JORGE GONZALEZ ORÉ
Los discursos políticos tienen como objetivo la difusión de mensajes con fines persuasivos, pues buscan provocar en los receptores los efectos previamente concebidos por el emisor. Por eso su elaboración así como su puesta en escena necesitan de una mayor participación por parte de los que nos dedicamos a la comunicación política como una actividad profesional. Más aun, cuando podemos afirmar que en nuestra civilización occidental las estructuras de poder están construidas bajo los cimientos del lenguaje.
Pero, ¿cuáles son esas claves del discurso político? Aquí les presentó las diez claves que -en mi opinión- debemos tener muy en cuenta para la elaboración profesional de un discurso político:
- Escribir para el oído no es lo mismo que escribir para los ojos: estamos acostumbrados a escribir para ser leídos (sea una tarea del colegio, un ensayo en la universidad o un informe en el trabajo). De alguna manera hemos codificado nuestra escritura para que sea leída no escuchada. Y es que una escritura para los oídos debe respetar otro tipo de formato. De hecho, hay profesionales que se dedican a eso, los llamados logógrafos (aunque la RAE aún no acepte formalmente esta palabra), speechwriter o ghost writer.
Ahora bien, ¿qué implica escribir para los oídos?
- Palabras cortas: si en tu discurso la mayoría de palabras tiene cuatro o más sílabas, es muy probable que el traslado de tu mensaje se dificulte. Rememora algunos discursos célebres y verás que sus frases más fuertes e impactantes estuvieron compuestas por palabras con pocas sílabas “Yes, we can” “I have a dream”.
- Oraciones cortas: más de dos o tres comas en una oración denotan una estructura más bien compleja que dificulta la trasmisión del mensaje a nivel auditivo.
- Sé específico: evita en la medida de lo posible el uso de palabras a las que se les pueda atribuir fácilmente más de un significado, no dejes abierta la posibilidad para más de una interpretación a tu mensaje.
- Usa palabras elocuentes: que apelen a los sentidos de tu audiencia.
- Evita las conjugaciones del verbo “ser” y “estar”: su uso le resta fuerza a la enunciación por la pasividad sonora en las conjugaciones. Esto se explica mejor con un ejemplo: “Es un hecho que Rajoy es candidato” / “Rajoy anunció su candidatura”
- El “qué” y “para qué”: es obligatorio hacerte estas dos preguntas antes del discurso. Es necesario saber específicamente sobre qué tema se abordará el discurso y con qué finalidad. De no tener claras las respuestas a estas preguntas previas, es mejor no exponerse de manera innecesaria a los medios además de no faltarle el respeto a tus electores o ciudadanos.
En un discurso se deberá tener claro cuál es el mensaje a trasladar y a su vez priorizar que no sean muchos (preferiblemente no más de 3 pues sino entramos al campo de la distorsión o confusión) pero que tampoco sea hablar al aire sin trasladar efectivamente ningún mensaje.
- Doble Auditorio (directo-indirecto): un discurso se escribe tanto para los que están en tu auditorio directo (presentes en el lugar y momento en que se da el discurso), como también con una lógica cercana a la de los medios de comunicación para que sean estos los que recojan tus mensajes y logren masificar su traslado. Es decir un buen discurso deberá atender tanto a su auditorio directo como indirecto.
- Es un trabajo manual: los discursos no son como los productos en serie que produce una fábrica, todo lo contrario pertenecen a un momento exacto y representan los valores, aspiraciones y temores de un auditorio y contexto concreto en el que se da.
- Son un traje a medida: así como efectivamente pertenece a un contexto exacto, también debe estar completamente ligado al emisor que lo expresará. Al escribir un discurso, el logógrafo tiene muy en cuenta al político que lo dirá. De hecho, los speechwriter suelen desarrollar una relación muy cercana con el político para quien escriben los discursos, esto con el ánimo de poder entender tanto sus razones como emociones y así poder ayudarlos de manera eficiente a trasladar sus mensajes. En resumen, un discurso escrito para Barack Obama no puede ser utilizado por Donald Trump, pues ellos representan valores, posiciones y proyectos políticos distintos.
- Tomar en cuenta la organización que se representa: los discursos deberán apoyarse y tomar como sustento los valores que representa el partido en que milita el político o la institución de la que es responsable. En este punto de lo que se trata es de no abrir fisuras con relación al proyecto político del que se es parte.
- Escenificación del discurso: la puesta en escena es lo que le da veracidad y credibilidad al discurso. Tenemos que tomar en cuenta no solo lo escrito, sino preocuparnos porque el lenguaje no verbal y paraverbal sirvan de sustento para la alocución.
- Uso de figuras retóricas: los elementos retóricos son muy necesarios en los discursos y aunque usamos muchos de ellos sin saberlo, es necesario entrenarse en su uso. Las figuras más usadas son la metáfora, así como la anáfora que implica la repetición de la misma palabra o frase al comienzo de cada oración (como el “puedo prometer y prometo” de Adolfo Suárez) y su versión al final de la oración es la epífora. Otro de las figuras discursivas de mayor impacto son las llamadas triadas que son frases con tres elementos o ideas que dan un ritmo agradable al discurso. También hay las menos conocidas como las conduplicaciones, aliteraciones, etc. En todo caso, de lo que se trata es de conocer las múltiples opciones que te da la retórica e intensificar su utilización.
- Requiere investigación: elaborar un discurso demanda una rigurosa pesquisa de información sobre el tema que se va a tratar, el trabajo del logógrafo implica una constante búsqueda de fuentes sobre los cuales construir los argumentos que resguardan a nuestros mensajes.
- Practicar, practicar y practicar: el éxito final de un discurso tiene mucho que ver con la constante práctica y repaso que se haga por parte del orador pues es él o ella quien dará vida al discurso escrito.
JORGE GONZÁLEZ ORÉ (@jgonzalesore) es consultor en comunicación política, con experiencia en campañas electorales a nivel subnacional en el Perú y en España (elecciones autonómicas y municipales 2015). Experto en elaboración de discursos, argumentarios, preparación de debates y -en general- todo lo relacionado con el mensaje político.
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Este es un resumen de su ponencia en el encuentro Beers&Politics de Lima, en 2016