ANDRÉS VILLENA OLIVER
Más allá de las «puertas giratorias», unos grupos pequeños de altos funcionarios, personas vinculadas al poder real, sobre todo al económico, TOMAN LAS DECISIONES Y LO HACEN SIN RESPONDER ANTE LOS CIUDADANOS NI ESCUCHARLES.
Porque las élites de poder no se presentan a las elecciones ni defienden un programa electoral.
Los que mandan de verdad defienden sus intereses personales, los de sus amigos y los de las grandes corporaciones. Se interrelacionan formando red.
Por primera vez, un libro pone estas redes al desnudo y nos cuenta con ejemplos concretos las relaciones que unen a las élites que nos gobiernan.