En Cataluña, los elementos reaccionarios del catalanismo, a menudo levantan la bandera de las reivindicaciones catalanas, en un sentido nacionalista. Y cuando más ruido hacen es en los momentos es cuando se produce un hecho social de resonancia, como si buscasen la intervención de las autoridades del Estado español para batir a los trabajadores catalanes. Nosotros, lo digo aquí en Madrid, y si conviene también en Barcelona, somos y seremos contrarios a estos señores que pretenden monopolizar la política catalana, no para alcanzar la libertad de Cataluña, sino para poder defender mejor sus intereses de clase y siempre dispuestos a dañar las reivindicaciones del proletariado catalán. Y yo os puedo asegurar que estos reaccionarios que se autodenominan catalanistas lo que más temen es la recuperación nacional de Cataluña, en el caso de que Cataluña no les quedara sometida ‘. Y como saben que Cataluña no es un pueblo servil, ni siquiera intentan desligar la política catalana de la española. En cambio, nosotros, los trabajadores, como sea que con una Catalunya independiente no perderíamos nada, al contrario, ganaríamos mucho, la independencia de nuestra tierra no nos da miedo. Estad seguros, amigos madrileños que me escucháis, que si algún día se hablase en serio de independizar Cataluña de España, los primeros y quizás los únicos que se opondrían a la libertad nacional de Catalunya, serían los capitalistas de la liga regionalista y del Fomento Nacional del Trabajo. Sin embargo hay muchas pruebas que confirman mi razonamiento. No importa que proclamen su catalanismo en discursos y artículos periodísticos cuando están en Barcelona. Si piensan que se encuentran en peligro los intereses particulares de su clase acomodada, enloquecidos y corriendo tiran hacia Madrid, para ofrecer sus servicios a la Monarquía centralista, y más de una vez los habréis podido ver vistiendo la casaca de ministro. ¿Es, acaso, con la colaboración ministerial como se pueden afianzar las aspiraciones de libertad nacional de Cataluña, sometida a una monarquía centralista y enemiga de la emancipación de los pueblos hispánicos? Afortunadamente la Cataluña vejada y denostada, privada de su libertad nacional, conoce bien sus detractores y sabe de qué lado están sus verdaderos amigos y defensores. Una Cataluña, liberada de España os aseguro, amigos madrileños, que sería una Cataluña amiga de todos los pueblos de la Península Hispánica y sospecho que los que ahora pretenden presentarse como los líderes del catalanismo, temen un entendimiento fraternal y duradero con las otras nacionalidades peninsulares. Por lo tanto es falsa la catalanidad de quienes dirigen la Lliga Regionalista. Y es que esta gente antepone sus intereses de clase, es decir los intereses del capitalismo, a todo interés o ideología. Estoy tan seguro lo que digo, que sin pecar de exagerado, puedo aseguraros que si algún día Cataluña conquista su libertad nacional, los primeros, si no los únicos, que le pondrán obstáculos, serán los hombres de la Lliga Regionalista, porque en Cataluña como en todas partes, el capitalismo carece de ideología…
Enviado por Enrique Ibañes