PEDRO SÁNCHEZ

Buenas tardes, secretario general.

Naciones Unidas nació en 1945 con un objetivo bien claro, era mantener la paz y la seguridad internacional. Es evidente que en los más de 70 años de vida de esta organización, la naturaleza de los conflictos ha evolucionado, el número de misiones se ha multiplicado y la complejidad de los escenarios es cada vez mayor.

Sin embargo, nuestro objetivo sigue siendo el mismo: velar por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional. Sin paz y seguridad no puede haber desarrollo social, democracia, ni respeto, tampoco, a la dignidad humana. Y para ello es imprescindible dotar a la Organización de las herramientas necesarias para que sea capaz de cumplir con eficacia su mandato original.

En este contexto, donde sitúo la iniciativa del secretario general de reunir, en la Declaración que hoy suscribimos, las bases de un nuevo sistema de mantenimiento de la paz y la seguridad internacional a la altura de las expectativas y adaptado a la realidad actual.

Se trata de una auténtica renovación, a mi juicio, estratégica de la política y de la visión del mantenimiento de la paz por parte de Naciones Unidas, y, en consecuencia, señor secretario general, cuenta con el apoyo del Gobierno de España.

Amigos y amigas.

Los mandatos de las operaciones de Naciones Unidas deben ser claros y realistas. Adaptados, específicamente, al contexto del país y con los recursos adecuados para desarrollar su labor. Sólo así podremos conseguir que las operaciones de mantenimiento de la paz contribuyan tanto a la prevención, como a la estabilización de conflictos, así como a la consecución de las soluciones políticas duraderas, a la reconciliación y al respeto a los Derechos Humanos, que es lo que a todos nos une en torno a Naciones Unidas.

Por ello, la protección de civiles debe formar parte del núcleo central de los mandatos de la operación de paz. También debe hacerlo la promoción de cumplimiento de la Agenda de Mujer, Paz y Seguridad. Y, en consecuencia, la red de puntos focales de Mujer, Paz y Seguridad es clave en ese papel, a juicio del Gobierno de España.

La participación de la mujer en todas las fases de los conflictos es fundamental, para construir la paz y para promover el desarrollo. La lucha contra la violencia sexual en conflictos y la aplicación eficaz de una política de tolerancia cero contra prácticas de explotación y de abuso sexual en las operaciones son también objetivos irrenunciables en esta nueva estrategia. Y, en este sentido, me complace anunciar, por parte del Gobierno de España, que hemos aceptado con entusiasmo, y subrayo que con entusiasmo, la invitación que me ha trasladado el secretario general de sumarme al Círculo de Liderazgo que impulsa en este terreno.

Señoras y señores.

El compromiso de España es firme. Desde 1989 mi país, España, ha venido contribuyendo a la arquitectura de la paz y la seguridad de Naciones Unidas, con lealtad y compromiso. 160.000 soldados españoles han participado desde entonces en 50 operaciones de Naciones Unidas, en cuatro continentes.

Somos, también, el primer país contribuyente a las misiones de la Unión Europea, por lo que aplaudo, especialmente, la atención que esta Declaración presta a las Organizaciones Regionales y Subregionales en el mantenimiento de la paz.

Valoramos positivamente el alto nivel de cooperación que se ha establecido entre Naciones Unidas, entre la Unión Europea y la Unión Africana, y ésta es la manera, a mi juicio, en la que tenemos que seguir avanzando: aprovechando sinergias, construyendo consensos y aunando voluntades.

Deseamos un multilateralismo renovado, reforzado, eficaz; pues, este es, y no hay otro, el único medio para desarrollar algo que ha dicho el secretario general hoy en la Asamblea de Naciones Unidades: liderazgos cooperativos que pongan en marcha la agenda transformadora que necesita nuestro país y nuestro mundo.

Esta declaración se enmarca en esa línea de acción, y, por ello, puede contar, señor secretario general, con el apoyo decidido del Gobierno de España.

Muchas gracias.