Ganar desde lo local

ALFREDO DÁVALOS

Estamos a un poco menos de un año de las elecciones seccionales que se celebrarán en el Ecuador durante el mes de marzo de 2019, dicha elección contará con algunos elementos en juego que valdría la pena analizar. La mayoría de los alcaldes que aspiran a la reelección hoy tienen un panorama complicado puesto que muchos de ellos, así como sus organizaciones políticas, han estado envueltos en distintos casos de corrupción, nepotismo, peleas internas y desafiliaciones de sus principales líderes. Todo esto además se suma al no cumplimiento en muchos casos de sus ofertas de campaña y planes de gobierno, así como al no haber realizado una buena gestión. Distintos estudios de opinión señalan, por ejemplo, que uno de los principales aspectos que reclama permanentemente la ciudadanía de sus autoridades es “la falta de liderazgo y la toma decisiones”, algo que en el argot latinoamericano conocemos a través de la famosa frase de “Falta de pantalones”.

 

¿Por qué la historia siempre se repite?

Gobernar desde lo local requiere una escucha permanente de los problemas y preocupaciones de la gente, poder interactuar con la ciudadanía, empoderarla y sobre todo hacerla parte de muchas de las decisiones o proyectos de la ciudad. Lamentablemente, la gran mayoría de autoridades terminan por darle la espalda a la ciudadanía, ignorando por completo las distintas voces y a sus distintos actores. Además, se vuelven incapaces de incorporar dentro de su gestión diversos mecanismos de democracia directa y participación ciudadana, convirtiendo al verdadero concepto de gobierno abierto en una moda, porque en la práctica lo menos que existe es una verdadera transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades.

Los alcaldes se olvidan de que gobernar es también comunicar, pero no solo a través de la publicidad. Comunicar es escuchar, interactuar y diseñar estrategias siempre desde la perspectiva de la gente. Como diría Mario Riorda, “la campaña es permanente”, razón por la cual, la comunicación tanto interna así como externa debe ser vista como uno de los principales y fundamentales pilares en donde debe sustentarse toda gestión local. Las grandes ideas deben ser estratégicas no publicitarias.

Gobernar desde la improvisación, las ocurrencias y lo visceral son algunos aspectos que terminarán también por pasarles la factura a distintas autoridades durante las próximas elecciones, por ejemplo, cuando les han estallado algunas crisis. Lamentablemente, seguimos viendo que en la gran mayoría de los casos el manejo no se hace de una forma técnica ni de manera profesional. La información difundida, por lo general, sigue siendo a medias o incompleta. Esto genera siempre una mayor incertidumbre en la ciudadanía, pues carece de fuentes y datos oficiales.

También algo que se ha vuelto muy común con nuestros líderes políticos es la falta de entereza y el carácter para asumir su responsabilidad para destituir o enjuiciar a los responsables de algún hecho grave o delito, aunque incluso estos sean parte de su mismo equipo o bancada. A todo esto podemos también agregar que muchas autoridades, cegadas por lo visceral, gobiernan pensando siempre en sus adversarios y se olvidan de que lo más importante es la gente. Además, en el afán de satisfacer su ego, cuando existe una encuesta en línea a través de algún importante medio de comunicación, obligan a la mayoría de su equipo y funcionarios para que creen distintas cuentas falsas para que voten varias veces por ellos y así al final del día sentirse los ganadores por haber aplastado de manera contundente a sus más acérrimos rivales, sin entender que lo único que están haciendo es auto engañándose a sí mismos.

El equipo termina por jugar un papel fundamental alrededor de la propia autoridad. Muchas de las grandes complicaciones en las que hoy se encuentran la mayoría de alcaldes, están relacionadas con el no contar con equipos que tengan experiencia en la función pública, pero sobre todo que cuenten con una verdadera visión política y estratégica. Muchos de ellos son grandes técnicos o académicos, pero al final siempre terminan devorados por la vorágine o realidad política. Además, por lo general, siempre sucede que el equipo cercano de todo líder político se convierte rápidamente en los tan famosos “Alejos”, aquellos que con sus consejos vuelven a los políticos bien pendejos, porque falsean los propios datos de los distintos estudios de opinión. Además son incapaces de contradecir o hablar con la verdad a la autoridad, así que estos personajes terminan por alejarla de la realidad y por ponerle una venda en los ojos que no le permite ver más allá del propio círculo rojo.

 

Una difícil encrucijada

La mayoría de las autoridades que buscan la reelección, además de lidiar con sus problemáticas por la falta de gestión y liderazgo, hoy se enfrentan a una difícil coyuntura política en donde Ecuador enfrenta graves y muy críticos problemas en temas relacionados con la inseguridad, la corrupción en distintas esferas del poder, pero sobre todo un profundo descrédito e incredulidad de la ciudadanía hacia los políticos, las instituciones y sus propias organizaciones partidistas. Por ejemplo, si el presidente Lenín quisiera contar con una mayoría de alcaldes y prefectos, debería de apoyarlos no desde el hoy tan criticado y desgastado Movimiento País, sino desde distintas coaliciones o alianzas con diferentes organizaciones políticas encabezadas por líderes locales queridos y conocidos y con bastante experiencia política.

Pero la encrucijada no sólo está en ganar la próxima elección, sino en cómo lograr gobernar y mantener el respaldo público durante la próxima gestión, y es en este escenario en donde debe cambiar nuestra lógica y visión política, porque hoy el poder radica en lo local. Un país se desarrolla y crece desde sus propias ciudades y su gente. Hay que pensar en la creación de distintas redes de ciudades y gobiernos locales, tal y como lo plantea Toni Puig, cuyos ejes principales deben ser siempre la colaboración y el trabajo en equipo con la gente, pero sobre todo con todas y cada una de las autoridades. La conversación y el diálogo permanente, la participación y el empoderamiento ciudadano, solo así un gobierno nacional puede ganar y fortalecerse desde lo local.

 

Alfredo Dávalos es Consultor político y presidente de ALaCoP (@Adavaloslopez)

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