ANDREA DI SANTO
“Las masas nunca han estado sedientas por la verdad. Quien les provea de ilusiones será su amo.”
Gustav Le Bon, lo sabemos, ha sido bastante duro con las masas. Su «Psicología de las masas» desarrolla una serie de reflexiones sobre las oportunidades de control de las masas por parte del político que, al parecer, inspiró la propaganda de dictadores del calibre de Benito Mussolini y Adolf Hitler. Además, el breve volumen del antropólogo francés está en la mesita de noche de muchos consultores y estrategas electorales. Con razón.
Aunque también ha pasado por la mía, y sin menoscabo de su relevancia para el estudio de las masas y su comportamiento, considero que la de Lebon es una «Biblia a mitad», ya que – considerándolo como un átomo víctima del poder de la persuasión de su «guía», el político – deja de lado al sujeto (por tanto, no objeto) que constituye la masa (para él un rebaño), es decir, el individuo. Pero quizás la razón sea simple: hace más de un siglo Le Bon no podría haber imaginado el mundo del hiperindividualismo de las redes sociales, del metaverso y de la comunicación política en Minecraft[1].
En cambio, puede ser que haya imaginado el remake de Macron vs Le Pen en las elecciones presidenciales de su Francia en el 2022. La “batalla final” del 24 de abril – con toda probabilidad lo será si Le Pen volviera a perder – está, en pleno estilo «Netflix Politics[2]«, entrando en las narrativas mediáticas por la gran recuperación de la candidata de Rassemblement National.[3]
Ya hablaba aquí del reposicionamiento de Marine Le Pen[4], pero es bueno subrayarlo nuevamente e integrar un análisis más profundo para entender cómo se produjo la remontada. En mi opinión, sin embargo, pero sobre todo según todas las encuestas, el presidente saliente es el favorito y ganará. Intentaré explicar por qué.
La gran ilusión de Le Pen
Entonces, ¿por qué la cita de Lebon? Porque lo de Marine Le Pen fue una ilusión tan bien investigada que se convirtió en verdad. Al menos para la primera vuelta, la “Révolution” moderada de la hija del fundador del Frente Nacional irrumpió en un sector del electorado menos proclive a las posiciones historicas de Le Pen. Así como el reposicionamiento se vio favorecido por la aparición – y la repentina desaparición – de un candidato aún más a la derecha del MLP, Eric Zemmour.
El mismo slogan de su campaña, «Femme d’Etat», debe entenderse como un intento de imponerse, de una manera completamente inesperada – usando sus palabras[5] – como la «Presidente de todo el pueblo francés». Inimaginable hasta hace unos meses. Una primera vuelta con tonos bajos que sin embargo favoreció la remontada con algunos «juegos de contraste» y diferenciación con la campaña de Macron, superándolo en un espacio a veces poco considerado por la comunicación política moderna (a favor de lo digital): la campaña “de tierra”. Mientras Le Pen hablaba en los mercados, Macron estuvo «ausente sin permiso» en el «frente» de la campaña electoral interna, mostrándose al «estilo Zelensky» con sudaderas verde militar y barba despeinada. Todo esto, unido a una estrategia de humanización de la candidata, que se entregó a varios diarios franceses para entrevistas sobre su vida privada e incluso hablando por primera vez de la relación con su padre, hizo que Macron pareciera distante y en algunos un «intocable».
Llegando otra vez a la segunda vuelta (algo que él no ha conseguido), Marine Le Pen ha triunfado en la difícil empresa «freudiana» de matar – al menos a nivel mediático – a su padre, pasando de ser «la hija de Jean-Marie Le Pen» a convertir a Jean-Marie en «el padre de Marine». Chapeau.
Para la segunda vuelta – que como dice Antoni-Gutiérrez Rubi es «una elección aparte»[6] – la estrategia de campaña del líder de Rassemblement National probablemente se centrará aún más en una diferenciación con el objetivo de captar los votos anti-Macron. Ya parece haber comenzado por este camino:
La “misión” de la campaña de Le Pen, en mi opinión, si quiere tener alguna esperanza de éxito (actualmente escasa), debe convertir la segunda vuelta en un referéndum sobre Macron.
Candidato-Presidente, y al revés.
La repetición de la segunda vuelta de 2017 confirma que en Francia la brecha entre izquierda y derecha ya no es relevante y ha sido reemplazada por un contraste entre un bloque mayoritario proeuropeo abierto al mundo exterior por un lado y nacionalistas por el otro.
La «no campaña» de Macron en la primera ronda debe leerse en este sentido: el incumbent ha adoptado lo que los expertos llaman la «The Rose Garden Strategy», tratando de mostrar una imagen presidencial y de bandera (francesa y europea), pero a menudo “quedándose” en el Palacio. Sin embargo, como ya hemos dicho, sacrificó la campaña de tierra, algo muy importante por los franceses (y no solo), que quieren «tocar» al candidato en la campaña electoral.
El único evento importante de la primera vuelta de la campaña de Macron se llevó a cabo en el Défense Arena de París el sábado antes de las elecciones, pero el «grand rally in Obama-style» – dice un artículo en Politico[7] – «debería haber sido el clímax de su campaña pero no ha cambiado nada. No entregó el mensaje que habría cerrado la contienda». Not yet, añadiría.
La primera vuelta de la campaña de Macron fue sobre todo basada en una estrategia que intentaba proyectarlo como el padre protector que Francia necesita en los meses de la guerra en Ucrania y el único «adecuado» para » contestar el móvil» para hablar con Putin. Esto, sin embargo, lo hizo sentir poco familiar, y no pudo crear una conexión íntima con el electorado.
En resumen, mientras Le Pen estaba en los mercados hablando de pan y mantequilla, Macron estaba hablando del futuro del mundo. Nuevamente, la primera vuelta de Macron tomó la forma de una campaña del presidente, no del candidato. Y eso cambiará en la segunda vuelta. Hitos de su campaña: todavía en pleno estilo Netflix, la campaña de Macron ha estrenado una «serie de televisión» sobre la vida del candidato, hasta la fecha en seis episodios[8]. Una producción admirable para ser estudiada, que sin embargo no tuvo el éxito esperado: “We only look at a lonely Macron, with no heavyweights around him, no team but just a few advisers … He’s tired, coughing, even when he comes for the first time to his HQ, we feel a kind of atmosphere of boredom, people are in suits, grimacing” (ibidem).
En cuanto a la estrategia digital, para cerrar, Macron fue penalizado al no poder utilizar su cuenta de presidente para la campaña. Tras una denuncia de la Commission de contrôle de la campagne électorale (CNCCEP)[9], la campaña de Macron tuvo que utilizar una cuenta creada desde cero (avec-vous), centrándose en una estrategia digital descentralizada, con la participación de influencers[10] y, sobre todo, de la base electoral.
La coalición del Citoyennes Ensemble, los propios ciudadanos han sido y serán los protagonistas de la campaña de Macron, con un fuerte llamado (tanto visual como sustancial) a la generación Mitterand de la campaña del presidente de «La Force Tranquille». Movilización.
La revelación Mélenchon
Después de haber tocado la segunda vuelta en 2017 con el 19,5% de los votos en la primera vuelta, Mélenchon se ha clasificado otra vez en tercera posición, esta vez con el 22%, y su campaña fue la revelación en el panorama del marketing político francés en esta primera vuelta: a través de una organización capilar, la campaña ha dado vida a eventos de masa inmersivos y en realidad aumentada, con el uso de los hologramas ya propuestos en 2017.
En términos de posicionamiento, el de Mélenchon surgió como un populismo de izquierda que buscaba rehabilitar la izquierda francesa post-Hollande. Lo hizo a través de fuertes referencias a los conceptos de la “gauche” francesa del PCF y el PSF, ocupando el campo semántico: «el futuro en común» era el programa «por la unión popular» (el movimiento que lo apoyaba) y el manifiesto de campaña rezaba el lema «otro mundo es posible». Una campaña que hay que estudiar, por estructura e innovación en el uso de los medios; y un electorado, el de Mélenchon, que será decisivo para la segunda vuelta.
Quien ganará?
El «éxito» electoral de la primera vuelta que se ha intentado motivar con el moderado reposicionamiento de Marine Le Pen está atemorizando a la opinión pública europea y mundial. La líder de ultraderecha, porque lo sigue siendo[11], ha entendido que – en el mundo de la pandemia de la Covid-19 y la guerra de Ucrania – se gana en el centro.
En mi opinión, los “expertos” europeos y occidentales tronaron en vano: la recuperación sobre Macron quedará relegada a la primera vuelta y la gran ilusión de Marine Le Pen se pondrá de manifiesto en el enfrentamiento con Macron. Y los franceses, en la elección fundamental entre el original y el falso (la ilusión, de hecho), elegirán el original. Como europeísta convencido, espero que no se me contradiga.
Andrea Di Santo (1994) es un consultor político italiano de formación española, orgulloso de ambos. Es Master en Marketing Político y Campañas Electorales del Cescompol de la Universidad de Alcalá de Henares (@mrjackdisanto)
[1]https://www.pcgamer.com/french-president-emmanuel-macrons-reelection-campaign-has-its-own-minecraft-server/
[2] https://www.amazon.it/Politica-Netflix-lagenda-nellera-social/dp/8894674002
[3] https://graphics.reuters.com/FRANCE-ELECTION/POLLS/zjvqkomzlvx/
[4]https://www.politicamenteincoerenti.it/comunicazione-politica/presidenziali-francesi-analisi-comunicazione-politica/
[5] https://www.ouest-france.fr/elections/presidentielle/video-presidentielle-marine-le-pen-assure-qu-elle-sera-la-presidente-de-tous-les-francais-35209535-9fe1-4369-900f-20c8d3873479
[6] https://www.lavanguardia.com/opinion/20220414/8198027/segunda-vuelta.html
[7] https://www.politico.eu/article/macron-campaign-problem-president-no-candidate/
[8] https://www.youtube.com/playlist?list=PLOitQA7zrTQXWoKZ5a-DcUOtvO3yV4AbS
[9]https://www.tf1info.fr/politique/presidentielle-2022-le-candidat-emmanuel-macron-prie-de-ne-plus-faire-campagne-avec-son-compte-twitter-de-president-par-la-cnccep-2213240.html
[10] https://www.lanouvellerepublique.fr/a-la-une/presidentielle-2022-vue-du-web-14-emmanuel-macron-le-net-plus-candidat
[11] https://www.lemonde.fr/election-presidentielle-2022/article/2022/03/31/presidentielle-2022-derriere-la-normalisation-de-marine-le-pen-un-projet-qui-reste-d-extreme-droite_6119942_6059010.html