El matrimonio de los Obama y la imagen alrededor de una familia ideal, cercana, amorosa y estable ha sido parte de la construcción narrativa de lo que representa Barack Obama como persona y político. Desde sus inicios en la vida pública su relación se convirtió en uno de los focos de atención de la opinión, con la intensión de reflejar comportamientos y conductas positivas como ciudadano estadounidense. En ese sentido, la estabilidad e imagen de complicidad entre los Obama significó un pilar esencial en su estrategia de comunicación política.

Lo anterior se ha tomado como punto de partida para analizar el fragmento del discurso pronunciado por el expresidente Barack Obama en el año 2017, tras finalizar su mandato, en el que hizo alusión a su familia, agradeciendo de manera particular el apoyo de su esposa Michelle Obama, quien además en ese contexto finalizaba su rol con índices de popularidad y aprobación mayores a los del presidente, su esposo.

Si se piensa en la posibilidad de mejorar dicho discurso desde la comunicación verbal y no verbal se puede decir que, tomando en cuenta la plasticidad en la comunicación y el lenguaje, siempre existirá una manera de perfeccionar la técnica y el guion, sin embargo, la forma en como fue abordado el mensaje cumple con los parámetros básicos y elementales para ser considerado un buen discurso, sobre todo por el manejo y claridad con el que se expresó, distinguiéndose por ser coherente y convincente ante el público.

Respecto al análisis de la comunicación verbal y no verbal empleada por Obama, podemos puntualizar los siguientes aspectos:

Comunicación Verbal

Al momento de iniciar el segmento de agradecimiento hacia Michelle, lo realiza pronunciando su nombre completo de nacimiento y no el de matrimonio, como gesto de respeto hacia la figura de mujer independiente que ella representó durante su papel como primera dama. Seguidamente la vincula a su zona de origen, marcada por una historia de esclavismo y que en la actualidad representa un discurso de lucha, evidenciando un buen manejo de la técnica del storytelling, característica principal de Barack Obama. “Obama se caracteriza por su habilidad en insertar la tradición retórica del país en sus intervenciones. «Obama no habla inglés, habla estadounidense»” (Carrillo, 2017).

El dominio de su corporalidad y la coherencia entre lo que dice y sus gestos, se perciben con naturalidad, lo que le brinda un aura de seguridad, mientras que la brevedad de las palabras y la construcción de oraciones precisas abonan a una narrativa concisa, en la que la idea central es destacar a Michelle como la mujer y esposa que apoyó en cada etapa del proceso al presidente, ganándose el cargo de primera dama por su esencia como persona y no por ser la esposa de Obama.

Las palabras que expresa el expresidente se apoyan de la función descriptiva, expresiva e instrumental del lenguaje: describe el buen desempeño de la primera dama, expresa sentimientos de orgullo y de manera implícita le manifiesta su cariño y admiración a través de frases claves (amiga, aguante, ejemplo a seguir).

Respecto al tono y ritmo de la voz, es importante señalar el manejo de las frases acompañadas de una buena entonación y gesticulación, enfatizando las palabras importantes, como el nombre de su esposa (resalta identidad), los roles que ha ejercido: mujer, madre y amiga, destaca su capacidad al momento de enunciar las cualidades de su personalidad, trazando de esa manera un esquema de olas en las frases pronunciadas, es decir, alza la voz, sostiene y baja la entonación (tono descendente, refleja firmeza y determinación). Otro elemento es el uso de los silencios que funcionan como preámbulos para generar expectativas e interés en lo que se expresa, evidenciado al inicio del discurso.

Comunicación no verbal

En cuanto a sus gestos y lenguaje no verbal, al inicio del discurso se evidencia complicidad entre las miradas de ambos personajes, logrando transmitir credibilidad y una importante carga emocional en lo que se expresará a continuación, preparando al público que escucha físicamente como virtualmente. Barack hace un buen uso del lenguaje no verbal, llevando su discurso a un punto de dramatismo, sin que se sea exagerado, por ejemplo, en el instante en el que saca su pañuelo y seca su ojo en alusión a emociones fuertes, aunque en realidad no se observaron lágrimas visibles, sino que son gestos que forman parte de un guion que tiene por objetivo remarcar la emotividad.

Por otro lado, es importante destacar que en todo el transcurso de la intervención sostuvo la mirada al público como símbolo de cercanía y sinceridad, complementándose con una postura corporal abierta, que transmitió energía, triunfo y optimismo a su público.

Pese a la brevedad de las palabras, es evidente que no fue un discurso improvisado, ni mucho menos pensado a la ligera, sino que refleja un proceso estructurado, en el que las frases fueron pensadas y colocadas con mucha precisión para generar emotividad y conectar con el público que durante los últimos años se había identificado con la figura de Michelle Obama, por ende las palabras expresadas trataron de recoger todo lo que significó la primera dama y reafirmar su imagen construida desde la opinión pública, como pilar de apoyo en la carrera política del presidente.