Habéis terminado vuestros trabajos. Os habéis conocido y os habéis tratado, camaradas de todas las provincias y regiones.
Y este primer Consejo tendrá, por el mero hecho de haberse celebrado, la cualidad de dar al movimiento estudiantil una de nuestras características mejores: la unidad. El movimiento de Falange Española va saliendo a la superficie por brotes espontáneos; todos ellos sienten el mismo anhelo; pero siempre existen diferencias de matices en unos y otros. De aquí todos saldréis con el mismo estilo, para dar a vuestros camaradas de provincias fortaleza en nuestra fe y un concepto nacional de vuestra misión, definido y concreto.
Habéis llegado a la confección de programas y a plasmar en letras vuestros anhelos; os diré lo mismo que respecto a esto repetí el otro día en el mismo lugar; que lo interesante en la vida no es el confeccionar programas, sino llevarlos a la práctica.
Realizar los anhelos; esto es lo interesante y lo difícil, pues no se ejecutan los programas en un momento de inspiración, con un gran esfuerzo instantáneo, propio de un momento de entusiasmo. Se necesita trabajar un día, y otro día, con tenacidad, con paciencia y con decisión.
Tened estas cualidades, y así os apoderaréis de la enseñanza. Siempre que os hablo particularmente, os repito lo mismo a todos: apoderaos de las Escuelas Normales.
Es necesario apoderarse de ellas. Debe ser este fin como la labor y la mira preferidas por el S. E. U., donde las mejores voluntades y los mejores entusiasmos se dediquen a ello.
La importancia que para las nuevas generaciones de españoles tiene esta misión es trascendental. Todos los partidos políticos van al copo de las Normales, y daos cuenta del perjuicio que podía suponer el que se educaran con sus principios materialistas dos generaciones; nuestro Movimiento hubiera llegado demasiado tarde.
Vosotros tenéis responsabilidad; vosotros vais a ser dentro de poco, de muy pocos años, los que vais a dirigir la vida española. Daos cuenta de esto, para que deis importancia a vuestros actos. Tenéis que estar preparados para una labor de propaganda, de apostolado a realizar cuando dejéis de ser estudiantes y seáis maestros, médicos, ingenieros o abogados.
Seguid trabajando; no hagáis caso a los que fríamente hablando de sensatez os dicen que no intervengáis en política; no hagáis caso; estáis en una época en que se siente la generosidad; y vosotros sabéis que no se siente uno tan generoso cuando se tiene cargas como la de una familia. Seguid trabajando en el Sindicato; trabajad y luchad, y tened en cuenta siempre que los únicos que deben mandar son los aptos y preparados para combatir.
¡ARRIBA ESPAÑA!
Enviado por Enrique Ibañes