adrienne maree brown: el placer y el amor en el activismo

DESIRÉE BELA-LOBEDE

Tengo que empezar explicando cómo llegó adrienne maree brown a mi vida.

Hacía poco que había leído «La hermana, la extranjera» de Audre Lorde, y el ensayo incluido «Usos de lo erótico: lo erótico como poder» me rompió los esquemas. No quiero extenderme aquí hablando sobre ese ensayo, así que me voy a limitar a recomendar fervientemente su lectura.

Tiempo después, visitando a un amigo, le comenté que tenía que leer el libro de Lorde y, en concreto, el ensayo que tanto me había marcado. Mientras él preparaba la comida, me acerqué a su biblioteca y un libro con el lomo azul turquesa y las letras de color fucsia llamó mi atención. El título me llamó la atención todavía más: «Pleasure activism. The politics of feeling good». ¿Su autora? adrienne maree brown. 

Quién es adrienne maree brown

adrienne maree brown (El Paso, Texas, 1978) es una feminista negra, autora, doula [1] y activista por la justicia social, abogando por liberación personal, colectiva y sistémica a través de la aplicación de la emergent strategy —estrategia emergente— para el desmantelamiento de los sistemas supremacistas. 

El hecho de que brown escriba su nombre en minúsculas no es un error. Tampoco es casual ni novedoso: en su día ya lo hizo la gran escritora y activista estadounidense recientemente fallecida bell hooks, cuyo nombre de nacimiento era Gloria Jean Watkins. La autora tomó el nombre de bell hooks de su bisabuela materna, Bell Blair Hooks. Decidió escribir en minúsculas el nombre por el que se la conocería mundialmente porque afirmaba que «lo más importante es lo que digo en mis libros, no quién soy», y creo que el planteamiento de adrienne maree brown es bastante similar.

Pleasure activism (2019) es la segunda obra de adrienne maree brown. El libro es un compendio de propuestas para personas activistas que invitan a reflexionar sobre cómo la emocionalidad, el deseo y la erótica pueden ser estrategias revolucionarias contra la opresión. El libro toca muchos temas diferentes a través de conversaciones y entrevistas con activistas pertenecientes a otras comunidades; casi todas ellas son personas que, igual que brown, tienen experiencias con la injusticia social y el racismo, y buscan, a través de la conexión de activismo y placer articulados a través de diferentes vías, formas de afrontar la opresión y el trauma, y alternativas para reconectar consigo mismas, sanar y encontrar vías de llevar una vida vivible.

Aportaciones

Leer Pleasure activism ha tenido un gran impacto en mí. Me ha permitido repensarme, sobre todo en cuanto a mi práctica activista. El libro llegó a mí en un momento de dudas, de plantearme si lo que estaba haciendo era útil. En ese sentido, creo que brown se convierte en un revulsivo. Recomiendo la lectura del libro a todas esas personas que se sienten un poco perdidas y desesperanzadas, algo que con los activismos sucede de tanto en tanto. 

El trabajo de brown me ha llevado a pararme a pensar en mi práctica activista. Y, más allá de mi práctica activista, también me ha permitido reflexionar sobre el tipo de vínculos que establezco con las personas con las que me relaciono. Creo que eso es algo que necesitamos hacer más a menudo. Por eso, mientras leía su libro, me apenaba enormemente que su obra no esté —de momento— traducida al español para que más personas puedan conocer la obra de adrienne maree brown.

Me interesa también la figura de brown en lo tocante a la emergent strategy, una perspectiva revolucionaria que me ha parecido muy útil. La emergent strategy se dirige hacia las personas que tienen el deseo de cambiar el mundo, se consideren activistas o no. Ofrece recursos a quienes son conscientes de las injusticias y los desequilibrios existentes y que, desde esa conciencia, entienden que la sociedad, en general, necesita una transformación profunda.

Hay más: la emergent strategy también pretende crear la relación correcta para que ese cambio se desarrolle, y está inspirada en la obra de Octavia Butler y en la idea de «all that you touch, you change» (cambias todo lo que tocas).

Otra de las perspectivas que me parece interesante sobre el pensamiento de adrienne maree brown es entender la combinación de jerarquía no ganada y la inteligencia como un defecto fatal de la humanidad, que constantemente crea esos sistemas jerárquicos de diferencia. brown afirma que esos sistemas son fatales si esa jerarquía es no ganada. 

Un ejemplo de esta fatalidad, por ejemplo, es la supremacía blanca. El sistema blanco supremacista garantiza beneficios a las personas blancas por el simple hecho de serlo, de la misma forma que el patriarcado confiere privilegios a los hombres por el simple hecho de serlo.

Así, los resultados de la supremacía blanca, como combinación de ese tipo de jerarquía no ganada e inteligencia, son devastadores para las personas que no detentan esos privilegios. Estos resultados se materializan en forma de diferentes niveles de discriminaciones negativas y opresiones que se articulan a través políticas racistas, que pueden abarcar desde limitaciones en el acceso a la vivienda y a determinados sectores profesionales, pasando por detenciones policiales por perfil étnico y detenciones en centros de internamientos para extranjeros, así como por el extractivismo de materias primas en territorios del sur global a través de políticas neocolonialistas y, finalmente y en los casos más graves, en la muerte o el asesinato de las personas que viven todas esas experiencias racistas. 

La supremacía blanca es uno tipo de jerarquía que hay que desmantelar para dar paso a otras formas de relacionarse. 

brown también pone en cuestión el sistema jerárquico establecido por el capitalismo, en tanto que hace que la existencia de las personas quede supeditada a la productividad y al éxito, llegando a afectar incluso al respeto de los derechos humanos. La activista aboga, por lo tanto, por poner de relieve el valor de las personas desligado de su capacidad para producir y garantizando el respeto a su persona solo por el simple hecho de ser y de existir. 

El enfoque anterior me hace pensar en el utilitarismo que se ejerce sobre las personas migrantes a este respecto, cuya existencia en países occidentales tiene que estar constantemente justificada. «Si están aquí, que aporten» se suele decir con frecuencia. Esto hace que el valor de las vidas migrantes esté en función de su contribución a la sociedad en la que viven, o de los beneficios que sus vidas impliquen para la sociedad receptora, como cuando se justifica la “necesidad” de personas migrantes para el pago de pensiones de las poblaciones europeas envejecidas.

Amor radical como herramienta transformadora

Otro de los motivos por los que el pensamiento de brown me cautiva es porque, igual que bell hooks, es de la corriente de feministas negras que considera el amor como piedra angular de la transformación social. 

Tanto bell hooks, en su libro «Todo sobre el amor» [2] como brown reclaman la práctica del amor radical en todos los aspectos de la vida. Y también extiende la práctica del amor al trabajo de los movimientos sociales y activistas como espacios donde se extienda ese amor; espacios donde todas las personas se sientan amadas y sostenidas, y no amenazadas y menospreciadas. En este sentido, brown propone la transformación de los motivos por los que la gente se une: pasar de la unidad que generan el miedo, la desconfianza y la escasez a un escenario en el que sea el amor el que genere la unión de las personas.

Esta filosofía, de reconectar desde el amor, también me hace pensar en Audre Lorde [3], cuando decía: «Esa economía en la que vivimos nos ha programado a todos para que reaccionemos con miedo y odio ante las diferencias que hay entre nosotros y las manejemos de una de estas tres maneras: haciendo como si no existieran; si ello no es posible, imitándolas cuando pensamos que son dominantes; o destruyéndolas si las consideramos subordinadas». La propuesta de adrienne maree brown, por lo tanto, sería una alternativa a este tipo de reacciones de las que hablaba Lorde.

El trabajo de adrienne maree brown es novedoso y transformador. Este es el motivo por el que me he decidido a presentarla en este artículo. Creo que en un futuro sus contribuciones serán mundialmente reconocidas y se convertirá en otra estrella en el firmamento a la que no solo las mujeres negras consideraremos una ancestra, sino que su legado será universal.

 

Desirée Bela-Lobede es escritora y activista afrofeminista y antirracista.

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[1] Una doula es una profesional trabaja como asistente en partos, ofreciendo su apoyo emocional y físico durante el embarazo, el parto y el puerperio. Se trata de una figura que ya existía en la antigua Grecia y que se ha recuperado hace años y, a pesar de que sobre todo está presente en partos domiciliarios, también ofrece su apoyo en partos hospitalarios.

[2] hooks, b:. «Todo sobre el amor». Paidós Ibérica, 2021

[3] Lorde, A.: «Edad, raza, clase y sexo: las mujeres redefinen la diferencia» en «La hermana, la extranjera», Horas y horas la Editorial, 2002