MAR FERNÁNDEZ ESTELA
Los Verdes, nacidos en los 80 en la república Federal Alemana al calor de las luchas contra la energía nuclear y por la reducción de los arsenales de armas y la política de bloques de la guerra fría, entraron por primera vez en el Parlamento Europeo en el año 1984, con eurodiputados alemanes, belgas y holandeses, que se aliaron con otros diputados progresistas italianos y daneses y con regionalistas de Flandes e Irlanda. Sus compromisos principales fueron la lucha contra la contaminación; la presión para la finalización de la energía nuclear -compromiso muy marcado por la catástrofe de Chernóbil dos años después de su entrada en la institución europea- y la protección de los animales.
No fue hasta el año 1989 cuando se pudo formar el primer grupo verde, que incluyó también miembros franceses y portugueses. En este grupo también se entró el entonces pujante Partido Radical italiano. A los compromisos principales de la primera alianza, se sumó la defensa por la igualdad de género. Con el paso del tiempo las prioridades de los Verdes estuvieron marcadas por la lucha contra el cambio climático. Fue, justamente, la participación de los Verdes en la Cumbre de la Tierra de Río en 1992 la que sentó las bases del Protocolo de Kioto. A este eje principal se sumó su compromiso con la paz y el fortalecimiento de las relaciones con los países de Europa Central y Oriental tras la caída del telón de acero en 1989.
Después de las elecciones, Los Verdes también impulsaron la denuncia de la corrupción, el nepotismo y el fraude en Europa y en sus instituciones y fueron especialmente sensibles en la búsqueda de la paz en la guerra en la antigua Yugoeslavia. Alcanzaron su mejor resultado en el año 1999, con 38 diputados, que los convirtieron en el cuarto grupo más numeroso del Parlamento Europeo, a los que se sumaron 10 eurodiputados de la Alianza Libre Europea para formar el grupo que dura hasta el día de hoy: los Verdes/ALE. Coincidiendo con la nueva administración Bush en Estados Unidos, los Verdes europeos. Entre sus actuales componentes está Ernest Urstasun, miembro catalán de los Comunes.
En el 2004 se fundó el Partido Verde Europeo. La lucha contra el cambio climático adquiere una mayor relevancia en la agenda política y mediática a partir del año 2006, cuando los Verdes empezaron una campaña europea que pedía medidas más estrictas contra el cambio climático. Fue entonces cuando se empezó a hablar de la reducción de las emisiones o de alternativas de movilidad sostenible y por la transformación de nuestras economías dependientes de los combustibles fósiles y poco eficientes en recursos hacia un modelo más sostenible, basado en la eficiencia energética y de recursos, las energías renovables, el transporte y la agricultura sostenibles y las tecnologías verdes. Todo ello, combinado con el eje social en el marco de lo que se está denominando ‘Green new deal’. De hecho, en respuesta a la crisis económica y financiera de 2008, los Verdes/ALE han apostado por una regulación eficaz del sector financiero mundial y por una economía más ética que persiga la justicia social y la igualdad. De igual forma, se ha trabajado en contra de las amenazas a los derechos y libertades fundamentales en la agenda de la UE, defendiendo los valores democráticos básicos en los Estados miembros de la UE.
En 2014, adquieren especial relevancia las campañas de la lucha contra el fraude y la creación de las comisiones especiales sobre Lux Leaks y los Papeles de Panamá, la lucha por el Estado de Derecho, la independencia del poder judicial y los valores democráticos en la UE, así coimo la exigencia del establecimiento de vías seguras y legales de migración para quienes buscan protección internacional o humanitaria. También el feminismo tiene una importancia creciente, con los objetivos de combatir el acoso, trabajar por la paridad en las instituciones y proteger los derechos de las mujeres dentro y fuera del territorio de la Unión.
Evidentemente, todo ello no se hubiera desarrollado sin una gran labor parlamentaria pero ¿cómo llegan con tanta fuerza a la agenda mediática? En gran parte, gracias al trabajo del equipo de comunicación del grupo Verdes/ALE, que cuenta con una sólida estructura de trabajo que se organiza para no dejar de lado ninguna de las prioridades enunciadas. El Parlamento Europeo tiene 28 comisiones y dos semanas al mes de pleno de media. Los equipos de comunicación deben llegar a todos los públicos y todas sus problemáticas e intereses, poniendo de acuerdo a diferentes tradiciones políticas con una línea ideológica coherente y consensuada. El equipo central de comunicación está formado por personas políglotas que se encargan de cubrir medios nacionales y que monitorizan las agendas mediáticas de cada uno de ellos. Además, se encuentra compartimentado en las diferentes ramas de la comunicación: digital, prensa, redes sociales, web y diseño.
Pero este grupo no trabaja solo: las diferentes oficinas de cada eurodiputado o eurodiputada disponen de equipos de comunicación y asesores que trabajan según la especialización por temas o el interés del país de origen del eurodiputado. Además, el Grupo Los Verdes/Ale impulsa 8 campañas que son lideradas por los “campaigners” y sus diferentes equipos, que se encargan de cubrir los temas ideológica y políticamente más relevantes del Partido Verde Europeo: derechos digitales, biodiversidad, asuntos internacionales, justicia social, alimentos y pesticidas, derechos y democracia y, por último, el clima. Las personas que trabajan en estos equipos no son necesariamente expertos en comunicación política, sino que están formadas en distintos ámbitos y tienen perfiles muy heterogéneos. Estas campañas no funcionarían si no fueran de la mano de diferentes entidades, organizaciones, asesores, expertos, ONGs e incluso la sociedad civil. El mensaje nunca llegaría al lugar deseado sin un pie en la institución y otro en los movimientos sociales.
Durante la pandemia de la Covid-19, no solamente se han potenciado los eventos online, sino que las redes sociales y la estrategia en ellas han tomado una fuerza especial. Los vídeos de eurodiputados y eurodiputadas explicando su trabajo han sido un elemento clave para acercar a las instituciones europeas a la ciudadanía. Además, uno de los aspectos más destacable por inusual de la comunicación política de los Verdes europeos es la comunicación en positivo. En la era de Twitter, los haters i el crecimiento de movimientos de la extrema derecha, es de agradecer que grupos políticos, sin perder la crítica hacia el adversario político, expongan soluciones a las problemáticas y celebren las victorias conseguidas.
El Brexit o las amenazas sobre el clima han puesto en evidencia la necesidad de preocuparse por lo que ocurre en los países de nuestro alrededor y en nuestro planeta, pero, desgraciadamente, ha sido una pandemia mundial la que ha acabado de exponer la necesidad de trabajar de forma conjunta y dar importancia a la gestión que se hace desde las instituciones europeas. El Fondo de recuperación o la gestión de la vacunación demuestran que escoger cada 5 años a nuestros representantes en Europa es un gesto importante y relevante. Ojalá podamos decir que el maldito virus sirvió para alguna cosa, como volver a abrir camino a un sentimiento europeísta y aflorar el deseo de construir y trabajar por una Europa verde, justa y feminista.
Mar Fernández Estela es Politóloga y Asistente Local del MEP Ernest Urtasun. @marfestela
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