Enrique Guillén fue Catedrático de Enseñanza Secundaria hasta 2018 y desde entonces, docente en la Universidad de la Experiencia de Zaragoza. También, profesor de Crítica Literaria y Lengua Española en la Universidad de Zaragoza los cursos 1977-78 y 1978-79. Director y profesor del Máster Oficial en Marketing y Comunicación Corporativa de la Universidad San Jorge los cursos 2007-08 y 2008-09. Ha sido director de Comunicación del Gobierno de Aragón (1991-93). Director de los gabinetes de prensa de la Diputación Provincial de Zaragoza (1986-87) y de la Dirección Provincial de Educación de Zaragoza (1987-91). Jefe de la Oficina del Portavoz del Gobierno de Aragón desde 1999 a 2011.
Nos vimos en El Rinconete (Calle Bilbao, 13, 50004 Zaragoza).
Este es el resumen:
Jueves por la tarde en El Rinconete, ese bar zaragozano que ya tiene un espacio reservado para los ‘beers’. Desde la pandemia no celebrábamos uno de estos encuentros en la ciudad del cierzo, así que había ganas y más conociendo al invitado estrella: Enrique Guillén.
Si eres de Aragón y te apasiona la política, conoces a Enrique Guillén. De muchos ha sido ese profesor que te invita a pensar más allá, otros han aprendido de él “las cosas de gobierno” y también están quienes han compartido burladero con Guillén en la arena política. Tanto unos como otros, todos, llegaron a El Rinconete con las expectativas bien altas. Y se superaron, vaya si se superaron.
“Las encuestas condicionaban hace unos años las campañas electorales y la actividad de los partidos políticos mucho más de lo que lo hacen ahora, quizá porque están proliferando demasiado y han perdido credibilidad”, señaló el experto ante un destacado número de asistentes a este Beers&Politics. “Las encuestas dan pautas para que un partido pueda trabajar con ellas, si se saben desbrozar y analizar”, subrayó, “los datos directos dan pistas que muchas veces no coinciden con los titulares de quienes las publican y abren la puerta a estrategias de gestión política y comunicación, para atacar y defender”. Para Enrique Guillén, “lo más complejo es cómo traducir los datos de intención de voto en estimación de voto: muchas veces, pretender saber cómo se ha trasladado un dato a otro es como querer conocer la fórmula de la Coca Cola”.
Traduciendo todas estas reservas a la realidad actual y la previsión de cómo serán los resultados en las elecciones generales previstas para diciembre, Enrique Guillén advirtió de que “el principal problema del PSOE es su voto moderado, el menos ideologizado, que se ha podido asustar de la coalición de Gobierno PSOE-Podemos y sus pactos con Bildu y ERC”. “Sánchez gobierna pensando en los titulares de los medios, pero la decisión de voto cada vez depende más de otros factores, en especial la conversación social, lo que hablamos con los amigos o conocidos”, señaló Guillén, para quien “es normal que ahora haya más indecisos a la izquierda que a la derecha porque ese lado del electorado parece el más débil. Pero en 2019 ese problema lo tenía el centro derecha. Ya veremos qué pasa con ese voto, si se moviliza y hacia dónde”.
Le espiral del silencio, la ocultación de la intención de voto hasta el momento de la votación, fue otra cuestión que apuntó el invitado, quien señaló que “ahora se deja ver un anti-sanchismo galopante y, para que haya un cambio político, ayuda bastante que se vote “en contra de”, además de “a favor de”, pero puede haber no pocos sanchistas ocultos”, añadió. “La realidad no es algo objetivo e infalible, sino una construcción que producimos a partir de nuestra percepción, así que parece más fiable no confundir nuestros deseos con lo que va a ocurrir”.
Democracia demoscópica
“Las encuestas tienen muchos intereses cruzados: los de quien hace las encuestas, quien las encarga, quien las paga y quien las publica”, resumió Guillén. “Las encuestas no son los oráculos modernos, aunque a veces actúen igual. Pueden responder a algunas preguntas, pero no a todo, siempre dejan incógnitas. Ninguna de ellas predijo el Mayo de 1968 o el 15 M español. Los procesos sociales difícilmente pueden reducirse a datos”, opinó el profesor, quien sentención que “pese a esa limitación de los sondeos para conocer qué pasa en la sociedad, vivimos en una democracia muy demoscópica. Pero más que una expresión de calidad democrática, parecen parte de la moda populista que nos invade”.
“Las encuestas electorales no desglosan los datos por circunscripción electoral, aunque luego lo traducen así en escaños. En la valoración de los líderes no suelen identificar cómo ve a cada líder su propio votante, cuando tiene escasa utilidad conocer que te valoran muy alto o muy bajo electores que no te han votado ni te votarán; el peligro de las encuestas publicadas está en que funcionan como factoides porque su verdad o falsedad solo queda probado tiempo después en las votaciones, cuando ellas ya han hecho su trabajo propagandístico”, fueron otras reflexiones de Guillén.
Enrique Guillén expuso su presentación basada en una dilatada experiencia en docencia y comunicación institucional. Ha sido director de Comunicación del Gobierno de Aragón, director de los gabinetes de prensa de la Diputación Provincial de Zaragoza y de la Dirección Provincial de Educación de Zaragoza, y jefe de la Oficina del Portavoz del Gobierno de Aragón, así como director y profesor del Máster Oficial en Marketing y Comunicación Corporativa de la Universidad San Jorge. Guillén ha sido catedrático de Enseñanza Secundaria y, actualmente, docente en la Universidad de la Experiencia de Zaragoza. También ha sido profesor de Crítica Literaria y Lengua Española en la Universidad de Zaragoza.