¿Qué esperar de las elecciones brasileñas?

ENTREVISTA A LUCIANA PANKE, LUIS TEJERO, GONZALO INCHAUSPE, ÁLVARO RIBADENEIRA Y CAROLINA SOARES:

¿Quién es Haddad y quién es Bolsonaro? ¿Por qué podría ganar cada uno?

LUCIANA PANKE: Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores-PT) es doctor en Filosofía y profesor universitario, fue Ministro de la Educación en los gobiernos de PT y alcalde de São Paulo. Jair Bolsonoro (Partido Social Liberal – PSL) es militar retirado y diputado federal populista hace casi 30 años, aunque ha cambiado de Partido, siempre ha representado la ultra derecha. Los dos tienen a Lula da Silva como punto central: la candidatura de Haddad significa la continuidad del gobierno lulista con su gestión centroizquierda. Hay una campaña de transferencia de votos de Lula para Haddad. De hecho, después que Lula no pudo oficialmente ser candidato, Haddad ha subido fuertemente en las encuestas. Por su vez, Bolsonaro ha logrado representar la gente que es antipetista, o sea, los que culpan el partido por toda la corrupción encontrada en el país. Lo que me parece es que el voto está centrado no en las propuestas directamente, pero al odio o al amor por Lula y por el Partido de los Trabajadores.

LUIS TEJERO: Son polos opuestos. Desde la izquierda, Haddad es un profesor, exministro y el sucesor designado a dedo por Lula, aunque más moderado e infinitamente menos carismático que el expresidente encarcelado. Desde la extrema derecha, Bolsonaro es un militar en la reserva que lleva tres décadas como diputado, pero intenta presentarse como alguien diferente del resto de la clase política. Ganará Haddad si se impone en las mentes de los brasileños el recuerdo de los aspectos más positivos de la era Lula: crecimiento, redistribución, prestigio internacional… En cambio, vencerá Bolsonaro si el electorado pasa factura al lulismo por los gigantescos escándalos de corrupción y otros errores graves.

GONZALO INCHAUSPE: Ambos presentan un discurso populista y va a ser una segunda vuelta muy reñida, quien gane dependerá de que pese más en el votante brasileño si la necesidad de “cambio” o “miedo” ante un candidato desconocido y controversial. 

ÁLVARO RIBADENEIRA: Haddad es el ex alcalde de São Paulo, fue ministro de Educación tanto de Lula como de Dilma y candidato a vice presente de Lula. Finalmente ante la imposibilidad de Lula de continuar su candidatura continuo como el candidato del PT o más específicamente “el candidato de Lula”. Por otro lado Jair Bolsonaro es un diputado por el estado de Rio de Janeiro, desde el 91. Es un personaje polémico en la política Brasilera, muchas veces hasta tildado de loco y extremista. Ante el desgaste de los políticos brasileiros y el hartazgo de la gente con la corrupción emerge como la figura que representa el cambio, como alguien limpio. Actualmente los dos lideran las encuestas y se espera una segunda vuelta muy peleada: El candidato del líder carismático VS el candidato del cambio.

CAROLINA SOARES: Haddad fue ministro de la Educación en Brasil entre 2005 y 2012, pero enunció a su ese cargo para postularse como alcalde de la ciudad de Sao Paulo en 2012.  En 2018 fue escogido como candidato a la vicepresidencia de la república dentro de la candidatura de Lula (ya que ese no podía participar en las elecciones por una condena en un proceso por corrupción). Bolsonaro es un militar de reserva y cumple actualmente su séptimo mandato en la Cámara de Diputados de Brasil. Se hizo famoso por sus posiciones nacionalistas y conservadoras, por la defensa en pro de la dictactura, por sus críticas a la izquierda, por haber considerado la tortura como una práctica legítima, y por varias otras declaraciones controvertidas de extrema derecha. Actualmente, es el candidato favorito en primera vuelta. Haddad podría ganar porque tiene los votos de muchos simpatizantes de Lula, fieles a las políticas de izquierda. Bolsonaro puede ganar porque ha conquistado los electores que quieren un cambio de partido y de políticas en el país. Aunque los dos estén en el liderazgo de las elecciones, hay un dato curioso: juntos, los dos tienen la intención de voto mas baja desde 1989.

 

¿Cómo se explica el fenómeno Bolsonaro? ¿Como puede ser que la gente que votó a Lula ahora lo vote a él?

LUCIANA PANKE: Bolsonaro está hace casi tres décadas en la política y sus hijos también están. Ha sido electo con gran número de votos en Rio de Janeiro y sus declaraciones populistas y polémicas han retratado mucho de lo que la gente pensaba después de los escándalos de corrupción en Brasil. El Ministerio Público Federal y la Policía Federal empezaron las investigaciones y las puniciones por el Partido de los Trabajadores. Los trabajos se volvieron conocidos por todo el mundo como “Operação Lava Jato”. Otros políticos y partidos fueron investigados, hubo varias denuncias, pero no hubo juicios (tampoco los mediáticos), lo que generó al país la percepción de que el PT era el único (o el más) corrupto. La exposición constante y negativa en los medios, el impeachment de Dilma Rousseff y la prisión de Lula se ha convertido en rechazo electoral.

LUIS TEJERO: Los votantes de Bolsonaro son fundamentalmente “antipetistas”: rechazan visceralmente que el PT de Lula y Haddad regrese al poder. Además, millones de brasileños quieren que sea presidente por ideas como su defensa de una visión “tradicional” de la familia o su promesa de mano dura frente a la inseguridad.

GONZALO INCHAUSPE: No se debe solo a los votos evangélicos. Creo que la causa principal es que Haddad no es Lula, y es poco factible que todos los votos de Lula vayan a su candidato. Toda la situación es anómala, y la gente se encuentra muy conflictuada y entonces se ven comportamientos atípicos.

ÁLVARO RIBADENEIRA: El crecimiento de Bolsorano es una consecuencia de la grave crisis política que vive Brasil: denuncias de corrupción, el impeachment a Dilma, la prisión de Lula, etc. La sociedad brasilera esta cansada de una clase política que ve como corrupta. Más del 65% de las personas en Brasil quieren un cambio, porcentaje que aumenta en los jóvenes. Por otro lado Bolsonaro ha logrado conquistar el voto evangélico, un electorado organizado y creciente. 

CAROLINA SOARES: Bolsonaro ha ganado visibilidad porque es polémico. Y en Brasil la polémica atrae seguidores y atención de los medios. Hemos entrado en un circulo vicioso, donde hablar de las declaraciones (aun que absurdas) de Bolsonaro le daba popularidad, y después más notoriedad en los medios y luego más popularidad. Fue un camino sin vuelta. Las personas están muy fragilizadas con todos los escándalos de corrupción que involucran Lula y los demás de su partido, y han creado un rechazo jamás visto ante ese partido. Bolsonaro promete un cambio – y aunque sea con políticas muy poco humanas  la gente aparentemente está más preocupada en impedir la elección de un representante del PT.

 

¿Qué papel juega la iglesia evangélica en la sociedad brasileña?

LUCIANA PANKE: Los diputados evangélicos son mayoría en la cámara alta y están en el grupo conocido como Frente Parlamentar Evangélica. Aunque son de diferentes partidos legislan en contra el aborto legal, la igualdad de género y otros temas progresistas. Son casi 200 diputados con seguidores y electores fieles, pero que desconocen los procesos que esos políticos enfrentan. Casi todos son el blanco de la justicia electoral por corrupción. Como característica central, además ser conservadores, moralistas, muchos de esos diputados gritan en contra el PT y apoyan a Bolsonaro.  

LUIS TEJERO: Los evangélicos son cada vez más numerosos (un tercio de la población) y, por tanto, más influyentes. Desde sus templos, cadenas de televisión y redes sociales apoyan a los candidatos que mejor representan sus valores conservadores, y en esta campaña tienen claro su preferido: Bolsonaro.

GONZALO INCHAUSPE: Muy importante. Define elecciones, y en esta elección está teniendo un rol fundamental. Pero tampoco hay que olvidarse del voto duro del PT, que son las familias que dependen de ayudas sociales para subsistir, que es el votante fiel de este partido principalmente en el norte del país.Que lo que se verá el Domingo es si el PT pudo mantener a ese votantes desde afuera del gobierno.

ÁLVARO RIBADENEIRA: Las iglesias evangelicas se están convirtiendo en un segmento fundamental en las elecciones en Brasil. Cuando uno se pone a ver la composición demográfica de Brasil los fieles de las iglesias cristianas no católicas ya representan casi un 30% de la población, y son un electorado organizado y altamente obediente. De hecho el alcalde de Río de Janeiro Marcelo Crivella fue obispo de la Iglesia Universal y la llamanda “bancada evangelica” crece elección tras elección tanto en el congreso como en las legislaturas estatales.

CAROLINA SOARES: El poder de las iglesias evangélicas en Brasil es enorme y suman más de 40 millones de fieles. En el giro conservador en América Latina, el neopentecostalismo es un factor importante, porque sus iglesias son corrientes de masa que recogen el sufrimiento de la población que no tiene salidas económicas. Personas fácilmente influenciables y que se agarran en discursos potentes y con promesas de cambio. Una jugada peligrosa y que contribuye con la polarización de la población.

 

¿Que implicación tienen en la campaña los dichos homófobos y racistas de Bolsonaro?

LUCIANA PANKE: Los que son en contra los derechos humanos son los “haters” que se asoman a la campaña de Bolsonaro, haciendo eco de sus perjuicios y diseminando las fake news. Varios partidos, no solamente los de izquierda, rechazan las declaraciones homófobas de Bolsonoro – dijo que jamás amaría un hijo homosexual, racismo – ha llamado los refugiados “escoria” y también machismo, pues minimiza la gravedad de los estupros y dijo que no pagaría sueldos iguales a hombres y mujeres: en sus palabras, “pero sé que hay mujeres competentes”. Todas las declaraciones provocan por un lado una campaña fuerte en contra de su postulación, pero por otro, el apoyo de la iglesia y de antiPT, que provoca adhesión a su elección.

LUIS TEJERO: Cuando Bolsonaro empezaba a dar sus primeros pasos como candidato, sus adversarios confiaban en que cuanto más se conocieran sus ideas, menos brasileños querrían votarlo. La realidad es que en un año ha duplicado su apoyo en las encuestas, sin necesidad de retractarse de sus frases más controvertidas sobre las mujeres, los homosexuales o la dictadura militar.

GONZALO INCHAUSPE: A nivel políticos muy graves, son una atraso para la región y para la sociedad brasileña. Pero a nivel electoral es otra cosa, claramente es algo que la gente quiere oír o le importan menos que sacar a lo de siempre. Lo curioso es que lo viene diciendo hace más de 20 años y recién ahora ha tenido una repercusión masiva, esto se debe a lo anómala que es la situación.

ÁLVARO RIBADENEIRA: Los dichos de Bolsonaro han jugado un papel muy importante en esta elección, de hecho se han vuelto casi el punto central de los ataques a Bolsonaro y uno de los puntos centrales de la elección. Personalmente creo que representan un retroceso, son valores que no veo acordes a este siglo, sin embargo es evidente que estos comentarios han logrado llegar de manera efectiva a un electorado más conservador que defienden a su candidato y concuerdan con sus opiniones.

CAROLINA SOARES: Ese es un punto interesante. Aunque Brasil exporte una imagen de país abierto, es todo lo contrario. Es un país muy conservador – y la popularidad de Bolsonaro y de la Iglesia evangélica apenas confirman eso. Entre los conservadores de Brasil los dichos homofóbicos validan un comportamiento de prejuicio y rechazo contra minorías completamente inaceptable; validan creencias ultrapasadas y refuerzan actitudes que una sociedad más justa intenta combatir. Por otro lado, ha servido para poner ese tema en destaque, y muchas personas que no tenían voz ahora se unen para luchar contra eso. La manifestación contra esos dichos ha ganando muchísima fuerza, y ayuda también a abrir debates entre amigos y familias que a lo mejor antes no hablarían de esos temas.

 

La campaña negativa denominada #EleNao en contra de Bolsonaro. ¿Qué efectos crees que puede tener?

LUCIANA PANKE: Creo que uno de los hechos más interesantes es que la movilización se organizó orgánicamente por un grupo de mujeres que se sintieron amenazadas por un posible gobierno de ultraderecha y machista. Pocos días fueron suficientes para el grupo tener millones de mujeres en la red Facebook. Hackers lo invadieron, pero se crearon otros cientos de grupos. El último día 29/09, millones de personas no solamente en Brasil, pero en varias partes del mundo, participaron de marchas en contra Bolsonaro. Se destacaron dos cosas: la primera, en las marchas estaban familias, padres, hijos, LBTS y no había partidos políticos organizando. La segunda, es que algunas encuestas de hoy mostraron que el número de mujeres apoyando a Bolsonaro ha crecido. Lo que puede explicar eso es que se está multiplicando por redes como whatsapp fakenews afirmando que #EleNao seria sinónimo de #PTSí. Con eso, el discurso del odio y del miedo se quedó reforzado. En las redes digitales los haters usaron esa movilización tanto a favor, como en contra del candidato de ultraderecha. 

LUIS TEJERO: La campaña #EleNão puede estar favoreciendo la movilización de una parte de la izquierda que acompañaba el proceso electoral con cierta apatía. Sin embargo, quien ya estaba convencido de votar a Bolsonaro lo hará con igual o más fuerza. Son dos burbujas ideológicas que apenas se mezclan entre sí.

GONZALO INCHAUSPE: Trump no se ha cansado de decir que han sido los medios de comunicación quienes financiaron su campaña con la repercusión que hacían de sus dichos. De hecho es curioso, por que la publicidad en televisión se asigna acorde a los resultados de la última elección, y a Bolsonaro le corresponden a penas escasos 8 segundos. Y sus dichos y las campañas en su contra lo ponen en el centro del foco y le permiten acceder a los medios, que de otra manera le sería más difícil.

ÁLVARO RIBADENEIRA: Esta campaña a logrado poner en el centro de la escena los dichos más polémicos de Bolsonaro y en las últimas semanas ha aumentado su rechazo. Paradójicamente ha dado publicidad a Jair Bolsonaro, poniéndolo también en el centro de la escena y ayudándolo crecer en segmentos conservadores y sobre todo entre los sectores evangélicos. 

CAROLINA SOARES: Los efectos ya estamos viendo: una polarización de la población nunca antes visto. La fuerza de las hashtags en las redes sociales contribuyen para crear un ambiente de enemistad y discusiones muchas veces agresivas. Esas conversaciones son irracionales, llevando en cuenta muchas veces solamente cuestiones personales, y no las políticas de cada candidato. No hay una conversación saludable. La publicación de la hashtag #elenão o #elesim es casi que crear una barrera cerrada al debate y la construcción colectiva de ideas.

 

¿Qué futuro le espera a Brasil después de las elecciones?

LUCIANA PANKE: El país está en un clima muy pesado, con la economía muy mala y un gobierno sin representatividad. Creo que la elección llegará a segunda vuelta y a finales de octubre sabremos el nuevo presidente, que tendrá como reto mejorar la economía y, especialmente, la generación de empleos. A ver si alguno de los candidatos de centro logran seguir a la segunda vuelta para que el país siga con más racionalidad. En esa situación, están tres candidatos posibles: Ciro Gomes (PDT), Geraldo Alckmin (PSDB) y Marina Silva (REDE). Temo hasta por la seguridad después del resultado, pues Bolsonaro dijo que no aceptará ningún resultado que no lo elija. Infelizmente, la democracia brasileña está en riesgo. Nos parece que cualquiera que venza se encontrará un clima muy fuerte de insatisfacción. 

LUIS TEJERO: Ni el triunfo de Bolsonaro, con sus tics autoritarios, ni el regreso del PT, que ya ocupó el poder con luces y sombras durante más de 13 años, deberían ser motivo de celebración. En ambos casos, decenas de millones de brasileños estarán profundamente insatisfechos con el resultado y es probable que muchos se nieguen a reconocer como legítimo a su próximo presidente. A corto plazo, cuesta imaginar un futuro brillante para el mayor país de América Latina.

GONZALO INCHAUSPE: Quien gane lo hará en una posición débil en las cámaras legislativas. Si bien tiene tradición de gobernar con coaliciones parlamentarias, el clima político no es el mismo que de otros años. Esperemos que los políticos entiendan la delicada situación y comprenda que el país requiere unidad más que confrontación para superar la crisis.

ÁLVARO RIBADENEIRA: La verdad es que veo un futuro incierto. Esta elección nos presenta una situación única: los candidatos que pasan a segunda vuelta son los menos deseables por el actual stablishment de Brasilia. Y recordemos que la mayoría del congreso renovará su banca. Entonces sin importar quien gane se verá en la necesidad de buscar aliados en un legislativo donde por ahora no tienen tantos “amigos”.

CAROLINA SOARES: El momento es muy critico y se nota la tensión de la población. Ahora mismo el futuro es muy pesimista. Es difícil prever la reacción que los brasileños tendrán ante dos resultados, pero no creo que habrá un intento de unión entre quien es contra y a favor de Bolsonaro. Creo que seguiremos en una población dividida, y que aun nos costará encontrar un punto común por lo cual valga la pena luchar.

 

Luciana Panke posee estudios postdoctorales en Comunicación Política por la Universidad Autónoma Metropolitana-México (UAM-Cuajimalpa) y es doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universidade de São Paulo. Conferencista internacional y consultora. Profesora de la Universidade Federal do Paraná y líder del Grupo de Investigación “Comunicación Electoral”. (@lupanke)

Luis Tejero es asociado de MAS Consulting y autor de La construcción de una presidenta, sobre el Brasil de Lula y Dilma. Antes fue corresponsal de El Mundo en Río de Janeiro. (@LuisTejero)

Gonzalo Inchauspe es Licenciado en Ciencia Política de la Universidad Católica Argentina y Magister en Comunicación y Marketing Político (TP) en la Universidad de Alcalá de Henares. Analista político en diferentes medios digitales (@Inchauspegm).

Alvaro Ribadeneira es Licenciado en Ciencia Política de la Universidad Católica Argentina y consultor político con 8 años de experiencia en la región, donde trabaja para clientes de Argentina, Paraguay, Brasil y Ecuador, en la consultora Duran Barba & Asociados (@alvaroriba).

Carolina Soares estudió Relaciones Publicas y Comunicación Corporativa. Trabaja en Designit, una consultora de Diseño estratégico. (@dagaroa)

– Entrevista realizada por Gonzalo Inchauspe –