La imagen en V0X y Abascal: la construcción del ‘macho alfa’ protector

JORDI SARRIÓN I CARBONELL 

Si hay una clave para entender la época en que vivimos, esta es la comprensión de que las redes sociales han generado nuevos lenguajes y nuevas narrativas que han cambiado nuestra manera de comunicarnos para siempre. Y, en las nuevas formas de lenguaje y la comunicación online la extrema derecha se mueve como pez en el agua, como explica la periodista Mariana Moyano

Desde hace unos años, no hay nadie que se resista a las extravagantes fotografías lanzadas por la formación de derecha radical V0X. Es lo que Xavier Peytibi define como “difusión doble”. Primero, estas imágenes se mueven entre los suyos y llegan a sus líderes de opinión (comunidad burbuja, compuesta de individuos altamente movilizados). Después, le sigue la doble ola comunicativa: si bien por la mañana estas imágenes se difunden y se convierten en trending topic (llegando a sectores aliados y de la órbita V0X), por la tarde llega una segunda ola en que los adversarios de V0X difunden nuevamente las fotos con una finalidad crítica, convirtiendo de nuevo estas imágenes en tendencia.

Como explica el director del máster Compolin de la UPF School of Management de Barcelona Toni Aira en Catalunya Ràdio, “que hagan meme de ti implica que te conviertan en referente”. Al final, no todos hablan bien de ti, pero, al fin y al cabo, estás presente en la conversación. Esto tiene mucho que ver para el profesor Aira con un concepto que la autora Delia Rodríguez define en su libro como Memecracia: “Un lugar desconcertante en el que las ideas que logran captar la atención ciudadana y guiar su comportamiento no son las mejores, ni las más nobles, ni las más útiles, ni las más veraces; solo son las más contagiosas”. 

Asimismo, explica Aira, las manifestaciones recientes en defensa del medio rural han servido para observar cómo V0X gana por goleada en el debate al resto de formaciones de la derecha. Su uso viral de la imagen les garantiza ser los protagonistas de la conversación, monopolizándola e introduciendo los temas de los que les interesa que se hable. Es “café para los más cafeteros”. Haciéndose valer de una imagen bien planificada —expone Aira— pueden crear y difundir SU IMAGEN concreta sobre los temas: no es lo mismo la imagen del mundo rural que puedan tener los ganaderos de un pueblo de Ávila que la que V0X consigue introducir, totalmente folklorizada, de acuerdo con sus propios intereses y de manera planificada.

Más allá de la imagen: hipótesis sobre la estética V0X

Uno de los debates que se ciernen en las redes sociales es si los dirigentes de V0X van vestidos de “señoritos”. Para Toni Aira, “estas fotos van dirigidas a sus votantes de clase alta, los señoritos, pero también a todos aquellos señoritos aspiracionales”. Son las clases medias precarizadas que se quieren ver reflejados en ellos, en una especie de “sueño español” donde se puede prosperar desde 0 con trabajo y sacrificio. Desde V0X tienen presentes todos y cada uno de los detalles, y se sienten cómodos con ellos. Al fin y al cabo, como explica Toni Aira, “no hay nada mejor en política que interpretar un papel en que te sientes cómodo”.

Para el consultor Xavier Peytibi, en cambio, estas fotos tienen una intencionalidad más poderosa todavía. Desde V0X llevan muchos años construyendo una comunidad de personas organizadas, tanto a través de las redes como de sus agrupaciones locales y autonómicas. Este intento de crear una estética propia estaría relacionado, según apunta el consultor de Ideograma, con la creación de unos códigos estéticos propios, que doten de uniformidad al grupo y refuercen sus vínculos. Así, este se cohesiona a través de elementos de la cultura pop como la estética de los Peaky Blinders, y esta es una forma muy sencilla de transmitir los valores de V0X, como el conservadurismo, el orden, el antifeminismo y la masculinidad hegemónica en el siglo XX, tan cuestionada en la contemporaneidad.

Los puros, los cabellos y barbas pobladas, los relojes de marca, sus camisas ceñidas con tirantes, su fortaleza física y su performatividad los convierte en Kens que representan la aspiración del “sueño español”. Todos esos losers que posibilitaron el estallido de la internacional reaccionaria mundial a través de foros como 4Chan o Forocoches, que se sentían excluidos y marginados por el sistema, han encontrado en Abascal o Matteo Salvini figuras paternas muy masculinizadas que los representan, y en Macarena Olona o Rocío Monasterio a aquellas mujeres “de las que ya no quedan”, femeninas y profundamente antifeministas. De esta forma, encuentran a representantes de la familia tradicional y de la moral conservadora del padre estricto, que han venido a salvarlos de un mundo en el que sienten que ellos ya no tienen cabida. Es su particular “revuelta contra el mundo moderno”

La construcción de la imagen del “chad Santiago Abascal”

Para la asesora en comunicación política Mireia Castelló, desde el equipo de Santiago Abascal llevan mucho tiempo trabajando su imagen con una mirada estratégica. El aparador máximo es la cuenta de Instagram del propio Abascal, pero también la cuenta de Flickr de Vox, donde ya han subido más de 18.000 imágenes con licencia para reproducirlas. Así, la consultora apunta que se observan dos procesos a través de la cuenta de Abascal. El primero de ellos es el de la celebrificación, “mediante el cual Abascal se convierte en una celebridad pública, a través de la imagen que difunde de él mismo en las redes”. 

Otra de las cuestiones que trata es la humanización. Así, “el episodio de las fotos de los Peaky Blinders es un hito comunicativo”, ya que, “después de mucho tiempo trabajando su imagen de tipo duro, le permite asociarse a un elemento tan arraigado en la cultura popular como los Peaky Blinders”. Cuando un político consigue asociar su imagen con elementos de la cultura popular podemos decir que ha triunfado. Y si, además, “tienes a todos tus adversarios políticos hablando de tu foto es un win-win”. No obstante, apunta Castelló, crear una imagen popular de Abascal no ha sido tarea fácil. “Lo intentaron con chaquetas de Quechua, siguieron con parkas, chaquetas de estilo militar, chalecos… Y todo con colores verdes, marrones y beige, muy asociados a una vestimenta de tipo militar”.

Para Mireia Castelló, Abascal construye tres imágenes de sí mismo de manera simultánea. En primer lugar, se presenta como una persona ordinaria, un miembrro más del Volk (Pueblo), y esto es fundamental para su discurso populista. En segundo lugar, se presenta como un guerrillero político (hombre de acción, fuerte, protector de su familia y del Pueblo) y, al tiempo, se presenta como un hombre de Estado (se intenta mostrar a Abascal como alguien preparado para asumir tareas de Gobierno). “Para cada una de estas facetas usa códigos bastante diferentes, y lo de estas últimas semanas está siendo la culminación de su estrategia de imagen, siempre con la inestimable ayuda de todos sus adversarios políticos que le ayudan a difundir sus contenidos”, concluye Castelló.

Todas sus imágenes de culto al cuerpo lo asocian con la fortaleza física y su capacidad para liderar y entrar a la acción. Como su objetivo es mostrarse como el “padre protector” y el “macho alfa”, hace fitness, montañismo y todo tipo de actividades que le ayuden a proyectar esta imagen. Con respecto a la construcción del padre protector, Mireia Castelló destaca que es fundamental el rol que desempeña su mujer Nuria Bedman, una modelo e influencer que contribuye a humanizarlo. “Él sube frecuentemente imágenes con su abuela, su mujer y sus hijos, y a través de ellas construye su propia imagen de padre de familia protector”, acorde al modelo conservador teorizado por George Lakoff.

 

Jordi Sarrión i Carbonell es periodista y politólogo. Fundador y director de la revista Mirall País Valencià. Colaborador de medios de comunicación. Actualmente en el master @compolin de la UPF (@srcarbonell)