Empiezo a ignorar las noticias a que se ha referido el Sr. Fabié relativamente a los sucesos de Cuba. No tengo noticia más que de un despacho telegráfico, en la cual se modifican muy poco los que ya conocen los Sres. Senadores, despacho que no tengo inconveniente en leer. Sin duda como no varían las cosas de una manera tangible de cómo estaban, según los telegramas remitidos a la Cámara, no ha enviado este también el Sr. Ministro de Ultramar para que fuera colocado en la tablilla.
Dice así el telegrama recibido:
?Habana 6 de Marzo de 1895 (sin hora).- Madrid 7 de ídem de 1895, a las 4,45 mañana. Capitán General a Ministro Guerra. Partida de Málagas en provincia Santa Clara fue ayer batida en Voladores y Abelónez, continuando activa persecución; en Cuba, el teniente coronel Bosch alcanzó y batió anteayer en Ulloa las partidas reunidas de Periquito Pérez y Brooks, causándoles bajas; hoy debe haberse realizado el movimiento de avance sobre Baire.- Calleja.? (El Sr. Fabié: Esto último es lo nuevo.) Realmente, tampoco es nuevo, porque ya se sabía que el general Lachambre iba sobre Baire, y, por consiguiente, este telegrama no hace más que confirmar las noticias que ya teníamos.
Sé, además, que en Santa Clara no daban ninguna importancia a la partida allí existente.
Esto es lo único que puedo decir al Sr. Fabié, que, como ve, altera muy poco el sentido de las noticias trasmitidas en los telegramas expuestos en la tablilla del Senado.
Respecto del otro punto que ha tratado el señor Fabié, debo decirle que está S. S. en lo cierto. El Gobierno de los Estados Unidos no nos ha hecho ofrecimiento ninguno de apoyo, ni tenía para qué hacerlo, y mucho menos el Gobierno español ha pedido apoyo al de los Estados Unidos; el Gobierno español no necesita el apoyo de nadie para combatir la insurrección en Cuba. (En todos los lados de la Cámara: Bien, muy bien.)
De modo que no sé realmente a qué puede referirse este telegrama que S. S. ha leído en los periódicos; debe ser una habilidad de los laborantes, debe ser alguna noticia que esparcen para sus planes y sus fines; pero le puedo asegurar al Sr. Fabié, como aseguro al Senado, que no tiene fundamento ninguno. El Gobierno español, ni directamente, ni por medio de su ministro plenipotenciario en Washington, ha pedido auxilio ninguno al Gobierno de los Estados Unidos, ni éste nos ha ofrecido apoyo ninguno, que no tenía para qué ofrecernos.
A nosotros nos basta con que el Gobierno de los Estados Unidos, como todos los que están en buenas relaciones con el Gobierno español, haga que se cumpla el derecho internacional; con eso nos basta y nos sobra. Por consiguiente, el Sr. Fabié, repito, tiene razón; ésta debe ser una habilidad de las muchas que emplean los laborantes para producir cierto efecto, o quizás para otras cosas, yo no sé para qué; pero, después de todo, importan poco los fines que ellos se propongan; lo que importa es que eso no tenga, como repito que no tiene, fundamento ninguno.