SUSANA DEL RÍO: Los escenarios siguen abiertos: un segundo intento por parte de Theresa May de sacar adelante el acuerdo de salida presentando el martes un nuevo plan B con pocos cambios porque la UE no le va a permitir modificar nada esencial; nuevas elecciones; segundo referéndum; petición de prórroga a la UE de la fecha de aplicación del Artículo 50; o una salida sin acuerdo o Brexit duro, el abismo para el Reino Unido.

ASTRID PORTERO: Tras este momento parecía que se abría un amplio abanico de posibles escenarios, pero no podemos olvidarnos de que en la mesa de negociación hay dos actores y, de momento, desde Bruselas no parecen muy dispuestos a tocar ningún punto del texto de salida. El acuerdo es el que es.
A esta situación se le suma que, si Theresa May no dimitió tras la derrota en en el Parlamento el pasado 15 de enero, nada indica que vaya a hacerlo próximamente. Sin dimisiones a la vista y con el texto sin cambiar, solamente sería posible que el gobierno conservador convocara un segundo referéndum sobre el brexit, que solicitara formalmente una extensión del artículo 50 o que, directamente (referéndum mediante o no) cancelara el artículo 50, algo que la Corte Europea de Justicia ha confirmado que puede hacer unilateralmente antes de la fecha oficial de salida.
A excepción de cancelar el artículo 50 (es decir, que no se produzca el brexit), un segundo referéndum pasaría necesariamente también por aplazar el brexit hasta la fecha de votación.

EDUARDO BAYÓN: A ciencia cierta es imposible saber a día de hoy que derroteros tomará finalmente el Brexit. Los escenarios posibles pasan por renegociar el acuerdo; un Brexit sin acuerdo ante la falta de aprobación por el parlamento británico que abocaría al Reino Unido a irse de la Unión Europea de la peor forma posible; un aplazamiento del mismo y posponer así la fecha inicial del 29 de marzo ante su inminente cercanía; un segundo referéndum o la convocatoria de elecciones, opción que no descartaría pese al rechazo de la moción de censura del 16 de enero.

SUSANA DEL RÍO: Sí, y puede convocarse un nuevo referéndum. Este segundo referéndum sería el verdadero ya que los ciudadanos votarían conociendo el significado real de lo que supone el Brexit, de lo que implica no formar parte de la Unión Europea. Podríamos ver el anuncio de un segundo referéndum aunque la postura de Corbyn está frenando esta posibilidad. Lo que los ciudadanos británicos, sobre todo los jóvenes, piden es un segundo referéndum. Los sondeos indican que el voto a favor de quedarse en la UE ganaría.

ASTRID PORTERO: Teóricamente poder, se puede. Una cuestión distinta sería qué consecuencias tendría eso para la sociedad, para el gobierno y/o qué legitimidad democrática podría tener este segundo referéndum si sale un resultado distinto al anterior pero con unos márgenes igual de ajustados.
No parece probable que la estrategia de Theresa May pase por convocar un segundo referéndum, por varios motivos:
El primero es que necesitaría la aprobación del Parlamento para convocarlo, y hay pocas posibilidades en la actualidad de que esto pueda ocurrir. Si bien hay voces que insisten en un segundo referéndum, el Parlamento está más dividido en el tipo de brexit que quieren, no en que se produzca o no el brexit. El segundo motivo es que un referéndum, dada la situación política y social, solamente contribuiría a polarizar una sociedad y una opinión pública que ya de por sí están polarizadas. El tercer motivo sería que, si se convocara otro referéndum y saliera el mismo resultado, el acuerdo seguiría siendo el que es, y el gobierno británico se podría encontrar con un bloque europeo menos dispuesto a hacer concesiones que ahora.

EDUARDO BAYÓN: Sí, podría darse. El Brexit puede ser revertido de forma unilateral por el Reino Unido, como ya ha manifestado la justicia europea. Ante la compleja situación que supone el Brexit, y la forma en la que se celebró el referéndum de 2016 (una decisión excesivamente compleja y con escasa información, como para ser tomada de forma mediante este mecanismo), el anuncio en 2019 de un segundo referéndum para revertir la situación podría producirse, sobre todo tras el reciente cambio de postura del Partido Laborista que apuesta por esta opción sino se convocan elecciones.

SUSANA DEL RÍO: El liderazgo de Theresa May está muy debilitado. Ante unos posibles comicios, es difícil que se mantuviese como candidata aunque todo dependerá de cómo se incline la balanza en el propio seno de los conservadores. No hay que olvidar, que la moción de confianza en el Parlamento británico la ganó May.

ASTRID PORTERO: El liderazgo de Theresa May nunca ha pasado por un momento excepcional, aunque ahora se encuentra en sus peores momentos. A pesar de lo baja que se encuentra su popularidad, aun así ha sobrevivido a una moción de confianza dentro de su propio partido y a una moción de censura liderada por Jeremy Corbyn. Dadas las circunstancias, y aunque no sea la candidata favorita, los propios conservadores son conscientes de que elegir a un nuevo líder no sería beneficio para el partido en estos momentos. Aun así, ella misma ha asegurado que, si el acuerdo para el brexit recibe la luz verde en el Parlamento, no se presentaría candidata en unas posibles elecciones (probablemente en un adelanto de convocatoria).

EDUARDO BAYÓN: Parece difícil que la figura política de Theresa May tenga recorrido más allá de la gestión del Brexit, teniendo en cuenta que también llegó al número 10 de Downing Street por este motivo. Ahora bien, conviene no subestimar un liderazgo que, aunque inicialmente parecía frágil, ha logrado salvar numerosas situaciones críticas. En esta línea, considero que la moción de censura presentada contra ella por los laboristas fue un error, dado que, precisamente, le otorgó una victoria en sus momentos más bajos, después de que saliese derrotada del parlamento de Westminster en la votación sobre el acuerdo del Brexit.

SUSANA DEL RÍO: La respuesta euroescéptica de Corbyn ante por ejemplo un nuevo referéndum está dividiendo al laborismo. El partido laborista abordará la próxima campaña electoral dependiendo de lo que suceda en relación al Brexit. El peso del liderazgo de Jeremy Corbyn estará determinado por los movimientos en un partido dividido entre una posición más euroescéptica o más europea. Respecto a la cuestión sobre Corbyn como alternativa lo veo muy difícil ya que los conservadores mantendrán su espacio político.

ASTRID PORTERO: Esto depende, en gran medida, del momento en el que se dé la campaña electoral. Si es una campaña consecuencia de la falta de acuerdo en el parlamento británico, lo más probable es que los laboristas centren su campaña en garantizar que pueden lograr un acuerdo mejor con Bruselas para la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Jeremy Corbyn cuenta con menos popularidad que Theresa May en los sondeos, y es consecuencia directa de una falta de discurso y mensaje claros durante estos últimos años. La división interna del partido es clara, incapaz de desmarcarse completamente de los conservadores y crear un discurso propio. Si la campaña electoral se diera después de alcanzar un acuerdo, lo más probable es que los laboristas trataran de centrar la campaña en asuntos nacionales y/o locales, como la vivienda o la educación universitaria, como una manera de volver a conectar con los ciudadanos.

EDUARDO BAYÓN: Sí, es cierto. En determinadas zonas industriales de Inglaterra el euroescepticismo es alto, también en Gales, donde el Brexit ganó en zonas de voto tradicionalmente laborista. Es, sin duda, una de las cuestiones que ha contribuido a que los laboristas se hayan mantenido, en cierta medida, ambiguos durante los últimos meses acerca de apostar claramente por un segundo referéndum que revierta la situación.

SUSANA DEL RÍO: El Brexit es un tema muy relevante en la campaña electoral para las elecciones europeas 2019, de hecho es tema candente que se desplegará en los temas y ejes de debate de la campaña.  El Brexit despliega e impacta en todos los ámbitos de la Unión Europea: político, económico, comercial y, por supuesto, en el concepto de la ciudadanía europea. El Brexit impacta de manera directa en el día a día real de los ciudadanos británicos y europeos. El Brexit impacta en el significado práctico y en el sentimiento de lo que constituye ser ciudadano europeo.
En España se le debería dar especial relevancia tanto por las implicaciones financieras, empresariales y de educación, sobre todo universitaria, como por las consecuencias respecto a Gibraltar.

ASTRID PORTERO: En todo caso podría ser relevante cómo ha gestionado el bloque europeo las negociaciones, pero no creo que suponga un tema central en ningún país. Quizá lo más importante sea que, si Reino Unido decide pedir formalmente una extensión del artículo 50, habrá que acoplar eso a la lógica de escaños del Parlamento Europeo.

EDUARDO BAYÓN: Las elecciones europeas del próximo mayo serán las más determinantes de la historia. No solo está en juego las mayorías del parlamento, sino que lo está la propia idea de Europa. El auge de la ultraderecha populista en todo el continente y cómo hacerle frente, a la vez que se seduce al electorado, será una de las cuestiones más relevantes de la campaña electoral. El Brexit entrará en escena como ejemplo del retroceso y caos que provoca la ruptura de la unidad y el intento de levantar muros que nos protejan de nuestros temores, en lugar de hacer frente a los tiempos globalizados que vivimos.

Susana del Río es doctora en Ciencias Políticas, profesora, miembro del Comité de expertos de la UE. (@Su_delRio)

Astrid Portero es politóloga. Analista política y de relaciones internacionales (@astridportero)

Eduardo Bayón es Politólogo. Consultor experto en Comportamiento Político y Electoral. Editor de Debate21. (@edubayon_)

Entrevista realizada por Marina Isun, consultora de comunicación (@marinaisun)