El papel de la OMS ante el COVID-19

JUAN FERNANDO MILNE

En la mitad de abril  ya son más de 2 millones los infectados “oficiales” (subrayo las comillas) y desafortunadamente, más de 150 mil las pérdidas de vidas humanas. Esa es la situación actualmente, y los gobiernos y ciudadanos siguen enfrentándose a este enemigo invisible de distintas maneras. Cuando pase la tormenta, es cuando mejor podremos analizar quiénes lo hicieron bien y quiénes se equivocaron.

Hace 72 años, se creó la Organización Mundial de la Salud (OMS), como un organismo de las Naciones Unidas. “La salud de todos los pueblos es una condición fundamental para lograr la paz y la seguridad, y depende de la más amplia cooperación de las personas y de los Estados”. Esto es lo que dice textualmente el estatuto fundatorio de la institución. Se supone así que las funciones de este organismo deberían ir más allá de posturas políticas e ideales, al igual que las NNUU.

Al día de hoy, la OMS es presidida por el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus. Un político que en su país defendió las causas del Frente de Liberación Popular de Tigray, un partido marxista-leninista y socialista miembro actualmente del Frente Democrático Revolucionario de los Pueblos Etíopes (FDRPE) única fuerza política del país, la misma que ganó recientemente las elecciones con un escandaloso 100% de los votos. Este partido dirige al país desde el año 1991 y ocupan los 547 escaños que hay en la cámara de representantes. El señor Tedros, fungió durante esos años como Ministro de Salud y Ministro de Relaciones Exteriores antes de llegar a la silla máxima de la OMS. Enfatizo, su ideología no debería representar un problema, siempre y cuando no afecte su labor, lastimosamente los hechos al parecer demuestran todo lo contrario.

Intentemos ir de manera cronológica:

El 31 de diciembre del 2019, el Ministro de Exterior de Taiwán, advirtió del virus de Wuhan. Debido a su experiencia con la epidemia de SARS en 2003, Taiwán realizó un seguimiento atento de la información sobre el nuevo brote. Debido a esto, el gobierno mandó un correo electrónico al punto focal del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la OMS. El objetivo de Taiwán, era garantizar que todas las partes relevantes estuvieran alertas, ya que el brote ocurrió justo antes de las vacaciones de año nuevo, que por lo general significan enormes cantidades de personas transitando internacionalmente. Todos estos intentos de comunicación fueron ignorados por el organismo internacional de salud y en algunos casos incluso tachados de exagerados.

Taiwán se encuentra a unos 130 kilómetros de China continental, pero se ha declarado una nación independiente durante más de 70 años. Sin embargo, China se ha negado a reconocer la soberanía de Taiwán, y lucha constantemente para que vuelvan a estar bajo el control de Beijing. Curiosamente, desde el año 2017, Taiwán dejó de ser invitada a las reuniones técnicas de la OMS y actualmente, y a pesar de ser una de las naciones que mejor ha lidiado con el COVID-19,  no se le permite formar parte de los paneles globales para luchar contra el brote. Tedros Adhanom tomó posesión como presidente de la OMS en el 2017. ¿Coincidencia?

Realmente (y en esto nos culpo a todos), hemos normalizado a la dictadura China, pero no podemos olvidarnos de lo que es: una DICTADURA en todo el significado de la palabra. Cuba, Bielorrusia, Corea del Norte, entre otras, son los gobiernos autoritarios que seguimos criticando pero nos hemos acostumbrado a sonreír y voltear la mirada cuando a China se refiere. Y en esta oportunidad pareciera que la OMS se ha hincado ante la tiranía asiática.

En sintonía con el gobierno de Taiwán, con el cual tienen una buena relación, Singapur y Hong Kong iniciaron sus investigaciones y en los primeros días del mes de enero comenzaron a restringir a los ciudadanos provenientes de China continental. La OMS respondió, “no es necesario poner restricciones a los viajeros” y condenó públicamente las actuaciones de estos tres países. “La extensión a todos los pueblos de los beneficios de los conocimientos médicos, psicológicos y afines, son esenciales para alcanzar el más alto grado de salud”. Vuelvo a citar textualmente la carta de motivos de fundación de la OMS, otro precepto que al momento de actuar, quedó olvidado.

De igual forma, desde el mes de diciembre del 2019, Li Wenliang un oftalmólogo de 33 años advirtió acerca de los estragos del coronavirus. El 30 de diciembre del año pasado, este doctor a través de redes sociales advirtió a sus colegas para que utilizaran equipo médico de protección. Todo esto después de que él mismo se infectara al atender a una paciente. Fue arrestado en el mes de enero por la propagación de “falsos rumores” y sus redes sociales fueron bloqueadas. No obstante, y gracias a la notoriedad que había tenido su caso, el gobierno lo dejó en libertad. Desafortunadamente, a los pocos días, fue víctima del coronavirus que había contraído. Al día de hoy es considerado una especie de héroe nacional.

Ya existían varias acusaciones contra el gobierno de subestimar la gravedad del virus y de, inicialmente, intentar mantenerlo en secreto. La muerte de Li alimenta aún más esa sensación, y demuestra la falta de libertad de expresión en China.

Desgraciadamente, otros 7 doctores también fueron arrestados por la misma razón y, al no ser casos tan públicos, a la fecha siguen “desaparecidos”, por no decir otra cosa. Mientras todo esto ocurría a  finales de enero, la OMS visitó a China y elogió el actuar del gobierno de Xi Jiping “Realmente estamos orgullosos de las medidas de salud pública tomadas” palabras literales del presidente de la Organización Mundial de la Salud. El señor, Tedros Adhanom, también declaró, “Otra cosa importante es su comportamiento político y su liderazgo personal”. Déjenme abusar de mi condición de “millenial” y simplemente decir: WTF?

Este ataque sistemático no fue solamente en contra del cuerpo médico. Chen Quishi, un abogado y bloguero que estuvo durante 2 semanas documentando lo sucedido en Wuhan durante la cuarentena, sufrió las mismas consecuencias. “Tengo miedo, frente a mí el virus y detrás de mí el gobierno” esta fue una de sus últimas declaraciones antes de desaparecer el día 6 de febrero.

Cómo puede la OMS defender a un gobierno que persigue, censura, desaparece a profesionales de la salud y que además es acusada a nivel mundial de haber proporcionado cifras inciertas sobre la magnitud del virus. “Una opinión pública bien informada y una cooperación activa por parte del público son de importancia capital para el mejoramiento de la salud del pueblo”. Una vez más, cito textualmente la constitución de la OMS. ¿Será que alguna vez Tedros Adhanom se sentó a leerla?

Todo esto ha causado graves consecuencias que solamente se están tensionando con el paso del tiempo. Estados Unidos ya suspendió su aportación monetaria a la OMS, Emmanuel Macron, presidente de Francia, también criticó el actuar del organismo y exigió más multilateralismo. El Reino Unido, después de sentirse estafado al comprar por 20 millones de dólares 2 millones de pruebas defectuosas de China, también se unió a los reclamos en contra de la Organización Mundial de la Salud. España, también fue víctima de la compra de insumos que no cumplían con los estándares mínimos de calidad. Asimismo, el viceprimer ministro japonés, Aso Taro, apuntó al chino-centrismo de la OMS. Aso Taro, llegó a decir en su Parlamento que la organización debería llamarse “OCS por Organización China de la Salud”. Estamos viendo una clara división de posturas. Puede ser este el inicio de una nueva guerra de ideologías.

“Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros” al parecer Tedros Adhanom si leyó “La revolución de la Granja” de George Orwell, porque este es el único precepto que parece respetar y violenta los descritos en el estatuto de fundación de la OMS. Desde el inicio de la crisis la organización ha dado “trato especial” al gobierno de China y se olvidó de la autonomía e imparcialidad con la cual debe manejarse. Esto ha causado un conflicto de ideologías. Esta pandemia representa sin duda, un riesgo para todos por igual. Desde un inicio las ideologías debieron quedar de lado. Lastimosamente todo apunta a que la OMS es el epicentro de un nuevo conflicto de intereses. Para Tedros Adhanom todos los estados son iguales, pero… China es más igual que otros.

 

Juan Fernando Milne es venezolano. Abogado, consultor & analista en comunicación política (@Juanfe_8)