Malvinas: la campaña permanente argentina

El pasado viernes tuvo lugar un nuevo Beers&Politics, donde contamos con la participación de Sebastián Bertrán Lamas, consultor político y autor del blog “Comunicar es lo que cuenta”, y a quien agradecemos su presencia. Os paso su resumen, que es bastante breve teniendo en cuenta todo lo que dijo:

Entender la problemática de las islas Malvinas, por fuera de la compleja relación entre Buenos Aires y Londres, es cuanto menos un poco fuera de contexto. Nos invaden, nos prestan dinero. Son nuestros primeros compradores de materias primas y a su vez, son los que nos recuerdan la constante necesidad de dependencia económica. Buenos Aires ha vivido bajo el velo del modelo inglés hasta bien entrado los albores del Peronismo en la Argentina del siglo XX.

Desde la “Usurpación o desde el “Poblamiento” de 1833, Argentina ha comenzado invariablemente la reivindicación y el reclamo inaugurando “La campaña permanente” acerca de su soberanía sobre dichos territorios.

Si bien, podemos detectar cierta repetición del reclamo, no podemos decir lo mismo acerca de su intensidad, del modo en que ha sido realizado y, sobre todo, de la sistematicidad de los mismos en los sucesivos gobiernos. Y esto, solo puede se explicado a raíz de los factores internos de desarrollo y consolidación del Estado/Nación. Mientras algunos gobiernos creyeron en el modo bélico, otros creyeron en la negociación pacifica. Entre estos últimos, algunos apenas cumplieron con el formalismo de la presentación de la queja y miraron al lado en plena ocupación de otros territorios. Muchos desplegaron la política de seducción a los Kelpers (habitantes de las Malvinas) y otros, bajo el principio de autonomía rechazan cualquier política que no sea la del reconocimiento absoluto a la legitima pretensión soberana.

Pero ¿qué factores pueden explicar el recrudecimiento entre las relaciones anglo-argentinas, en la configuración más álgida de la campaña permanente desde la visión argentina?

1)    Decisión política de Kirchner: en anular el alineamiento automático y consagrar la Autonomía.
2)    Hegemonía interna Kirchnerista: probablemente CFK sea la presidente con más apoyo y poder legal que haya existido en toda la historia democrática argentina.
3)    Contexto Internacional favorable en América Latina: No solo en lo económico,  sino cada vez mas en lo político (BRIC –G-20, etc.)
4)    UNASUR: La política de revaporización del MERCOSUR y de no pertenencia al ALCA, permiten menguar la estrategia de negociación británica con los actores, a la vez que regionalizar el conflicto Malvinas a partir de la toma de conciencia regional.

Conclusión:

 

A raíz de la pronta conmemoración del 30 aniversario, estamos en presencia de una campaña permanente que encuentra su sustento jurídico en la consagración imprescriptible en la Constitución Argentina. Estos mensajes políticos son fruto de una estrategia y decisión política, que no quitan que puedan ser interpretados como una variante del populismo. Pero aunque así fuera, no podríamos esgrimir que fuera algo nuevo o desconocido. El Peronismo es populismo en todas sus acepciones y Malvinas no esta exento de ello. Si el Kirchnerismo  implementó la causa de “memoria, verdad y justicia” como política de estado, no hay duda de que democracia y soberanía en las Malvinas también lo sea. Distinto es analizar la efectividad de la misma y los alcances reales que estas tengan sobre las pretensiones de recuperarlas.

Entender el complejo fenómeno implica aceptar que la entrega del territorio de las islas nos muestra lo endeble que somos frente al ataque de una potencia extranjera. Y aquí es donde nos encontramos en un callejón sin salida. En la impotencia de quien quiere recuperarlas y no puede, no le dejan o no sabe como hacerlo y, sin el intento de recupero: caeríamos fácilmente en el acuse de antipatria.

Aunque en realidad les afecta por importantes motivos: recursos naturales, explotación de las aguas, turismo y los grados de latitud (que son los que otorgan derecho al reclamo del suelo antártico), muy pocos argentinos las conocen y a muy pocos les afecta en la vida real no disponer de las islas. Sin embargo, gracias a la educación en la escuela, están enclavadas como una herida abierta en nuestro profundo complejo que nos recuerda como nación la incapacidad de garantizar la soberanía sobre nuestro territorio nacional.

Pero y si embargo, parafraseando a George Lakoff diciendo que: “cuando los hechos desmienten el marco conceptual, la gente descarta los hechos y mantiene los marcos”. Las Malvinas, como el mate, Maradona, la carne y el tango, se afirman que fueron, son y serán argentinas.