Discurso de Mauricio Macri. Apertura de la Cumbre del G20 en Costa Salguero

MAURICIO MACRI

Quiero agradecerles su presencia en Buenos Aires. Esta es la primera Cumbre del G20 en Sudamérica, y pasaron 10 años desde que jefes de Gobierno y jefes de Estado del G20 se reunieron por primera vez convocados en Estados Unidos y con un espíritu de crear este mecanismo, este espacio de diálogo que permitió en ese momento evitar el agravamiento de la crisis financiera internacional.

En estos años los cambios y las circunstancias sociales, políticas y económicas, tanto a nivel global como en nuestros países, han generado un cuestionamiento sobre los mecanismos multilaterales contemporáneos, incluido el G20; y han emergido tensiones entre nuestros países acerca de la visión de cómo encarar individualmente las oportunidades y los desafíos globales.

Por esa razón, si bien hoy la agenda que nos convoca es distinta, quiero pedirles que actuemos con el mismo sentido de urgencia que en el 2008, porque en un mundo diverso y con multiplicidad de protagonistas con su propia historia y cultura, la esencia del G20 es promover el diálogo que respete las diferencias e impulse acciones basadas en intereses compartidos.

Quiero decirles que, como ustedes saben, esta Cumbre es un hecho inédito en nuestro país, nunca convergieron en nuestra historia tantos líderes y al mismo tiempo, y lo tomamos como un gesto de apoyo y de reconocimiento a la presencia y al desempeño que está teniendo la Argentina en el escenario global, sobre todo después de tantos años de aislamiento.

Aquí los líderes nos vemos cara a cara, hablamos con franqueza y ratificamos coincidencias a la misma vez que administramos desacuerdos, y es algo que viene sucediendo años tras año hace una década. Yo espero que en este día y medio de trabajo logremos crear las bases para los consensos de los próximos 10 años: es una gran tarea que tenemos por delante.

Todos somos testigos de los cambios profundos que están viviendo nuestras sociedades, cambios que se aceleran y se profundizan, especialmente en los últimos diez años y tal vez más en los últimos cinco; cambios en los procesos productivos, en los comportamientos, en las costumbres, en las formas de comunicarnos. Junto a otros avances como en nanotecnología, en inteligencia artificial, en realidad virtual, la robótica, la impresión 3D, que generan una apertura y una posibilidad de progreso, pero que también a la vez desafían muchas de nuestras categorías.

Hoy un ciudadano recibe en treinta días más de información que en toda su vida treinta años atrás: sí, treinta días versos toda una vida treinta años atrás. Eso demuestra que la gente se volvió rica en información y millonaria en expectativas, y eso marca el nivel de desafío que tenemos hoy en día y tenemos que estar a la altura.

Mucha gente nos mira con dudas acerca de para qué sirven estas cumbres, nosotros tenemos la obligación de mostrarle al mundo que hoy los desafíos globales requieren soluciones globales. Problemas como el futuro del trabajo, problemas del clima, no podemos resolverlos solos. Por eso quiero invitarlos a que trabajemos juntos para aprovechar los mecanismos que hoy tenemos a nuestro alcance, y debatamos, debatamos qué otros mecanismos podemos necesitar para seguir dando respuestas coordinadas.

Par mi las soluciones es -como recién vimos en el retiro- dialogar, dialogar y dialogar, esa es la forma de empujar los límites de lo posible, entendiendo que cada país tiene sus preferencias, valores e intereses, pero todos coincidimos en algo: en que queremos promover el desarrollo sostenible.

Asumimos la responsabilidad de presidir el G20 con la convicción de que tenemos que hacer un aporte, que podemos hacer un aporte a la cooperación internacional, el multilateralismo y la gobernanza global. Ya hicimos más de cincuenta reuniones en todas las regiones del país, porque somos un país federal y estamos orgullosos de cada una de nuestras regiones, por el talento de nuestra gente, sus oportunidades, su empuje, sus recursos naturales y su bagaje cultural. Y quiero aprovechar a agradecerles a todos los argentinos que han participado para poder recibirlos hoy, organizando tan importante evento, y también a los ciudadanos de Buenos Aires que han aceptado el desafío de moverse ante esta convocatoria.

Bajo la consigna de construir el consenso para un desarrollo sostenible y equitativo, estos días abordaremos varios temas como el futuro del trabajo, la infraestructura para el desarrollo, un futuro alimentario sostenible, la estabilidad financiera, la sustentabilidad climática y el comercio internacional, entre otros. Una agenda centrada en las personas y con una visión de futuro.

Soy optimista por naturaleza, siempre lo he sido, pero mucho más después de este año que he trabajado junto a mí equipo con el apoyo de todos ustedes, y viendo que hemos llegado a importantes consensos, plasmados tanto en los comunicados ministeriales como en planes de acción acordados ya entre todos nosotros. Pero queda claro que el consenso no es algo que se construye de la noche a la mañana, es un proceso con avances y retrocesos, y que continúa después del G20. Pero resulta mejor cuando nuestros compromisos se plasman en acciones concretas que mejoran el bienestar de nuestra gente.

Por eso en el G20 más al sur que se haya organizado, los invito a que demos un mensaje claro al mundo de que de aquí, juntos, podemos marcar un horizonte de desarrollo, con responsabilidades compartidas, con un fuerte compromiso con la igualdad de género y unidos en la diversidad.

Y también quiero, recordando a alguien que siempre he admirado mucho, a Mandela, que él nos invitó -en este año en el que él hubiese cumplido cien años- a que de aquí al 2030 terminemos con la pobreza, y además él fue siempre un cultor del diálogo.

Así que gracias nuevamente por su presencia aquí, les agradezco mucho, y vamos a empezar la primera sesión en un par de minutos.

Muchas gracias.