El Papa Francisco y las redes sociales

PARIS GRAU

El cristianismo es la religión de la palabra, tal y como dice san Juan en el primer capítulo de su Evangelio: “En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios, […] y la Palabra se hizo carne» (Jn 1,1.14). En griego se utiliza la palabra Logos, que sería no sólo palabra, sino también razón, argumentación, discurso.

Los cristianos deben difundir el mensaje de Jesús y es por ello que la comunicación será básica en toda la historia de esta religión (1): cartas, predicaciones, libros, estudios, creación de medios de comunicación propios y presencia en las redes sociales.

En el año 1963, dentro del periodo de trabajo del Concilio Vaticano II, el papa Pablo VI promulgó el Decreto “Inter Mirifica. Sobre los medios de comunicación social” (2), en el que se establece que la Iglesia Católica debe usar los medios de comunicación para transmitir su mensaje. Esta forma de entender los medios de comunicación, como meros canales a través de los cuales comunicar el Evangelio y no como un espacio en el que dialogar, producirá que, incluso en las redes sociales, las instituciones eclesiásticas lancen mensajes sin tener la intención de interactuar. Las redes sociales, y en especial Twitter, son la “cafetería de la plaza mayor, en términos digitales”, que dirá Marc Argemí (3).

La jerarquía de la Iglesia Católica ha emitido, y emite, grandes cantidades de información a través de sus páginas web, sus redes sociales, sus portavoces, a través de las homilías, o de otros canales. Una información que, en muchas ocasiones, ni los mismos fieles son capaces de entender y posteriormente aplicar en sus vidas; por lo tanto, más difícil lo tendrán, en un principio, todos aquellos que no profesen la fe católica. Llegados a este punto, se podría hablar de la existencia de una fuerte incomunicación entre la jerarquía católica y los fieles (4).

La presencia de El Vaticano y de su cabeza visible, el papa, en las redes sociales ha sido un camino largo.

 

  1. La llegada de Twitter al Vaticano

En el mes de diciembre del año 2012, el Pontífice Benedicto XVI, actualmente papa emérito, fue el primer papa en estar presente en la red social ​Twitter, con nueve perfiles Pontifex divididos por lenguas: español, latín, inglés, alemán, portugués, polaco, italiano, francés y árabe. Los tuits son los mismos en cada una de las cuentas, con la diferencia que en cada una de ellas se utiliza su idioma.

El primer mensaje que Benedicto XVI lanzó a las redes sociales, y qué decía «Queridos amigos, me uno a vosotros con alegría por medio de Twitter. Gracias por vuestra respuesta generosa. Os bendigo a todos de corazón» (5), consiguió 83.000 retweets i miles de me gusta, así como comentarios, tanto positivos como negativos. En el primer mes de presencia en la red social, los perfiles del Pontífice alcanzaron millones de seguidores.

Con la renuncia del papa Benedicto XVI, que tuvo lugar el 28 de febrero de 2013, todos los tuits publicados en las cuentas de Pontifex fueron eliminados. El 13 de marzo de ese año fue elegido el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como nuevo sucesor de Pedro. Cuatro días después llevaría a cabo su primera publicación en Twitter, y qué a la vez sería su primera aparición en redes sociales: «Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis rezando por mí. Papa Francisco» (6).

Antes de la llegada del perfil del papa, en el año 2011 se creó el perfil de news.va, un portal de noticias sobre la actividad del Santo Padre y todo aquello que sucede en el Estado del Vaticano. News.va está presente en 5 idiomas: inglés, español, italiano, francés y portugués. Cada uno de los perfiles publica, frecuentemente, noticias diferentes.

 

  1. La relación entre las redes sociales y el papa Francisco

La llegada del papa Francisco al Vaticano no supuso una ruptura con la práctica iniciada por su antecesor, en referencia a las redes sociales, sino que siguió y sigue publicando, normalmente un tuit al día, aunque en ocasiones más de uno y en otras ninguno.

Al igual que hizo Benedicto XVI, y tal y como hacen otros cardenales (Cardenal Lluís Sistach, Cardenal Carlos Osoro, Cardenal Robert Sarah o el Cardenal Gianfranco Ravasi, entre otros) , el papa Francisco usa Twitter como una vía más de difusión, y no como una plataforma de diálogo e interacción con los seguidores. Esta forma de actuar en redes sociales viene, tal y como se indicaba al principio, por la forma de concebir los medios de comunicación: meros canales de transmisión del mensaje evangélico; lo que podríamos llamar un púlpito digital.

A modo de curiosidad: antes de publicar cualquier mensaje en Twitter, el papa debe corregir, modificar o cambiar por completo la propuesta de su equipo de comunicación; y por último, debe firmarlo, en tanto que todo aquello que comunica el papa es considerado magisterio de la Iglesia.

Los mensajes lanzados desde las cuentas del papa son breves reflexiones, tal y como marca la plataforma, pero con la intención de llevar al seguidor a reflexionar sobre aquello que se considera importante para ese día u ocasión.

El uso de fotos, vídeos, hashtags, enlaces y menciones, es prácticamente nulo, por no decir inexistente. Como también los retuits o likes: ni uno.

Aún así, consigue tener gran cantidad de comparticiones, likes y comentarios por parte de sus seguidores. Unos seguidores que, sumando los que tiene en todas las cuentas, superan los 47 millones, situándose entre los perfiles con más seguidores del mundo. El perfil con más seguidores, en la actualidad, es el de lengua inglesa, con casi 18 millones de seguidores; en segundo lugar se encuentra el perfil en español, que tiene casi 17 millones. El resto de perfiles tienen un número muy menor de seguidores.

Cada uno de los nueve perfiles sigue a los otros ocho; pero no sigue, en ninguna de las cuentas, a otros perfiles de la Iglesia Católica o líderes religiosos o políticos mundiales.

La presencia de Francisco en Instagram llegó el 19 de marzo de 2016. Ese día publicó un tuit en el que informaba del inicio de ese nuevo camino en el mundo de la red social de la imagen. A través de la cuenta de Instagram, el papa cuelga fotografías y vídeos de celebraciones públicas y encuentros.

En esta red tiene casi 6 millones de seguidores, pero no sigue a ningún otro perfil. El total de publicaciones que ha llevado a cabo supera las 600. En todas y cada una de las publicaciones usa texto en siete idiomas: inglés, portugués, español, italiano, francés, polaco y alemán.

Una red en la que aún no se ha hecho presente es Facebook. La existencia de perfiles no oficiales puede suponer que “se pongan en boca del máximo dirigente de una Institución, como la Iglesia Catolica, palabras y mensajes que nunca pronunció, o sí pero en otro contexto, o cargados de buenismo como si fuera el nuevo Paulo Coelho.” (7)

 

  1. Conclusiones y reflexiones finales

El papa Francisco, sus sucesores y, posiblemente la Iglesia Católica en su conjunto, deben meditar qué tipo de presencia quieren en redes sociales. Hasta el momento la presencia mantenida ha sido de altavoz en formato texto en Twitter e imagen a través de Instagram. Se entiende que el perfil de papa no debe entrar a debatir con los usuarios que le escriben, pero sí que podría usar las redes sociales para mostrar su día a día, a través de vídeos cortos, fotografías, compartiendo mensajes de otros miembros de la Iglesia Católica o medios de comunicación propios o muy próximos a la Iglesia.

El papa Francisco ha concedido diferentes entrevistas a medios de comunicación, pero no se ha hecho eco a través de las redes sociales. Los perfiles en redes sociales podrían usarse para aproximar la figura del papa a los seguidores. Francisco es cercano en el offline, ¿por qué no serlo en el online?

Si el papa Francisco ha definido Internet como un don de Dios (8), y Monseñor Paul Tighe, que ayudó a desarrollar la presencia en redes sociales del Papa, ha instado a todos los sacerdotes del mundo a estar presentes en las redes sociales, (9) ¿por qué no aprovechar este don sacándole el máximo partido?

 

Paris Grau Garcerán es Politólogo y máster en comunicación política. Consultor en comunicación de empresas dedicadas a la transformación social. (@ParisGrau)

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Ver todo el monográfico 10: Vaticano, política y comunicación

 

 

Referencias

  1. http://www.redalyc.org/pdf/3050/305026706003.pdf
  2. http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19631204_inter-mirifica_sp.html
  3. Argemí, M. (2017) El sentido del rumor. Cuando las redes sociales ganan a las encuestas. Barcelona: Ediciones Península https://www.planetadelibros.com/libro-el-sentido-del-rumor/249067
  4. Duch, LL. (2012) Religión y comunicación. Barcelona: Fragmenta Editorial http://www.fragmenta.cat/ca/fragmentos/cataleg/fragmentos/151605
  5. https://www.abc.es/medios-redes/20121212/abci-twitter-papa-benedicto-tuit-201212120936.html
  6. https://www.abc.es/sociedad/20130317/abci-primer-tuit-papa-francisco-201303171333.html
  7. https://beersandpolitics.com/item/la-comunicacion-del-papa-francisco/
  8. https://www.infobae.com/america/mundo/2018/06/05/en-un-nuevo-video-el-papa-francisco-advirtio-sobre-los-riesgos-de-las-redes-sociales/
  9. https://www.voanoticias.com/a/experto-del-vaticano-insta-al-clero-a-aprovechar-las-redes-sociales/4647816.html