Durante la Gran Depresión, en los años 30, un vagabundo es reclutado por un partido político de su ciudad para colaborar en un fraude electoral. Para disuadir del suicidio un hombre que ha sido deshonesto, el camarero de un bar le cuenta la historia de cómo un momento de honradez provocó su caída desde gobernador de un estado a camarero. Es el primer trabajo de Sturges como director y lo que le otorgó la fama de maestro de la sátira ante la crítica. El gran McGinty, en la tradición de la sátira cínica, equipara la política con el gangsterismo. La implicación de que sólo la empresa privada puede servir a los intereses públicos no queda muy lejos.
El gran McGinty
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