Hemos vivido una noche mágica, una noche de esas que vamos a recordar durante toda nuestras vidas. Una noche en que la vida derrotó a la muerte, en que la esperanza derrotó a la angustia. Una noche que nos hace sentirnos más seres humanos, más hermanos, con más fuerza, con más voluntad, con más coraje para enfrentar lo que el futuro nos va a deparar.
Después de esta noche estoy más convencido que nunca de que la gran riqueza de nuestro país no es el cobre, son los mineros. La gran riqueza de nuestro país no son los recursos naturales, somos los chilenos que hemos dado un ejemplo al mundo de compromiso, de fe, de esperanza incluso los días más aciagos, cuando muchos perdieron la fe y creían que esta hazaña de un rescate exitoso era sólo un sueño.
Hoy día estamos cosechando lo que significa la unidad, el coraje, la fuerza, la voluntad, el compromiso de un pueblo entero.
Quiero también agradecer a mucha gente, porque la verdad es que los mineros nos han dado un ejemplo de cómo enfrentar la adversidad. Pero también a los rescatistas, que nos han dado un ejemplo de cómo practicar la solidaridad.
Nuestros ingenieros, nuestros técnicos, nuestros trabajadores, le han dado un ejemplo al mundo de cómo hacer un rescate que parecía tan difícil, que para muchos parecía imposible, y lo hicimos, lo cual habla bien de nuestro país.
Con el Presidente Evo Morales desde el primer día hemos cultivado una amistad sincera basada en la confianza, en hablar de frente mirándonos a los ojos, con la verdad.
Tal como lo dijimos desde el primer día, el gobierno va a acompañar a las 33 familias siempre, porque esas 33 familias y los 33 mineros nos dieron un ejemplo inspirador, un ejemplo que enaltece el alma y el espíritu de todos los chilenos.
Y por supuesto los vamos a seguir apoyando. Y lo más importante ahora, dado que esta Mina San José no va a seguir operando por un largo tiempo. Mientras no se garantice la seguridad, la vida, la integridad de los mineros, esta mina no va a reabrir. Y mientras tanto encontrarles trabajo y estamos avanzando y vamos a hacer lo que sea necesario para que todos los mineros de esta Mina San José rehagan sus vidas.
Discurso enviado por «Con diez cañones por banda»