¿Gobierno de coalición o minoritario en España?

EDGAR MELLADO

El pasado jueves, 25 de julio tuvo lugar la investidura fallida del presidente en funciones de España, Pedro Sánchez. En ella pudimos comprobar cómo el debate y la lucha por el poder rebasaron cualquier espacio de negociación reduciéndola a un espectáculo pero yendo más allá, lo sustancial sería conocer el aspecto cualitativo de la coalición.

Relevante es la obra de Klaus Voy BeymeLos partidos políticos en las democracias occidentales  y concretamente el tema «El poder político», que nos ofrece algunas pistas para que podamos entender y desgranar los entresijos que surgen en la configuración de la coalición partidista a la hora de ejercer el poder gubernamental. Von Beyme, que si bien señala características que permitirían refutar a la Teoría de Juegos  – utilizada en el contexto estadounidense para las coaliciones – precisamente por su carácter multidimensional y factorial, trata un asunto medular que a mi parecer, es el que debemos prestarle mayor importancia y que muchas veces debido a la distracción mediática hace que no se examine y a final de cuentas, no se informe: la estabilidad gubernamental y el posible riesgo de disolución del gobierno coaligado. El profesor Von Beyme nos advierte que la estabilidad del gobierno no forma parte muchas veces del cálculo previo a las coaliciones y eso puede conducir a una pronta disolución con una duración mínima de once meses ejemplificado en el caso de Italia.

Una de las razones que Von Beyme identifica durante su análisis sobre la disolución de los gobiernos de gran importancia es la “Desintegración de la coalición” y esta ocupa la segunda causa después de Elecciones generales, siendo Italia, Bélgica y Finlandia los que tienen mayor protagonismo en la inestabilidad gubernamental derivada del rompimiento de las coaliciones. Los datos que nos ofrece V. Beyme corresponden al periodo de 1947 a 1983. Por la estabilidad gubernamental, los países nórdicos y anglosajones se ubican entre los primeros y los que menos, Italia seguida de Bélgica. Existen variables con fuerte incidencia como el sistema de partidos y electoral que influyen de cierta forma hacia la estabilidad / inestabilidad pero también, el socio que pudiese ser susceptible de entrar en el gobierno.  ¿Qué conclusiones podemos sacar? ¿España podría estar dirigiéndose hacia una «italianización» si se siguen comportándose sus élites políticas como lo hacen?

¿Qué suerte correría la coalición PSOE – Podemos? Si desde el inicio se exigen condiciones elevadas en el noviazgo (como todo mundo sabe) previo al matrimonio, tiene altas posibilidades de que desemboque en un matrimonio “mal avenido”, y si por el contrario, el PSOE queda únicamente en gobierno minoritario y con un parlamento “polarizado” y bajo una lógica de actuación política nada negociadora, la legislatura corre el riesgo de caer en una de ineficacia gubernamental y España no está en condición de seguir con la inestabilidad porque como se dice coloquialmente por estas tierras, “el horno no está para bollos”.

Está difícil la cosa.

 

Edgar Mellado es politólogo y consultor político y social (@edgarmellado)

Publicado inicialmente en el blog de Edgar Mellado.

Foto de Uly Martín en El País