El reto de las primarias

El pasado jueves, 13 de marzo, a las 20h, celebramos un nuevo Beers&Politics en Barcelona. El título fue «El reto de las primarias» y se trata de la segunda colaboración entre Beers&Politics, Cercle Gerrymandering y Politikon. Contamos con Berta Barbet, estudiante de doctorado en el departamento de Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Leicester y editora del Cercle Gerrymandering, y con Pablo Simón, Doctor en Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra y editor de Politikon.

Adjunto los resúmenes que ambos han colgado, tanto en El País como en el Cercle:

 

El reto de las primarias

PABLO SIMÓN

El estudio de la selección de candidatos en los partidos nunca ha sido algo sencillo. No en vano el primer gran libro que estudió el tema tenía como subtítulo El jardín secreto de la política. Si los partidos políticos ya son difícilmente comparables entre contextos (e incluso dentro de un país), no hay nada que guarden con más celo que las dinámicas informales por las que eligen a sus líderes.

Sin embargo, ello no quita a que se haya intentado clasificar los sistemas de elección de candidatos. Para ello normalmente se siguen tres criterios principales.

El primero es el grado de inclusión del selectorado, es decir, de la gente que elige al candidato o líder del partido. En un extremo están los sistemas menos inclusivos, en los cuáles el líder o un conjunto de élites son los que designan al candidato (por ejemplo, Forza Italia o Frente Nacional). En el otro extremo están los sistemas más inclusivos, en los cuales todos los votantes pueden participar de la elección (por ejemplo, el sistema de primarias abiertas de demócratas y republicanos en EEUU).

Entre estos dos polos existen tres sistemas diferentes: Los de primarias cerradas a los militantes (como casi todos los partidos en Finlandia), los de delegados en los congresos del partido (Como SPD o CDU) o los sistemas mixtos, en el cual los afiliados votan a los candidatos sobre la base de una propuesta realizada por los líderes (como el CDA en Países Bajos o el PS belga). Este último sistema es el más extendido en los países de Europa Occidental.

El segundo criterio es el nivel territorial más decisivo en la selección. En un extremo están aquellos casos en los que el partido a nivel central controla todo el proceso mientras que en el otro están aquellos exclusivamente controlados por las ramas locales/ regionales. Con frecuencia, ambos niveles participan en la selección, si bien uno de ellos suele tener la palabra final.

Aunque la regla general en Europa es que el nivel regional/ local sea el más fuerte, teniendo los cargos orgánicos estatales un rol consultivo, hay una cierta tendencia a concentrar el  poder en el nivel nacional. Esto ha sido especialmente así en los países del sur de Europa, donde los partidos suelen acercarse más a un modelo centralizado.

Finalmente, el tercer criterio es quién puede presentarse como candidato. En un extremo están aquellos sistemas que permiten que casi cualquier ciudadano lo haga (como pasa en EEUU) mientras que en el otro se encuentran aquellos que obligan a ser miembro de partido y cumplir algún tipo de requisito (en los modelos Westminster, tradicionalmente, ser diputado). El modelo más extendido es el que permite concurrir a cualquier militante sin requisito previo.

Este debate sobre el sistema de selección de candidatos es bastante pertinente dado que en España se están viendo ciertos cambios en ese sentido. Algunos partidos políticos ya tienen incorporadas desde su nacimiento las primarias de militantes (ICV, UPyD, ERC o Compromís) mientras que otros partidos las están adoptando más recientemente (PSC o PSOE) si bien optando por primarias abiertas a toda la ciudadanía.

¿Por qué se producen estos cambios hacia los modelos de primarias? Algunos autores han comentado que esto se da como reacción de los partidos a su sangría de militantes, como vía para reconectar con una ciudadanía cada vez más alejada de la política. Otros opinan que más bien se da por dinámicas internas, como reacción a derrotas electorales y compromiso interno.

La pregunta del millón es saber qué efecto y escenarios de futuro puede generar esta creciente apertura del selectorado, de las personas involucradas en la elección de candidatos. Y aunque el argumento es que las primarias pueden ser un impulso a la democracia interna dentro de los partidos, esto no siempre está tan claro.

En primer lugar, algunos autores han mostrado que un selectorado más inclusivo no garantiza que éste participe más y puede facilitar la rotación de militantes o la manipulación del proceso desde los cargos, democratizando en forma pero centralizando en el  fondo. En segundo lugar, a veces también puede generar problemas en términos de representación social ya que mujeres, jóvenes, minorías étnicas o perfiles sin experiencia tienen más difícil ganar primarias. Eso sin contar con la existencia de un reglamento interno que garantice un equilibrio en los recursos para competir.

Por último, siempre es complicado realizar un proceso de primarias importado de Estados Unidos cuando los partidos políticos y organizaciones tienen un peso tan importante en Europa. No solo es relevante el candidato, sino también las etiquetas de los partidos y que exista cierta coherencia ideológica entre el programa que trae el candidato y el de la organización. Unas primarias totalmente abiertas pueden hacer que el partido y sus cargos medios dejen de ser un contrapeso en favor de una organización más “bonapartista”.

Tender a una mayor inclusión en la selección del liderazgo es la regla en España  y parece que el temor de que la división en el partido pueda ser penalizado electoralmente es infundado, al menos a nivel local. Sin embargo, tan importante como ampliar la base de la elección es asegurarse de que todos los candidatos tienen equilibrio en la competición. Eso y no olvidar que más allá de elegir a los políticos lo que la gente tiene necesidad es de otra política. Algo que no se arregla (solo) con unas primarias.

 

El repte de les primàries: qui hi participa?

 

Berta Barbet

El passat dijous 13 vam organitzar la segona col·laboració entre el Cercle, Politikon i Beer and Politics, aquest cop per analitzar els reptes que suposen les primàries. Com que en Pablo va fer ja una presentación magistral (grupie mode off) on va repassar els grans temes a tenir en compte en unes primàries (aquí en podeu llegir un primer resum, i aquí li podeu demanar que l’expandeixi més), i tenint en compte que en aquest blog ja s’ha reflexionat en altres moments dels suposats efectes electorals de unes primàries (1, 2, 3), vaig decidir centrar la meva intervenció en el tema de la participación ciutadana. És a dir, qui participa en unes eleccions primàries i com ho fa.

Per fer-ho em vaig centrar de forma casi exclusiva en les dades obtingudes en el projecte de les universitat de Cagliari i Milan: Candidate and Leader Selection Group. Aquest projecte té el gran avantatge de que és un projecte que ha recollit informació sobre la gent que havia participat a les primàries amb enquestes a peu d’urna el dia de les votacions. Una informació que permet conèixer moltes coses sobre l’electorat d’aquests comicis. Concretament les enquestes es van fer durant les dues elecciones primàries que va celebrar el PD per escollir els seu líder de partit i candidat a les eleccions, els anys 2009 i 2012 respectivament. A més, també va aconseguir dades dels participants a les primàries organitzades pel escollir el candidat del partit socialista francés a la presidencia de la república el 2011 (tot i que les dades d’aquest segon projecte no es van recollir a peu d’urna sinó a posteriori gràcies als registres del partit i per tant la qualitat de la mostra està menys garantida) de forma que en alguns casos permet comparar si existeixen diferències entre països.

En els dos casos les eleccions van ser obertes a tots els ciutadans (en el cas francès es demanava que es firmés una declaració dient que l’elector compartia els valors i idees del partit), fet que evidentment fa que en moltes coses no siguin comparables amb altres tipus d’eleccions primàries, per exemple, tancades només a afiliats i membres del partit. A més, les dues van ser eleccions per escollir el candidat a un càrrec nacional de molta rellevància. El grup de recerca també va recollir en alguns casos dades sobre la participació en altres primàries fetes a nivell municipals. Tot i que en aquest cas no hi ha enquestes ni dades sobre les característiques personals dels participants en aquest tipus de comicis.

Un cop presentat el projecte, quines conclusions podem extreure d’aquestes dades?

1. Quanta gent va votar?

Definir el nivel de participació en unes eleccions primàries obertes és complicat perquè la definició de l’electorat sobre el que s’ha de calcular la participació no està definida. Per norma general s’acostuma a utilizar el % de participació sobre el total de vots que el partit havia rebut en les anteriors eleccions. En els casos de primàries tancades sovint s’utilitiza la dada més actual d’afiliació que tingui el partit.

En les primàries italianes de 2012 hi van votar fins a 3 milions de ciutadans (un 4,1% de la població italiana i un 20% dels votants del partit el 2008). A la segona volta aquest nombre va baixar als 2,8 milions ja que el reglament d’aquestes primàries només permetia que votéssin aquells que havien participat a la primera volta. Pel que fa a les primàries franceses van tenir una participació de 2,6 milions de habitants (4,12% de la població i un 15,29% dels electors del partit el 2007). Una participació que va pujar fins als 2,8 milions d’electors en la segona ronda.

Tot i això cal agafar les dades amb cautela perquè la participació a primàries pot variar molt. No només a nivells de regions també entre eleccions. A Itàlia per exemple la participació màxima en unes primàries municipals va ser el 189,8% del electors del partit i la mínima d’un 4,6%, sent 40,3% la participació mitjana.

En general, els nivells de participació gairebé sempre es situen per sota els nivells de participació en les eleccions normals i són molt més desiguals. .

Entre els factors que expliquen la variació en els nivells de participació entre els diferents territoris i els diferents comicis trobem alguns dels sospitosos habituals de la participació. És a dir, elements com el tamany del municipi o la densitat territorial afecten clarament la capacitat dels partits de mobilitzar als ciutadans de forma fàcil, i per tant acostumen a correlacionar amb els nivells de participació.  També el nivell de competitivitat del comici, si sembla que l’elecció estarà molt ajustada o si hi ha molts candidats amb opcions de guanyar, acostuma a tenir un efecte en els nivells de participació.

Per últim, elements relacionats amb la situació del partit com fins a quin punt té implentació en un territori o si hi ha un líder capaç de mobilitzar certs sectors (ja sigui perquè té influència fora del partit o perquè és de la regió, etc) també augmenten els nivells de participació.

2. Quin és el perfil dels electors?

Pel que fa al perfil dels electors de les eleccions nacionals trobem importants diferències entre els dos casos d’estudi (Itàlia i França). Per exemple, mentre que a Itàlia la diferència entre homes i dones va ser de més de 20 punts (41,4% dones, 58,6% homes) a França aquesta diferència va ser inexistent (50% dones- 49% homes). També pel que fa a l’edat a Itàlia van votar majoritàriament els majors de 55 anys, mentre que a França ho van fer sobretot els joves d’entre 25 i 44 anys. Aquestes diferències es poden deure a diferents elements, des de la composició de les bases dels partits,  la cultura democràtica o, perquè negar-ho, un problema amb el mostreig de l’enquesta francesa que es va fer de forma 100% aleatòria.

En el que sí que conicideixen les dues enquetes és en que els ciutadans que participen en aquestes elecciones tenen, en general, uns nivell d’educació força alts (un 41,4% dels italians i un 70,9% dels francesos que van participar a les eleccions tenien estudis superiors, mentre que només un 4,1% dels italians i un 3,0% dels francesos en tenia d’elementals). També els nivells d’interès per la política són molt elevats entre els participants (un 31,6% dels italians i un 40% dels francesos es declarava molt interessat en política i només un 1,8% dels italians i un 0,1% dels francesos que havien votat declarava no tenir gens de interès).

Pel que fa al perfil polític dels participants, en general les dues eleccions van aconseguir captar un alt percentatge de membres de fora del partit (un 92,2% dels votants de les franceses i un 77,5% de les italianes no n’era membre). Tot i que, en la gran majoria eren votants del partit (el 87,4% dels votants a les primàries italianes ja havia votat el PD en les anterirors eleccions). Al ser eleccions a partits socialistes i d’esquerra, la gran massa dels seus participants també venia d’aquest espai de l’espectre polític. Així, la gran majoria dels ciutadans en les dues eleccions es situaven al voltant del punt 3 de una escala de 1 a 10, i gairebé cap tenia una posició superior al 5. En el cas del PD hi ha un % no menyspreable de votants que es siutaven en l’extrem 1. Quelcom que s’explica segurament pel caràcter de coalició de les primàries que implicava que hi haguéssin candidats de partits més extrems que el PD en les primàries.

3. Com es vota?

En quan a la lògica que van seguir aquests ciutadans a l’hora de votar, les respostes a les enquestes deixen bastant clar que no només la proximitat ideològica és un factor important. De fet ni la meitat dels electors que es van enquestar ho van fer pel candidat que percebien més a prop (en aquest cas va destacar  l’electorat de Renzi, candidat molt moderat al que només el 30% dels seus votants consideraven el candidat més pròxim tot i haver-lo votat).

Existeix un segon element molt important i és fins a quin punt es pecep que el candidat és viable, pot guanyar les primàries, i té electorabilitat, és a dir, té opcions de guanyar les eleccions (fins a un 28% dels electors de Bersani i un 17,4% dels de Renzi ho van fer per motius estratègics d’aquest tipus).

En quan als motius especificats pels propis electors com a base del seu vot, les enquestes fetes a Itàlia el 2012 mostren com elements polítics com ara la representació dels propis valors polítics o les propostes fetes, van ser les motivacions de només un 27,2% dels electors. Les característiques del líder (característiques personals, trajectòria en la política, o la possibilitat de governar Itàlia i representar a Europa) d’un 34,4%. I els temes estratègics (renovar el partit, poder guanyar a la dreta en unes eleccions o votar contra un que t’agrada menys) van decidir el vot del 27,7%. Per últim veiem com les dreceres com el partit o els familars i amics van decantar el vot d’un 10,1%.

 

4. Fonts d’informació

En quan a les fonts d’informació que els enquestats van utilitzar per prendre la seva decisió veiem com els mitjans tradicionals com els diaris (23,7%) o la televisió i la radio (34,3%) segueixen tenint un rol molt predominant. Un element que cal tenir en compte doncs, ja que implica que aquests tinguin un gran poder a l’hora de donar visibilitat al procés i als seus diferents candidats, influint de forma molt clara en l’evolució del procés. Internet va ser la font utilitzada per un 12% dels votants. La resta va obtenir la informació a través de canals més personals com són el propi candidat (6%), el partit (14,5), els amics (3,7%) o la família (3,4%). És a dir, tot i que les primàries són en principi un exercici que hauria de facilitar la mobilització de base dels votants, el cert és que, almenys a nivell de primàries nacionals, aquestes fonts d’informació encara són molt marginals en comparació als tradicionals medis de informació.