Good Bye, Lenin! es una película alemana, dirigida por Wolfgang Becker, cuyo reparto incluye a Daniel Brühl, Katrin Sass, y Chulpan Khamatova. La mayoría de las escenas fueron tomadas en la Karl-Marx-Allee en Berlín y alrededor de las Plattenbauten cerca de la Alexanderplatz.
Octubre de 1989 no era el mejor momento para entrar en coma viviendo en la República Democrática Alemana, y eso es precisamente lo que le ocurre a la madre de Alexander Kerner (Daniel Brühl), Christiane, una mujer orgullosa de sus ideas socialistas y miembro del Partido Socialista Unificado de Alemania.
Entregada a la política tras el abandono y huida de su marido a Alemania Occidental, pierde el conocimiento al ver a su hijo metido en disturbios a raíz de una manifestación en contra de Erich Honecker, con la política del estado que tanto admira. Alex, se ve envuelto en una complicada situación cuando su madre sale del coma ocho meses después.
Ninguna otra cosa podría afectar tanto a su madre como la caída del Muro de Berlín y el triunfo del capitalismo en su amada Alemania Oriental, y ya advertido por el médico de dejarla en reposo y sin grandes disgustos, para evitar una posible recaída, ocultará a su madre lo sucedido mientras ella estaba enferma: el Muro de Berlín ha sido derribado y la reunificación alemana se ha ejecutado bajo el mando de la capitalista Alemania Occidental. Para ello Alex, con ayuda de su amigo Denis (un aspirante a cineasta de Berlín Occidental), montará una serie de falsos telediarios, en los que escribirá su propia historia del país.
Por eso, para salvar a su madre, Alex convierte el apartamento familiar en una isla anclada en el pasado, una especie de último bastión del socialismo en el que su madre vive creyendo que nada ha cambiado. Lo que empieza como una mentira piadosa se convierte en una gran estafa cuando la hermana de Alex y algunos vecinos se encargan de mantener la farsa para que la madre de Alex siga creyendo que nada había cambiado.