugares donde nacieron, crecieron y se educaron.
Para finalizar esta primera parte del recorrido, nos acercamos a una de las instituciones más importantes del país, la Universidad de Edimburgo. Considerada como la tercera más importante del Reino Unido, este lugar ha sido la “casa” de primeros ministros británicos, canadienses, nicaragüenses o surcoreanos e importantes políticos a lo largo de su historia como Benjamin Constant, James Wilson o la princesa Raiyah de Jordania.
Como colofón final y sólo para aquellos amantes del cine británico y social, pueden hacer un recorrido por los diferentes escenarios de la película Trainspotting, aunque la mayoría de escenas fueron rodadas en Glasgow, su mítica escena inicial tuvo lugar en Princess Street.
RUTA DE PUBS
¿Alguien entiende estar en Edimburgo y no tomarse un auténtico whisky escocés, una pinta de Tennants o una auténtica cerveza artesanal escocesa? Nosotros, desde luego que no.
The Sheep Heid Inn
El pub más antiguo de Escocia se dice que fue fundado en 1360. Fue lugar habitual de la realeza y nobleza británica. Mary, Queen of Scots, y su hijo, James VI, fueron unos de sus mejores clientes.
The Three Sisters
Estamos ante el que es, probablemente, uno de los pubs con más historia de la ciudad. Estamos en el Central Hotel. Aquí, el 28 de febrero de 1638, nobles, ministros eclesiásticos y representantes de la aristocracia y la burguesía edimburguesa se reunieron para proyectar El Pacto Nacional de Escocia, que reforzó la identidad del país como nación libre y el rey Carlos I dio buena cuenta de ello.
Canon’s Gait Pub
Este pub se hizo famoso en una de las visitas del líder ultraderechista Nigel Farage a la ciudad escocesa cuando una multitud se quedó a las puertas del local al grito de “Ukip scum off our streets”, “homophobe” y “xenophobe”. No hace falta traducción.
Milne’s Bar
Este bar, conocido como el pub de los poetas, ha sido el espacio de inspiración de la mayoría de grandes escritores escoceses del siglo XX. El movimiento renacentista escocés de este siglo solía congregarse en este lugar para charlar sobre literatura, política y cultura. Vamos, el lugar donde se hacían los Beers&Politics de la época.
Deacon Brodie’s Tavern
Deacon Brodie, o el Diácono Brodie, fue uno de los personajes más peculiares de la historia edimburguesa. William era un respetado miembro del Ayuntamiento, pero cuando se hacía de noche, se juntaba con lo mejorcito de cada casa para realizar todo tipo de actividades de dudosa ética. Robert Louise Stevenson, escritor de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, se inspiró en este peculiar político para escribir su obra más importante. En el corazón de la Royal Mile se encuentra una taberna en su nombre en la que, quién sabe, puedes encontrar a algún político con las mismas características que nuestro amigo Brodie.
Vespa Bar
Sin lugar a dudas, el Vespa Bar se convirtió en uno de los bares icónicos del movimiento independentista en el último referéndum cuando se renombró como Yes Bar. Simplemente añadir que en cuestión de días dobló su clientela y, ahora, se ha convertido en lugar de reunión para aquellos que buscan un futuro del país alejando del Reino Unido.
District Bar
Al igual que el Vespa Bar, este pub se convirtió en lugar de reunión durante los momentos previos a la última consulta. Sí, como muchos estaréis pensando, este local al otro lado del río Clyde se estableció como guarida de unionistas y simpatizantes del No.
The Standing Order
En las entrañas de una antigua sucursal del Banco Nacional de Escocia se encuentra este pub, con un nombre más bien propio de su antigua utilización y no de la actual.
Àlex Comes es Politólogo y periodista. Manager de SPQ Consultores (@alejandrocomes)