Qué es el Open Government

El pasado 25 de febrero realizamos un nuevo Beers&Politics donde contamos con la participación de Carlos Guadián, miembro de Autoritas Consulting y autor del blog, K-Government. En esta ocasión el título de la jornada fue “Open Government“.

Carlos nos habló de los principios que deben regir el open government. El principal es la sencillez. Las administraciones deben hablar el mismo lenguaje que los ciudadanos y tratarlos como tal, no solo como administrados o como potenciales votantes futuros. Tampoco hay que actuar con paternalismo.

La base del open government es la colaboración, la transparencia y la posibilidad de participación. Para ello se crean herramientas que posibiliten estas acciones. Es la administración quien debe dar esas oportunidades de colaborar y participar. Eso es un cambio de paradigma en las administraciones, es un cambio cultural que debe llegar y que deben entender nuestros políticos y nuestras administraciones, pero también los ciudadanos, que deben exigirlo.

El open government incide en dos ámbitos claros: en la política y en las administraciones.
En la política, existe siempre el miedo por parte de los políticos a recibir malas opiniones de la ciudadanía si permiten participación, es decir, a recibir críticas no constructivas. Sin embargo, las críticas ya existen, aunque no sean tan públicas. El político debe entender el entorno como un ecosistema del que forma parte, y actuar como tal. Debe de dejar de solo difundir información, pasar de comunicar a conversar, incorporando, por ejemplo, las redes sociales a su día a día, a la gestión de su tiempo. La escucha activa (saber qué dicen del político y quien lo dice) es también algo básico hoy en día para cualquier político.

El papel y la implicación de la ciudadanía en la política ha cambiado. Nos encontramos en un contexto de desafección, existe menos confianza y más rechazo hacia los partidos políticos y sus candidatos, y las causas que apoyamos suelen ser más efímeras. También hemos pasado a realizar menos activismo presencial y mucho más en la red. En este contexto, es necesaria más implicación de los ciudadanos para querer desempeñar un papel más prioritario a la hora de tomar decisiones, de implementar políticas o de comprometerse. No todo es trabajo de la administración o de los políticos, sino que los ciudadanos también tienen un papel que han de ejercer si realmente quieren colaborar y participar.

En las administraciones, el cambio es necesario. Entre los obstáculos que las AAPP ponen a ese cambio está el miedo de los propios funcionarios a cambiar, por su seguridad laboral. No son solo ellos, sino que los gestores políticos de las administraciones también tienen miedo a ese cambio.
En las actuales administraciones, más que nunca, y para abrirse, son necesarios equipos transversales y la puesta en marcha de comunidades de práctica (Carlos nos habló de las comunidades de práctica de la Generalitat de Catalunya, por ejemplo, Compartim). La comunicación institucional, que es el efecto más notorio en los ciudadanos, debe cambiar, y pasar de la comunicación a la conversación, debe reconvertirse completamente.

Si una adminitración quiere convertirse al Open government, debe ser proactiva, integrando a gestores, trabajadores y ciudadanos en un mismo objetivo, y sobretodo adaptarse a las necesidades y a los cambios constantes de la sociedad a la que da servicio.

En la administración pública es necesaria una mayor transparencia y una mayor accesibilidad a la información. Podemos diferenciar tres modos diferentes de lograrlo:
Open data: permite la apertura de datos, crear nuevas aplicaciones (apps) sean propias o de otras personas ajenas a la institución, mejorar la interoperabilidad.
– Datos sobre gestión: la transparencia en los datos evita, a su vez, la corrupción. Todo es público, por tanto, todo es fiscalizado
– Datos sobre información útil: El objetivo es también mejorar el servicio a los ciudadanos, por tanto, en un principio se pueden abrir (o poner en público) datos de horarios de transportes, meteorología, …

Muchas gracias a  Carlos y a los asistentes. Nos vemos en el próximo Beers&Politics.